Capítulo 35

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AURORA

Me tumbé en el suelo junto a la puerta de la mazmorra. Sentía los ojos pesados mientras miraba el pomo de la puerta.

Podía sentir que mi vida se escapaba de mi cuerpo.

Oí un alboroto al otro lado de la puerta y traté de golpearla pero los brazos me pesaban como el plomo.

-Ayudadme.... -intenté gritar, pero mi voz apenas era más que un susurro.

La puerta se abrió y sentí que alguien se arrodillaba a mi lado. Mi visión era borrosa. No podía ver quién era.

-¿Aurora! -reconocí la voz de Max-. ¡Aurora, aguanta! Aguanta! ¡Un médico! ¡Qué alguien traiga un médico aquí! ¡La hemos encontrado!

Oí más pasos acercándose, pero no pude determinar quiénes eran.

-Está malherida, beta. No sé si sobrevivirá -dijo alguien.

Mis ojos se cerraban. No podía mantenerlos abiertos por más tiempo.

-¡Aurora! Abre los ojos -oí que Max me gritaba, pero no podía abrirlos.

Sólo quería dormir. Me dolía todo el cuerpo y me sentía agotada.

Sólo quería descansar...

-¡Aurora! ¡Aurora!

El silencio y la oscuridad me envolvieron. Y entonces, no sentí más dolor.

Estaban en paz.

WOLFGANG

En cuanto llegó el informe, corrí al hospital.

La tropa la había encontrado malherida e inconsciente, y  la traía de vuelta.

Yo había sido testigo de todo. La pelea con el líder de los canallas. Klaus había mordido salvajemente y roto las costillas, perforando sus pulmones.

-No puedo sentirla. No puedo sentir a Rhea! -gritó Cronnos en mi cabeza, haciéndome sentir aún más ansioso.

Me dirigí tan rápido como pude hacia la sala de emergencias, desesperado por verla.

-¡¿Dónde está?! ¿Dónde está Aurora? -le grité a la enfermera de la recepción, pero obtuve mi respuesta de otra parte.

-Rory está bien, Wolfgang. Llegamos a ella a tiempo -dijo Max desde detrás de mí.

Lo agarré por el cuello de la camisa-. ¡¿Dónde está?!

-Esta en cuidados intensivos . Tenía luparía en su sistema, así que las heridas que ha sufrido son bastante graves. Está estable y recuperándose, pero en coma. Los médicos no saben cuándo despertará.

-¡Espera, puedo sentirla! Puedo sentir a mi compañera! ¡Está volviendo a nosotros! -gritó Cronnos en mi cabeza.

-Necesito verla. Ahora -ordené a Max. Él tenía sus reservas.

-No hasta que prometas que la rechazarás una vez que la veas -respondió Max, apartándome de él.

-¡¿Qué has dicho?! -gruñí.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora