Capítulo 43 de 75 -Capítulo 7

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WOLFGANG

Cuando estaba a punto de llegar al pueblo, vi a Gamma de pie, esperando.

-Bienvenido, Alfa Wolfgang -me saludó.

Me incliné en respuesta.

-¿Ha averiguado algo sobre la bruja, alfa? -preguntó cuando me acerqué.

-Nada en absoluto. No hay rastro de una bruja con el nombre de Eleanor. Es como si hubiera desaparecido -respondí, frustrado.

Había pasado los últimos tres días buscando en las ciudades del oeste a la hechicera que había criado a la madre de Aurora, o cualquier información sobre la manada de la que procedían, pero no había encontrado nada.

Miré a mi gamma y noté que estaba ansioso por algo.

-¿Qué pasa, Remus? -le pregunté. Era bastante extraño que me estuviera esperando fuera de la casa de la manada.

-Es Lady Aurora, Alfa -empezó a decir.

Sentí que se me iba el color de la cara.

-¿Qué le ha sucedido? ¿Está bien? -pregunté. Mi mente empezó a imaginar todo tipo de situaciones perjudiciales en los que mi compañera podría haber resultado herida.

-Relájate, Alfa. Está ilesa -se río-. Es bastante refrescante ver este lado tuyo, Alfa Wolfgang. Tan sobreprotector con tu compañera.

-¿Entonces de qué se trata, Remus? -le espeté con un gruñido. Empecé a caminar hacia la mansión, con mi gamma siguiéndome de cerca.

-Vino a la biblioteca de la mansión en busca de respuestas sobre algo peculiar que le ocurrió la noche que te fuiste -dijo. Aquello picó mi curiosidad.

-¿Y qué era? -pregunté instándole a continuar.

-Afirmó que estaba sosteniendo algo  ¿y pensando en quemarlo, cuando las llamas púrpuras surgieron de la nada y lo consumieron.

-¿Las llamas púrpuras? -exclamé, deteniéndome en seco-. ¿Cómo demonios...?

-No tengo ni idea, alfa -me cortó-. Pero nos da más razones para creer que puede ser de la realeza.

-¿Ves, muchacho? Nuestra compañera es impresionante, ¿verdad? -señaló- Cronnos.

No podría estar más de acuerdo. Había demostrado una y otra vez lo increíble que era.

-Le di el libro y le dije que habíamos estado investigando los antecedentes de su madre -dijo Remus, sacándome de mis pensamientos.

-¿Qué? -gruñí y di un paso hacia él. Retrocedió y levantó las manos para defenderse.

-Me dijo que le avisara en cuanto volvieras. Quiere hablar contigo y escuchar todo lo que has averiguado -dijo. Mi enfado desapareció.

-Muy bien. Iré a verla ahora mismo -le dije a mi gamma. Aumenté mi velocidad, pero me detuve cuando recordé algo importante-. Di a todos los miembros de la manada que tengan cuidado al salir del pueblo. Las manadas vecinas nos han avisado sobre la desaparición de algunos de sus miembros.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora