El camino hacia ti...

Capítulo 19: Eva

Lunes 11 de septiembre, 18:30 pm.

Faltaba poco para llegar a la casa de los padres de Jase. No estaba nerviosa porque ya los había conocido, lo único que me inquieta es que me pregunten de mis padres nuevamente. Me había puesto una camiseta ajustada de mangas cortas con un estampado de un dibujo de una niña con una flor y unos jeans azules. Zac llevaba ropa de su hermano, mientras que Jase vestía una camiseta de mangas cortas negra con un dibujo extraño en el frente gris, a juego con sus pantalones grises. He notado que siempre lleva aretes y collares, una cadena sin nada. Y otras dos con dijes de un guante de boxeo plateado y uno raro con un dije de pinches. Los aretes son de una mariposa y en su oreja izquierda tiene otro más, que es una caravana. También noté que le gusta mucho Spiderman, siempre lo encuentro viendo memes de él. O cuando encuentra algún canal en la televisión que lo esté pasando, se queda a verla. Embobado como un niño pequeño frente a la pantalla.

—¿Desde cuándo voy atrás en este coche? —preguntó Zac asomándose entre los asientos.

—Desde que tú hermano me invitó a vivir con él.

—¿Y tú no dirás nada? —le preguntó a Jase.

Jase esbozó una sonrisa de lado.

»Ya veo... ¿Olvidaste la regla de que nunca dejaremos a nuestro hermano por una mujer?

—Veo que ambos sacaron lo dramático. Hoy sabré si lo heredaron de su padre o madre.

—Que pollera eres, Jase. Creí que nunca te dejarías gobernar por una chica...

—Sabe lo que le conviene, Zac. Siempre debes obedecer a tu novia.

Los tres nos quedamos en silencio, cuando me dí cuenta de lo que acababa de decir... Miré a ambos, Jase sonreía alegremente, mientras Zac enarcó una ceja.

—No es que yo sea su novia —aclaré rápidamente—. Solo era un ejemplo.

Me acomodé en el asiento nuevamente.

»¿Qué hay de ti, Zac? ¿Tienes novia? —pregunté cambiando de conversación.

—No me apetece convertirme en mi hermano.

—No tienes porqué serlo. Solo tienes que encontrar a la chica que te acepte, por más que no seas un cursi.

—Tienes razón.

—¿Cómo te gustan las chicas?

—Mientras sea buena persona, me vale... Si viene con unas buenas tetas, mejor.

Su hermano lo golpeó en el hombro.

—¿En quién piensas? —investigó Jase.

—En la única amiga que tengo.

—¿No le gustaba Jack?

—Bueno... Es complicado. En realidad tiene novio —lo miré inocentemente.

—¿¡Qué!? Pero... El otro día en la fiesta, con ese chico...

—Lo sé, suena horrible —interrumpí—. Pero no conoces al novio. Es un tóxico, manipulador, agresivo.

—¿Y por qué no lo deja? —preguntó Zac.

—Porque lo conoce desde pequeño y dice que le tiene aprecio. Sigo tratando de que lo haga —giré mi cabeza hacia Zac—. Tal vez tú puedas ayudarme en eso...

—¿Yo?

—¿No querías una buena chica con buenas tetas?

—Yo... No...