Capítulo 9: Eva

1K 65 9
                                    


Viernes 1 de septiembre, 22:30 pm.


—Hola, ¿puedo estar contigo? Traje comida —habló Katy, entrando a la habitación.

Tanto ella como Dean tienen el pelo marrón. Katy tiene el pelo corto , por los hombros. Sus ojos son verdes, como los de Dean. De hecho, se parecen bastante. Si no supiera que son novios, pensaría que son hermanos.

—Sí, claro —respondí quitándome los audífonos—. Vení.

Katy se subió a la cama sentándose pegadita al lado mío.

¿Esta gente no sabe del espacio personal o qué?

—Sabes, no me gusta estar sola. Cada vez que Dean no está, siempre busco a los chicos. Solo que ahora se fueron todos, ¿No te molesta?

—No te preocupes, puedes quedarte acá.

—Lo único que había en la heladera era jamón, queso y cuatro potes de mayonesa.

—¿Quién es el enfermo de la mayonesa? —pregunté frunciendo el ceño.

—Jase. Es adicto a la mayonesa.

—Me lo esperaba.

—¿Te armo uno?

—Por favor —asentí con la cabeza—. Muero de hambre.

—¿Cómo llegaste? porque no te trajo Jase, ¿cierto?

—Me trajo Chad, un compañero de trabajo.

—Chad —repitió pensante—, lindo nombre.

—Sí.

—Oye y ¿tú tienes pareja? Te ves pequeña —interrogó entregándome el sándwich.

—No tengo novio. Tengo diecinueve.

—Tienes cara de niña además. Te hace más joven también.

—¿Cuántos años tienes? —pregunté ignorando lo que me había dicho.

No sé porqué me molesta que me digan que parezco de menos edad. Tengo diecinueve y aparento de diecinueve.

—Veinticuatro. Sabes, cuando tenía tú edad, conocí a Dean.

—¿Cómo se conocieron?

—Fui a una fiesta dónde estaba él junto con Jack, Jase, Lucke y Charlie. Ellos vienen en combo, es o todo el grupo o nada.

—A ese Lucke no lo conozco aún.

—Es que se fue de viaje, pero regresa pronto. Ya lo conocerás —le dió un trago al vaso de agua—. Bueno, yo lo había visto a Dean y me había parecido el chico más guapo del mundo. Entonces ¿qué hice? Me acerqué con mi grupo de amigas, que ahora no somos más amigas... Cada una se puso a hablar con cada uno de ellos, dejándome a mí con Dean.

—¿Por qué ya no son amigas?

Chisme del bueno.

Oh, sí.

—Cuando me puse de novia, prácticamente eran muy celosas, siempre me decían cosas malas de Dean y no entiendo por qué, él es un amor. Llevamos seis años juntos, no hay otro hombre para ti, es Dean y nadie más.

—¡Guau! Seis años... —me quedé mirando a la nada.

—Un montón, ¿verdad? Quiero estar toda mi vida a su lado.

No sabía que decir, no se me dan bien las pláticas de amor. Simplemente asentí con la cabeza.

»Estuvimos toda la noche hablando, luego me acompañó a mi casa. Yo en ese momento pensé que tendriamos sexo, sin embargo, lo único que hicimos fue hablar por horas.

El camino hacia ti...Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα