Capítulo 17

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Wolfang

¿Qué carajo me pasa?

La he besado. ¡La he besado, joder!

En el momento en que vi aquellos ojos grises mirándome con ira, no pude contenerme.

La besé.

Y había tenido que luchar contra el impulso de morderle el cuello, marcándola allí mismo.

Reclamándola como mía.

¡Maldita sea! No puedo permitirme perder el control sobre esta atracción de apareamiento.

Tengo que controlarme.

Mientras yo refunfuñaba inquieto por el error que había cometido al besar a Aurora, Cronnos, en cambio, prácticamente bailaba de alegría.

-¿Podrías quedarte quieto, viejo saco de pulgas? No puedo concentrarme en lo que estoy leyendo aquí -gruñí.

Me ignoró por completo mientras seguía bailando.

Había estado buscando en todos los libros sobre transformaciones inusuales que pude encontrar.

No podría tranquilizarme hasta conocer la explicación al peculiar cambio de forma de Aurora.

El escritorio estaba plagado de libros de todos los tamaños y colores. Trataba de encontrar algo que lo mencionara, pero hasta ahora no había encontrado nada.

Apoyé la cabeza en mi escritorio, exhausto. Entonces un título en letra dorada llamó mi atención.

Descendientes de la Luna

Abrí el libro y leí la introducción.

Los hombres lobo son una creación de la Diosa de la Luna, a la que adoran como ser supremo, pero hay quienes son descendientes directos de la diosa.

Hijas de la Diosa de la Luna, que vagan por la tierra entre nosotros.

Son superiores a toda la humanidad de los lobos, ya que la realeza corre por su sangre.

Cuidado con el poder de las hijas de la Diosa de la Luna, pues no hay seres más poderosos en el mundo que ellas.

-Hijas de la diosa...vagando por la tierra entre nosotros.... -murmuré.

Le di la vuelta al libro para ver quién era el autor, pero no había ningún nombre. La impresión del libro lo fechaba en el 1700.

-Cronnos, ¿sabes algo sobre las hijas de la Diosa de la Luna? -pregunté al saco de pulgas.

Dejó de bailar, con aspecto pensativo.

-En realidad no. Nunca he oído hablar de algo así -respondió.

Pasé las páginas hasta que llegue a una sección que era más especifica.

La verdadera forma de las descendientes de la Diosa de la Luna.

Debajo había un dibujo de un lobo con el pelaje tan blanco como la nieve y los ojos brillando como amatistas.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora