AURORA
Decir que estaba enfadada era quedarse corto; estaba jodidamente cabreada.
-¿Por qué Wolfgang tiene tanto interés en hacer mi vida tan miserable? No quiero estar cerca de él.
-Vamos, no puede ser tan malo. Además, si no fuera por él, no sabríamos por dónde empezar a buscar respuestas sobre tu madre y lo que nos pasa- -Dijo Rhea mientras nos dirigimos a casa.
-Sí, pero eso no significa que deba acompañarnos -murmuré.
Abrí la puerta y subí a mi habitación. Necesitaba tumbarme y echar una siesta. Desde la noche de las llamas moradas no había podido dormir.
El sueño casi se había apoderado de mí cuando sonó el timbre de la puerta.
-Maldita sea -mascullé. Me obligué a salir de la cama y bajé las escaleras, luego abrí la puerta.
-¿Ahora qué? -gruñí, pero me arrepentí en cuanto vi a Max, Remus y Aspen en mi puerta.
-oh, vaya, alguien está de mal humor -se río Aspen. Ella y Max me miraron como si me hubiera crecido una segunda cabeza.
-Lo siento, Chicos. He tenido una larga mañana. ¿Qué os trae por aquí? -Les pregunté mientras los dejaba entrar.
-Te hemos visto salir de la mansión echando humo y nos hemos preocupado. ¿Va todo bien? -preguntó Max mientras nos dirigíamos a la sala de estar.
-Oh, eso. Wolfgang es lo que ha pasado -señalé Puse los ojos en blanco.
-¿Qué ha hecho ahora? -preguntó Max. Pude ver cómo se formaba la ira en sus ojos vedes. Desde el encuentro en el hospital, se había mostrado muy protector conmigo.
-No es nada grave. No te preocupes -le tranquilicé-. Es sólo que necesito hacer un viaje cortó a Buckland, pero él quiere venir conmigo.
-¿A Buckland? ¿Por qué tienes que ir allí? -preguntó Aspen mientras se sentaba en el sofá con las piernas cruzadas.
-Es el pueblo en el que creció mi madre. Esperaba poder averiguar si hay algún pariente suyo vivo -dije, contándoles una verdad a medias.
Remus había dicho que no comentáramos a nadie las cosas que habíamos descubierto sobre los descendientes de la Diosa de la Luna.
-¿Y por qué tiene que ir contigo? -se burló Max.
-Creo que sería lo mejor -dijo Remus-. Es el alfa, lo que le permitirá entrar en otras manadas sin problemas. Y además, es el compañero de Aurora. Será más seguro para ella estar con él durante este viaje.
Lo fulminé con la mirada.
-Pero ¿por qué no asignarle un guerrero o dos como su guardaespaldas? -preguntó Max.
Me alegró de oírlo. Tenía razón. Un guerrero podía ir conmigo.
-Sé que el alfa se lo ha hecho pasar mal a Aurora, pero ahora mismo es la mejor opción. Es el lobo más fuerte de la manada, y su pareja. El vínculo lo hará sobreprotegerla, y eso en sí mismo es suficiente para mantenerla a salvo -respondió Remus.
Mis esperanzas murieron mientras Él hablaba.
-Oh, un viaje a otra manada con tu compañero. Qué romántico. Nosotros también deberíamos viajar pronto a algún sitio. Remus -dijo Aspen, arrullando.
Se abrazó a uno de los cojines del sofá y volví a poner los ojos en blanco .
-Será muy romántico, pasar los próximos días con una persona que no sabe ni sonreír y mucho menos entablar una pequeña conversación sin darme órdenes o ser un tirano. Sí, me apunto sin dudarlo -dije en tono sarcástico.
-Iré con vosotros, entonces -dijo Max.
-Lo siento, Beta Barone, pero el alfa te ha designado como alfa responsable mientras él está fuera con Lady Aurora -anunció Remus.
Max se pasó la lengua por los dientes y murmuró algunas palabrotas.
-Mirad chicos, por mucho que odie la idea de pasar tiempo con Wolfgang, necesito ir a este viaje. Así que no tengo otra opción que aceptar que Remus tiene razón: no hay otra opción por ahora.
-No te preocupes, Max -miré al beta para tranquilizarlo-. Estaré bien.
-Pareces muy segura de ti misma, Rory -dijo Aspen con una sonrisa socarrona.
-Oh, tngo un nuevo poder -dije, guiñando un ojo a Remus. Él se río. Max y Aspen se limitaron a mirarnos, confundidos.
Se fueron poco después, dejándome sola con mis pensamientos y el constante parloteo de Rhea sobre lo emocionante que sería aquel viaje.
Ya te digo.
Aquella noche me acosté temiendo el día que iba a comenzar.
¿Qué pasaría entre nosotros en aquel viaje? ¿Nos acercaríamos más?
Me dije a mí misma que aquello no podía ser y que debía ser fuerte.
Él no había pensado en nosotros, en un futuro juntos. Me había hecho sufrir y me había ninguneado como pareja.
No teníamos nada en lo que trabajar, ninguna razón para crear un vínculo.
Al día siguiente, me dirigí a la salida del pueblo.Había decidido empacar sólo una bolsa de ona, con un par de mudas de ropa y lo esencial.
Al llegar a las puertas, vi a Wolfgang, Remus, Max y Aspen de pie, esperándome:
-¡Ahí está! -gritó Aspen al verme llegar. Enlazó su brazo derecho con él mío-. Por un momento pensé que seguías envuelta en tus sábanas.
-Oh, me lo estaba pensando -dije, lo suficientemente alto como para que todos lo oyeran.
-Me he puesto en contacto con el alfa de la manada de Silver Bow y le he informado de que te diriges hacia allí -le dijo Remus a Wolfgang-. Le agradó enterarse de que la Hija de Gamma Rodrick y Rebecca iría. El viaje hasta Buckland llevará al menos5 días. Puedes ir desde aquí hasta Piermont y desde allí puedes tomar un tren hasta Buckland.
Entregó unos papeles a Wolfgang.
-Espera, ¿Por qué vamos a tomar el tren? Podemos viajar en nuestras formas de lobo y tardaremos menos -dije.
-No nos transformaremos a menos que sea necesario, Aurora -dijo Wolfgang. Se volvió hacia su Gamma-. Gracias Remus.
Luego se dirigió a Max, que había estado callado todo el tiempo.
-Beta Barone. Confió en que no será un problema para ti ser el alfa sustituto hasta mi regreso.
-No, alfa. Y confió en que no te será difícil cuidar de Rory -respondió Max con voz monótona.
Pude ver cómo la mandíbula de Wolfgang se movía, pero permaneció pasivo.
-Protegeré a mi compañera con mi vida -dijo antes de darse la vuelta y salir por la puerta -. -Vamos Aurora.
Me giré y le di un abrazo a Max.
-Todo irá bien. Volveré antes de que te des cuenta -le aseguré.
Luego me despedí de Aspen y Remus.
Realmente esperaba que todo marchara bien. Al menos para mí.
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Odiada Por Mi Alfa
FantasyDías después de su decimoctavo cumpleaños, Aurora Craton siente la atracción de apareamiento mientras trabaja como camarera en una fiesta de los líderes de la manada. Su pareja resulta ser el Alfa Wolfgang de la manada Luna de Sangre. Cuando descubr...