El camino hacia ti...

Capítulo 8: Jase

Jueves 31 de agosto, 20:00 pm.

Eva ha desaparecido todo el día. Le estuve enviando mensajes, sin embargo, no me ha respondido ninguno. Caminando hacia mi coche revisé nuevamente el móvil... Y nada, los últimos dos no le han llegado tampoco. Me frené en la salida, cuando vi a Eva con el tonto de Chad, «¿por qué sigue con él?» No, no. La pregunta aquí es ¿ha pasado todo el día con él? ¿Por eso no me ha respondido los mensajes? ¿Estaba tan ocupada con el puberto este, para no ver mis mensajes? Estaban parados uno frente al otro, Eva estaba jugando con el cabello de él, de hecho, lo despeinó por completo. Él se dedicaba a sonreírle y hacerle ojitos. Me acerqué a ellos.

—¿Dónde estabas? —pregunté directamente a Eva.

Sentí los ojos de Chad clavados en mí, a los cuales no le di mucha importancia. Mi atención se la lleva la enojona de ojos marrones.

—Luego hablamos —le dijo Chad a Eva dándole un beso en la mejilla.

—Despéinate un poco, Cha. Viví la vida —le gritó Eva a Chad que estaba subiendo en su camioneta.

—¿Me vas a responder? —insistí.

—Dejame pensarlo —dice poniéndose la mano en la barbilla—. Mhmm... ¡No!

Eva empezó a caminar hacia mi coche, inmediatamente hice lo mismo.

—¿Por qué no estuviste en todo el día? —insistí subiendo al coche.

—Tuve que llevar unos papeles.

—Pudiste haberme pedido ayuda —reproché.

—No necesitaba tu ayuda, ni la de Chad.

—¿Entonces?

—Entonces, ¿qué? —preguntó poniendo su mochila en el asiento trasero.

—¿Por qué te fuiste con él?

—Jase, no me fuí porque quise. Me lo ordenó Eric.

—No te creo.

—No lo hagas —se encogió de hombros.

—Ahg, eres imposible —puse los ojos en blanco y arranqué el coche.

—Y vos un pesado.

En el camino no hablamos nada y creo que he conducido como un loco. Eva me echaba unas miradas de vez en cuando, pero no dijo nada. Bajamos del coche, entrando en la casa. Subí rápidamente las escaleras hacia mí habitación. No me apetece estar cerca de Eva ahora mismo, es una chiquilla.

Yo creo que estás celoso.

¿Celoso de qué?

De que haya pasado todo el día con el tal Chad.

Eva puede hacer lo que quiera con Chad, no me interesa en lo más mínimo.

Saqué el móvil del bolsillo porque estaba sonando.

🔊: ¡Jasee! —saludó Charlie del otro lado.

🔊:¿Qué sucede?

🔊:Oh, perdona. ¿No puedo saludar a mi amigo?

🔊:Charlie, hemos hablado dos veces desde que nos conocemos.

🔊:Sí, bueno... Escucha me abres la puerta? Llevo golpeando y nadie me abre. Lo llamé a Jack y no respondió.

Suspiré.

🔊:Ahí bajo.

🔊:Gracias, cari...

Corté antes de que terminara de hablar.