Capítulo 2: Jase

1.3K 69 18
                                    


Domingo 13 de agosto, 00:10 am.


—Lo siento mucho, no fue mi intención Eva.

—Cállate —pidió, limpiándose.

Noto un acento completamente delicioso para mis oídos.

—Discúlpame, yo te lo limpio.

—Dejá, quédate ahí sentadito, o mejor, descarga todo el vomito ahora no vaya a ser que vomites el coche.

—Eva... —interrumpió su amiga.

—¿Qué? —miró Eva con cara de querernos matar a todos.

—¿Te ha vomitado encima? —apareció Jack.

—Naa, es parte de la decoración del corset ¿no lo notaste? —responde Eva.

Encima sarcástica, esto cada vez se pone mejor.

—Venga, suban al coche —dice Jack levantando a la rubia en sus brazos.

—¿Me ayudas? —pedí con ojitos tristes a Eva.

Aunque seguro esté enfadada por vomitarle encima, no me iba a perder la oportunidad de seguir oliendo ese perfume, tan rico que lleva puesto. Me tomó por la cintura aferrando mi cuerpo con el de ella, es más bajita que yo, pero vaya fuerza que se carga para sostenerme, quiero llevarla a escalar en Boulders.

Subimos al coche Jack adelante con la rubia, Eva se quedó en el asiento trasero conmigo. Se acercó a abrocharme el cinturón, por más malhumorada que sea, me cuida y eso que no me conoce.

No te cuida, solo no quiere que le vuelvas a vomitar.

Dejame fantasear con mi futura novia, conciencia, gracias.

Jack empezó a andar, el camino a casa es de una hora... Por lo tanto, tengo una hora para entablar una buena conversación con esta chica y lograr conseguir su número, o preferiblemente que se quede en casa.

Dudo mucho que puedas conseguir alguna de las dos.

Dejámelo a mí.

Giré a verla y estaba distraída mirando por la ventana, la verdad no hay mucho por ver, solo gente caminando por ahí. Estiré mi brazo tocándole el hombro con el dedo.

—Hola —hablé.

Su mirada fría me da indicios de que esto no va a ser nada fácil.

—¿Qué? —responde.

—¿Eres latina?

—Sí.

—He oído que las latinas tienen un gran culo.

Wow... ¿En serio dijiste eso?

Joder, ¿por qué dije eso? Las palabras solo salieron de mi boca, soy imbécil o qué me pasa.

Si eres.

Me quedó mirando con una cara de extrañeza, no la juzgo yo hubiera mirado así si alguien me hubiera dicho la estupidez que acabo de decir.

—Eeh... Lo que digas... —dijo y volvió a mirar por la ventana.

Está claro que no quiere hablar conmigo, pero no me voy a dar por vencido. Tengo que remontar esta situación.

—Soy Jase, un placer —extendí la mano.

Volvió a posar sus ojos en mí «por favor di algo, no te quedes callada».

—Eva —dijo estrechando mi mano.

—¿Cuántos años tienes?

—Diecinueve.

El camino hacia ti...Where stories live. Discover now