Capítulo 9

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MADISON.

Lo había arruinado todo. Lo tenía más que claro y no podía dejar de pensar en ello. Nunca debí pensar en que sería buena idea besar la mejilla de Noah, siempre que actuaba sin pensar me pasaban este tipo de cosas y es que en mi defensa la tragedia me perseguía. Quizás el destino quería que me quedara sola.

Noah pareció tomarse las cosas con calma, no parecía actuar diferente y eso me hizo sentir que a ella en verdad no le importaba algo tan tonto, además dijo que éramos amigas. Supongo que nos volvimos eso, sin notarlo, o al menos yo no lo había notado. Bueno, estábamos en un viaje juntas, ¿por qué más lo hubiera hecho?

No quería pensar en eso, ya me sentía lo suficientemente mal luego de esa pequeña humillación.

Tonta.

—Espero te guste. —Miré a Noah quien tenía una sonrisa en su rostro mientras me miraba. —Adelante. —Ella me dio el paso una vez logramos entrar al lugar y toda preocupación se fue al ver lo hermoso que es el lugar.

Parecía como si a un teatro exclusivo le hubieran quitado las butacas para hacer el salón de baile. Era hermoso y elegante, era como si pudieras vivir un sueño real ahí mismo. Las personas que estaban ahí parecían cualquier persona que encontrabas en la calle y parecían tan asombrados como yo. Cuando miré a Noah, ella mantenía su sonrisa y entre los lujosos detalles, ella brillaba más que cualquiera de esos.

Noah Dubois era una mujer, no, una persona excepcional. Desde su atractivo físico, hasta las energías que ella te transmitía. Podía admitir que la admiraba un poco, ella no temía decir las cosas que pensaba y eso traía consigo pensamientos profundos que se le escapaban con facilidad, parecía ser una persona transparente. Tenía una energía que envidiaba, ella no dejaba de mover durante el día, lo había notado antes, pero en la playa lo pude confirmar, siempre se mantenía haciendo cosas. Ella se preocupaba por cada mínima cosa, parecía desear que disfrutara esta experiencia al máximo. Cuando no tomó mi cintura como en las películas me pareció algo extraño, pero su respuesta solo hizo que la apreciase más. Todo eso sólo me hacía preguntarme el por qué alguien como ella seguía soltera.

—Ven, antes de que nos quiten las mejores mesas. —Ella entrelazó nuestros brazos para guiarme por el lugar, había un montón de personas y logramos una buena ubicación para ver a los bailarines que se preparaban. Cuando iba a tomar asiento, noté como Noah corrió la silla para mí.

Es que ella hacía difícil el no sentirme especial estando a su lado. Esto solo me confundía más.

—¿Quieres algo de comer?, ¿o algo de tomar?, ¿o ambas? —Preguntó justo a tiempo cuando llegó un chico con las cartas. —Puedes pedir lo que quieras.

—Creo que solo quiero un poco de té.

—¿Con dulces?

—No, esta bien así. —Los precios eran algo costosos, no quería que ella siguiera gastando de más. Si bien me permitió pagar por las compras del mercado y el almuerzo, no era nada comparado a lo que ella estaba gastando ese día. Y ni siquiera quería pensar en cuanto le costaron los boletos de entrada a este lugar. Noah miró al camarero que esperaba pacientemente.

—Elegiremos la promoción de la hora del té, por favor. —Volví a mirar la carta viendo el valor de esta.

—Pero...

—Con eso estaremos bien. —El chico asintió antes de irse, miré a Noah y ella tenía una sonrisa. —Tranquila viene incluido con las entradas que compre.

—¿Cómo conseguiste esas entradas tan rápido?

—Cuando aceptaste venir las compre con anticipación, las vacaciones de verano están por terminar así que debía asegurarme de poder traerte aquí. No puedes venir a Blackpool sin conocer su salón de baile.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now