Capítulo-12

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WOLFGANG

Asistí a la reunión con Alfa Wilhelm para decidir cómo íbamos a desplegar a nuestros guerreros, pero no pude concentrarme.

Mi mente estaba pendiente Aurora, pero sobre todo en su transformación.

¿Por qué su cambio de forma era así?

Había pasado toda la mañana y casi toda la tarde con la nariz metida en los libros. Había buscado en la mitad de la extensa biblioteca de mi padre, pero sin encontrar nada al respecto.

Sin embargo, estaba seguro de haber leído algo sobre el tema cuando era más joven. Cuando me preparaba para asumir el papel del futuro alfa.

Ese pelaje blanco, y esos ojos...

-¿Alfa Wolfgang?

Remus me sacó de mis pensamientos Remus.

-¿Eh? ¿Qué? -eché un vistazo a la mesa, esforzándome por recordar de qué habíamos estado hablando.

-Alfa Gagliardi, ¿te encuentras bien? Has estado muy distraído durante nuestra reunión -comentó el beta de Wilhelm.

-Perdonadme. Continúa -dije, tratando de alejar mi mente de la loba omega que había estado presente en todos y cada uno de mis pensamientos.

***

Afortunadamente, una hora y media después, la reunión había terminado.

Me dirigí a tomar un tentempié.

-Deberíamos invitar a nuestra compañera a comer con nosotros -dijo Cronnos en mi mente.

-No va a suceder -respondí, gruñendo, y continué por el pasillo hacia el comedor.

-Escúchame. Quiero a mi compañera a mi lado. No vas a arruinar eso. Ahora ve y búscala. La has traído a un lugar donde no conoce a nadie más que a la señora Kala.

-Debe de estar ansiosa. Este es el momento perfecto para que corrijas tu comportamiento infantil y la compenses.

-Viejo saco de pulgas.

Intenté ignorar sus constante parloteo mientras caminaba por el pasillo que conducía al comedor.

Fue entonces cuando algo, o debería decir alguien, llamó mi atención.

Aurora estaba en el jardín de rosas de mamá.

Me quedé allí, como un cachorro embelesado que mira a su enamorada desde la distancia, temiendo ser rechazado por ella.

Como si alguna vez pudiera rechazarme.

La miré fijamente, observando cómo se sobresaltaba por algo.

Se puso en pie y la vi inclinar la cabeza.

Fue entonces cuando Max apareció, caminando hacia ella.

La ira se disparó en mi interior. ¿Por qué demonios estaban los dos allí fuera, solos, a aquellas horas?

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora