Capítulo 40 de 75 Capítulo 4

2.1K 189 8
                                    

AURORA

Pasé el resto de la noche con Aspen, Max y Gamma Remus, que insistió en que me dejara de formalidades y le llamara por su nombre.

Acepté con la condición de que también evitara usar el titulo de Lady o Luna en mi presencia. No había manera de que lo aceptara.

Al anochecer ya estaba en casa. Me resultaba extraño entrar en aquella vivienda cuando no había nadie para recibirme, pero tenía que hacerme a la idea de que mi familia se había ido.

Una vez dentro, me dirigí a la cocina para dejar la compra, pero entonces oí sonar el teléfono; me apresuré a acercarme al rincón donde lo teníamos en el salón y contesté:

-¿Hola?

-¡Gracias a la Diosa! ¡¿Dónde has estado?! -la voz de Emma retumbó en la línea.

-¿Em? ¿Qué pasa? -le pregunté.

-¡¿Cómo que qué pasa?! He estado muy preocupada. Mamá me llamó y me dijo que te habían secuestrado y que ahora eres la Luna -gritó-. ¿Qué demonios, Rors? ¿Por qué no me dijiste que tú y el alfa os habíais.

Suspiré exasperada. Otra vez esto no. -pensé, poniendo los ojos en blanco.

-Es una larga historia. Em respondí mientras entraba en la cocina para guardar la compra.

-Bueno, soy toda oídos. ¿Qué demonios ha pasado? Llevo un montón de tiempo llamándote por Face Time, pero no he podido comunicarme contigo -protestó.

Recordé que me habían quitado el teléfono el día que me secuestraron, y que nunca lo había recuperado.

-Perdí el móvil durante toda la situación de los rehenes, Em -le dije.

-¿Por qué no me dijiste que eras la pareja de Alfa Wolfgang? Todo este tiempo pensé que sólo estabas enamorada de él. ¿Fue esa la razón por la que te fuiste a vivir a la mansión ? -pregunto.

Algo así. No podía decirlo por qué mi supuesta pareja me había prohibido decir a nadie que nos habíamos marcado -respondí, sin poder evitar el dolor que sentía.

-¿Por qué? ¿Cuál era el problema? -preguntó, exasperándome aún más.

No quería volver a pasar por aquello.

-Porqué soy una omega, por eso. Se avergonzaba de mí por mi origen. Mira, realmente no quiero volver a hablar de esto -le dije a mi mejor amiga.

Guardo silencio por un momento.

-Lo siento, Rory -dijo finalmente, y al instante lamenté mi actitud hacia ella, porque no había sabido nada.

-Yo también lo siento. Es que todo ha sido muy abrumador -repliqué con sinceridad. Los últimos meses habían sido tan apabullantes que casi parecían surrealistas.

-No puedo ni imaginar lo que debe de haber sido. Pero estoy muy orgullosa de ti, ¿ves? Siempre he tenido fe en ti y en tu fuerza.

Casi podía imaginar su sonrisa a través del teléfono.

-No ha sido para tanto. Hice lo que tenía que hacer para sobrevivir -le aseguré.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora