After The Last

Visita

Caminaba por las calles de Konoha, en el camino se había encontrado a algunas admiradoras y  algunos conocidos de la aldea de la hoja. Llegó por fin a su lugar de destino, la casa de Iruka sensei.

Tocó la puerta un par de veces, no estaba seguro si su sensei se encontraba en casa, pero esperaba que si. Abrió la puerta un hombre algo adormilado, Iruka al ver a Naruto en la puerta, se sorprendió y a la vez quedó confundido.

—¡Naruto! ¿que te trae por aquí?

—Iruka sensei, necesito su ayuda, es sobre Hinata.

—¡No me digas! ¿que le hiciste Naruto?

—Nada, nada, lo juro, es solo que...¡Quiero pedir su mano!

Iruka abrió los ojos expectante, no podía creer lo que estaba escuchando, Naruto, su alumno más torpe de la academia, iba a pedir la mano de la heredera del clan Hyuga, una chica tímida y tranquila.

—Naruto...¿estás seguro de lo que estás diciendo?

—Si, estoy seguro, no hay nada más que yo quiera que estar con ella.

Estaba decidido, él sabía que cuando Naruto se ponía así, no había vuelta atrás.

—Muy bien Naruto, entonces pasa y toma asiento. —dijo Iruka mientras le abría la puerta para que lo dejara pasar

—Hace unos días fui al clan a hablar con el viejo Hiashi con el propósito de pedirle su aprobación para salir con Hinata.

—Muy bien, ¿y qué fue lo que te dijo?

—Primero me hizo algunas preguntas, y después me dijo que en el clan no se aceptaban noviazgos, o más que nada relaciones pasajeras. A menos que se comprometan a comprometerse.

—¿Entonces?

—No quiero que mi relación con Hinata sea pasajera, quiero estar con ella toda mi vida hasta que muera. Por eso decidí pedir formalmente la mano de Hinata.

—¿Y para que necesitas mi ayuda Naruto?

—Vera, usted conoce al hombre más que yo, y sabe más de este tipo de cosas, por eso pensé que podía ayudarme a prepararme.

—Claro que te ayudaré Naruto, a mi me importa tu felicidad y la de Hinata, quiero que ambos sean felices juntos.

—Gracias Iruka sensei.

—Naruto, primero tienes que saber que el clan Hyuga es un clan muy prestigioso, por lo tanto se necesitan las formalidades siempre, y más si hablarás con el líder del clan. El señor Hiashi es un hombre con poder, y no es un hombre tan carismático que digamos, tienes que saber cómo tratarlo.

Pasó toda la tarde en casa de su sensei, aprendiendo formalidades y practicando su presentación adecuadamente. Cuando por fin estuvo listo ya eran casi las diez de la noche, así que decidió ir al clan mañana temprano.

—Iruka-sensei, muchas gracias, le agradeceré infinitamente por esto. Cuando tenga la aprobación de Hiashi, vendré a contárselo. —dijo el rubio mientras salió del apartamento de sus sensei.

En el camino a su casa se encontró con Konohamaru, quien estaba deambulando por la aldea.

—¡Konohamaru! ¿qué haces a estas horas fuera de tu casa?

—¿Eh? ¡Naruto nichan! estoy saliendo de ichiraku ramen, ahora abren las 24 horas.

—¿Qué? ¿En serio? Oh vaya, tengo que venir con Hinata.

—Eh, hablando de eso, ¡felicidades Naruto nichan! por fin conseguiste una novia. Y es bastante linda, tiene unos grandes pe... —no terminó de hablar porque fue interrumpido por Naruto, quien le dio un pequeño golpe en la cabeza.

—¡Konohamaru! no deberías de andar viendo esas cosas, Hinata es una gran persona y es muy fuerte. — dijo ruborizado ante el comentario del chico, no podía negar que Hinata tenía una buena figura y bonitos atributos.

—Solo digo que deberías de tener cuidado, no eres el único que está embobado con Hinata muchos hombres la encuentran linda.

—¿Eh, de qué estás hablando? —sabía que Konohamaru tenía razón, Hinata era muy bella, tenía rasgos finos y buenas proporciones, sabía que no era el único que estaba enamorado de ella.

—Tu sabes de qué hablo.

—Bueno pero yo soy su novio. —dijo Naruto con orgullo.

Se despidió de Konohamaru y fue directo a su departamento, estaba exhausto, tenía que descansar, ya que mañana iría desde temprano a hablar con el líder del clan Hyuga, estaba ansioso, así que tomó una ducha, preparó algo de ramen instantáneo y se acostó en su cama. Sin darse cuenta, se quedó profundamente dormido.