Capítulo 32: Jase

894 50 12
                                    


Lunes 27 de noviembre, 18:30 pm.


Luego de volver de París me fui a casa de mis padres, no podía volver a mi casa, no podía estar en esa habitación donde antes había una pequeña con el ceño fruncido.

Pasar tiempo con ellos me ha animado bastante, he estado arreglando un coche con papá. Mamá no dejaba de cocinar mis platos favoritos, y Zac había estado viéndose con Daiana. He hablado con ella una vez, me preguntó si sabía algo de Eva porque no le respondía los mensajes, entonces tuve que contarle lo que había pasado. Al principio se enfadó conmigo, me gritó y todo. Luego habló con Zac y me pidió disculpas por eso, aunque la entiendo perfectamente, ella es su mejor amiga y además, me lo merezco por idiota. Entretenerme en arreglar el auto del vecino con mi padre me ha ayudado a no pensar tanto, creo que me ha gustado demasiado. Todo lo bien que había estado en casa de mis padres, desapareció a la hora de volver a la rutina. Me hubiera gustado seguir arreglando ese auto con papá, pero me ha prometido que me conseguiría uno para que reparara en mi casa.

—¡Jase! Levanta, vamos.

—Déjame, Margo. No iré.

—Venga, tenemos que asistir. Luego puedes encerrarte aquí otra vez.

—¡De eso nada! —chilló Jack.

Ambos estaban tratando de convencerme para asistir a un evento en el que Jack y yo fuimos parte, además de otros modelos. Todo esto pasó antes de Eva se marchara a Nueva York, lo entusiasmado que estaba antes por el evento, se esfumó cuando dejé a Eva. Y sí, me interesaba asistir, pero no encontraba la fuerza necesaria para salir de la cama.

—Jase, como no asistamos ya no nos van a invitar a futuros eventos. Esta marca es realmente importante, por favor. Nos dejarás mal a ambos.

—Yo no te he dicho que no vayas, Margo. Ve tú.

Ella suspiró dramáticamente y se dirigió a Jack.

—Yo no puedo más, hazte cargo tú. Los esperaré abajo, a ambos —salió de mi habitación hecha una furia.

Jack se pasó las manos por la cara y se sentó a mi lado en la cama.

—No me vengas con discursos motivacionales, Jack —hablé antes de que él lo hiciera.

—No quiero motivarte, tu tomaste una decisión. Ahora hazte cargo y continua con tu vida. No me parece bien que te quedes aquí encerrado, lamentándote, cuando tú mismo elegiste esto.

Lo entiendo, ya estaba harto de tratar de animarme. Supongo que quiere cambiar de táctica.

—¿Quieres hacerme sentir mal?

—Lo que intento decir es que eres un poco hipócrita, ¿no? Lloras por Eva como si ella hubiera hecho algo malo, te recuerdo que fue tu idea dejarla.

Sea lo que sea que estuviera haciendo, estaba funcionando. En parte tenía razón, yo la había dejado. No podía estar lamentando mis decisiones, por mucho que me doliera estar sin ella, lo había hecho porque era lo mejor para los dos. No tenía porqué arruinar mi vida por algo que yo mismo había decidido.

Miré de reojo a Jack, sabía perfectamente que lo estaba considerando cuando esbozó una sonrisita.

—Borra esa sonrisa idiota. Puedes decirle a Margo que bajaré en un momento.

Me levanté de la cama hasta el armario, al abrirlo un sentimiento horrible me recorrió nuevamente. Algunas cosas de Eva seguían ahí, antes de irse a Nueva York habíamos armado la maleta juntos. Se había dejado varias cosas, no entraba todo en su diminuta maleta. Le dije que debía comprarse una más grande, pero se limitó a decir que lo que le faltara se lo compraría allí. Se había dejado varias sudaderas, pantalones, camisetas, hasta una plancha de pelo.

El camino hacia ti...Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang