Capítulo 21

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MADISON.

Me miraba al espejo, el vestido verde que me había regalado Xavier, esa noche me sentía linda, aunque me sentía algo mal porque era un vestido costoso y él no me había permitido negarme a su regalo, no me gustaba que gastaran dinero en mí, sobre todo de una manera excesiva como esta. Me recordaba al imbécil, él siempre gastaba dinero en mi para que yo me viera como él quería que me viese, como si yo fuera un adorno. Aunque no me cabía duda de que él me veía de esa forma.

Aunque cuando Noah me compraba cosas se sentía diferente, había entendido en poco tiempo que ese era su lenguaje del amor. Sus regalos podían ser algo tan simple como algo costoso, pero se sentían igual de valiosos porque podías ver la emoción en su mirada esperando la reacción que tendría. Quizás yo estaba muy estúpidamente enamorada de ella.

Le aseguro al mundo que no quiero idealizarla, pero ella no aporta demasiado a eso.

Xavier me avisó que estaba abajo así que me aseguré de que Lana tuviera todo antes de salir, aunque me hubiera gustado que mi gata me mirara con una cara tierna pidiéndome que me quedase en vez de ignorarme, pero bueno. Al bajar vi al hombre arreglando su corbata verde, él la había comprado para combinar con mi vestido. Él iba perfectamente vestido, sin embargo, no era una sorpresa, la mayoría del tiempo lo veía así.

—Dios. —Sus ojos se posaron en mi y una pequeña sonrisa apareció. —Te ves hermosa, Madison.

—Muchas gracias, tú también te ves bien. —Le di una pequeña palmada en su brazo como lo hacía con Charles, era algo que hacía con mis amigos. Esperaba que él lo comprendiera.

—Me preocupa un poco tu vestido. —Yo lo miré rápidamente, no parecía tener problemas con él hace un rato. Quizás con el abrigo se había arrugado, pero no era así. —Podrías quitarle la atención a mi hermana, y ella en serio odia eso. —Lo miré y una pequeña risa se escuchó.

—Casi me da algo, pensé que algo le pasó al vestido.

—Estás perfecta. —Sus ojos miraron directamente los míos, nos quedamos en silencio unos segundos. Bueno, más bien él no dijo nada.

—¿Nos vamos? —Él aclaro un poco su garganta antes de asentir.

—Claro. —Xavier se apresuró en abrir la puerta para mi y le agradecí.

En el camino él solo puso una estación de radio, Xavier no era el tipo de persona que disfrutara demasiado de la música. Claro que escuchaba, pero su repertorio se basaba en las canciones que pasaban por la radio, o música clásica. Al parecer él y su familia tenían bastante dinero, nunca pregunté demasiado porque no era algo que me interesara de su vida.

Aunque si lo pienso, tampoco sabía demasiado de su vida personal.

Llegamos a un gran centro de ventos que estaba algo alejado de la ciudad, sinceramente parecía un castillo, supongo que era parte del sueño de toda chica tener una boda como las de Disney, pero nunca había estado en una que en serio parecía sacada de un cuento. Esto debió costar un montón, en lo personal, me parecía algo tonto derrochar tanto dinero en una boda cuando lo importante no era el lugar ni la celebración, sino poder estar con las personas que amas. Pero cada quien disfrutaba lo que tenía como quería.

—Madison. —Miré al moreno. —Antes de entrar debería prepararte un poco.

—No me gusta como suena eso.

—Mi familia es algo... quisquillosa. En realidad, Jazmín es mi media hermana, su madre es algo difícil de tratar. Pero no te preocupes demasiado por eso, si te sientes incomoda puedes decírmelo y podemos irnos cuando tú quieras. La verdad es que solo debo cumplir con hacer una aparición para la tranquilidad de mi madrastra quien su prioridad es guardar las apariencias.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now