Capítulo 26: Jase

1K 57 8
                                    


Sábado 16 de septiembre, 11:40 am.


—Ten —le entregué a Eva la pastilla.

Ella la agarró y comenzamos a caminar hasta el hotel. Estaba nerviosa, lo sé. Se nota en su rostro. Por mi parte no me molestaría tener una mini Eva.

—Oye, tranquila. Seguro que no pasa nada.

Ella me dedicó su hermosa mirada de odio.

»En el peor de los casos seremos padres jóvenes.

—No estás ayudando, Jase.

—Vamos, a esa niña no le faltaría nada —traté de animarla.

—Le faltarían unos padres maduros. Nosotros también somos unos niños, Jase.

Suspiré.

—Tienes razón, pero amor no le faltaría. Eva mis padres me criaron muy bien. Los tuyos...

Ella se detuvo a mirarme.

—¿Los míos...?

Ya valiste.

—No me malinterpretes, digo que...

—¿Qué? ¿Qué mis padres dan asco? Sí, eso ya lo sabía. Gracias por recordarme, Jase.

Se marchó.

—Eva —grité acercándome a ella—. Espera, perdóname. No quise hacerte sentir mal.

—No quiero hablar contigo. Solo... Camina al hotel en silencio.

—Eva... Yo...

—En silencio, Jase —repitió cruzándose de brazos.

La farmacia estaba solo a unas pocas cuadras del hotel, no tardamos en llegar. En el ascensor ella iba delante mío, no me miraba ni me hablaba. Detesto cuando no me habla, lo único que quiero es escuchar su dulce voz. Salimos del ascensor y entramos a la habitación. Eva rápidamente se metió la pastilla a la boca junto con unos sorbos de agua. Por mi parte me había sentado en la cama.

—Bebé.

—No me digas bebé —reprocha mirando su móvil.

—Eva, perdóname. No quiero que estemos enfadados. Sé que tu madre te ha criado bien. Tú eres...

—Austin está esperándome abajo —me interrumpió.

—¿Quién es Austin?

—Un compañero —respondió agarrando su mochila junto con su cámara.

—No hagas eso.

—¿Hacer qué, Jase? —se frenó a mirarme.

—Huir de mí, de la discusión. Siempre lo haces, te enfadas y te vas.

—Claro, el problema soy yo. Si no dijeras pavadas, no estaría enfadada, ¿no crees?

No esperó a que le respondiera. Solo se fue... Otra vez.

Dejé caer mi espalda a la cama cuando por arte de magia sonó mi móvil. Apresurado me lo saqué del bolsillo esperando que sea Eva.

🔊:¡Eva! —chillé esperando oír su voz.

🔊:Nunca atiendes mis llamadas con tanto entusiasmo.

🔊:Lexi...

🔊:Por la decepción con la dijiste mi nombre, imagino que Eva se enojó contigo y se fue.

🔊:¿Cómo puedes saberlo? —fruncí el ceño.

🔊:Una mujer sabe... ¿Qué has hecho?

🔊:No sé si deba contarlo. Ella no es muy abierta con ese tema... Sus padres... Bueno, su padre...

El camino hacia ti...Where stories live. Discover now