Capítulo 35: Eva

677 32 7
                                    


Viernes 22 de diciembre, 20:30 pm.


Mis emociones estaban algo alocadas. Desde que vi a Jase en mi cumpleaños me siento en una montaña rusa. Todo lo que pensé que había superado regresó en cuanto lo ví. La noche de mi cumpleaños terminó en mi, llorando y Matt, Chloe y Austin consolandome. Volver a verlo fue un desafío grande, yo no tenía idea de que aparecería en mi departamento. Lexi me pidió disculpas por los inconvenientes, me contó que él insistió en saber dónde iban, no creí que iba a aparecer... Aunque solo haya estado un rato en mi departamento, bastó para destabilizarme. No sé si aún lo quiera o no, solo sé que es una herida muy grande y que me va a costar demasiado. Matt se ha vuelto muy cercano a mí, me ha ayudado bastante, es una especie de salvavidas. Cuando estoy por derrumbarme o lo hice, él siempre está ahí para animarme y distraerme. Como ahora que estamos llegando a casa de Jase a buscar mis pertenencias. Le había pedido a Katy que me las trajera a casa, pero Jase la detuvo antes de que pudiera hacerlo. La obligó a decirme que si quería las cosas, las buscara yo misma. ¿Cómo es que está atento a todo? Así que aquí estamos, en busca de recuperar mis tesoros, con ayuda de Matt, por supuesto. Habíamos llegado a la entrada que tiene un largo camino hasta la casa. Matt estaba algo ansioso o nervioso, la verdad no se distinguir. Por mi parte me encontraba con ganas de vomitar.

—Pareces tú quien va a casa de su ex —intenté bromear.

—¿Crees que doy apariencia de tipo malo?

—Pues... Cuando te salta la vena sí.

Matt tiene una cara característica muy divertida, cuando se enfada frunce el ceño y una vena en su frente salta.

—¿Así? —preguntó frunciendo el ceño.

—Justo así —reí.

—¿Te gustan los chicos malos?

—¿A qué viene esa pregunta? —ahora la que fruncía el ceño era yo.

—Curiosidad...

—¿Te refieres a esos típicos chicos malos en las pelis, que fuman, se portan mal, tienen motos y se llevan mal con sus padres?

—Esos mismos.

—No, no me gustan.

—¿Y cómo te gustan?

—Yo que sé. Solo me he interesado por alguien en la vida y así he terminado. Lo que menos quiero es que me guste alguien otra vez.

—No siempre tiene que terminar mal, ¿sabes?

Me quedé quieta. Habíamos llegado a la puerta, la tenía enfrente. Matt hablaba de algo pero ya no estaba escuchando, no podía pensar en otra cosa. Solo en lo que hay detrás de esa maldita puerta. Ese dolor en el pecho que había sentido por primera vez cuando Jase me dejó, volvió en ese mismo instante. Matt se puso delante de mí tomándome por los hombros.

—Eva, si quieres irte solo dime y te sacaré de aquí.

Logré mirarlo a los ojos poniendo atención a las palabras que salían de su boca. Con Matt tengo una conexión que no he tenido ni con Chloe, él de alguna manera sabe como tranquilizarme. Es como si fuera mi ancla. Solo debo mirar sus ojos azules para volver en mí.

—Si ves que estoy por morir, puedes sacarme en brazos, como bombero —bromeé.

—No me lo digas dos veces —me dió un apretón en los hombros y se apartó—. Tú puedes.

Saqué el móvil y le hice una llamada perdida a Katy. Le había dicho que esté atenta así me abría la puerta sin que Jase se enterará de nada. Sugerí venir cuando él no estaba, pero me aseguro que por las vacaciones no iba a salir de casa, más bien de la cochera. Me comentó que se pasaba las horas ahí metido arreglando algún coche. Espero que se pasé el rato ahí y no aparezca por la casa. Total, seremos rápidos, ¿no? Solo hay que agarrar algunas prendas y alguna que otra cosa más. Katy abrió la puerta con una sonrisa.

El camino hacia ti...Where stories live. Discover now