Bueno, aquí me centraré más en lo que yo creo que pasó después del beso de la luna, me estaré basando en los artes oficiales y en algunas novelas también para apegarme más al canon. La pareja principal será naruhina, pero también habrá otras parejas...
Hiashi había citado a Naruto desde muy temprano en la casa Hyuga. El rubio, quien ya se encontraba ahí, estaba algo confundido y nervioso. No tenía idea de que era lo que Hiashi quería hablar con él.
Uno de los sirvientes lo llevó a lo que parecía ser la oficina central del clan, había estado antes ahí, cuando fue a pedir su aprobación para salir con Hinata.
Parecía ser que Hinata había salido a entrenar con el equipo ocho, así que no se encontraba en casa en ese momento.
Entro algo confundido al ver que se encontraba Hiashi sentado con un vaso de té. Podría imaginarse de lo que se trataría.
—Señor, muy buenos días. —dijo el rubio
—Uzumaki Naruto, buenos días, toma asiento por favor. —dijo el hombre Hyuga indicándole su lugar. —¿Acaso sabes por qué te llamé?
—No, en realidad no señor.
—Bueno, en realidad sabes que no quiero presionarlos ahora que su relación va tan bien, pero los viejos del clan me han estado preguntando acerca de la boda. Les he dicho que esperarían a ir con más calma. Más sin embargo, creo que esperan que haya compromiso pronto.
—Señor, la verdad es que, yo también lo he pensado, se que puede ser repentino, pero, me he dado cuenta de que no puedo estar lejos de Hinata, quiero estar con ella toda mi vida, quiero caminar junto a ella y vivir siempre a su lado. Aún no había la seguridad, pero ahora sí. Señor, quiero pedirle matrimonio a Hinata, nada me haría más feliz en el mundo que estar con ella. —dijo esto último el rubio levantándose decidido con una sonrisa.
Hiashi, al ver la determinación del chico se levantó con la cabeza en alto y con una sonrisa asintió.
—Bien, dentro de dos días es cumpleaños de Hinata, creo que sería buena idea pedírselo ese día.
—¿¡Cumpleaños de Hinata!? —dijo el rubio sorprendido, real o tenía idea. —¿Por qué nadie me lo había mencionado?
—Creí que lo sabías Naruto.
—No, Hinata no me dijo nada.
—Bueno, pero, ¿que te parece ese día?
—Me parece bien, es solo que...no tengo ningún anillo de compromiso para darle. —dijo apenado rascándose la cabeza. —Es decir, todo fue muy repentino.
—No te preocupes por eso muchacho, compraré el anillo. Verás, no he sido el mejor padre para Hinata, quiero compensarlo de alguna forma. Me haría muy feliz que ella pueda tener esto de mi parte. —dijo mientras sacaba dinero de su bolsillo.
—Señor, entiendo lo que siente, pero no puedo dejar que haga esto, ese tipo de anillos valen muchísimo dinero. Por favor, déjeme comprarle yo mismo el anillo a Hinata. —dijo Naruto en un tono serio muy decidido.
—Pero, si podría ayudarme a organizarle algo a Hinata por su cumpleaños, se lo agradecería muchísimo. Esa sería una manera de hacer algo lindo por su hija.
Hiashi accedió, había muchas cosas que él podía hacer por su hija, así que decidió ayudarle con ayuda de Hanabi.
Naruto salió de la casa Hyuga e inmediatamente se dirigió a una tienda de joyería. Se limitó a observar los precios de los anillos de compromiso para saber cuáles entraban dentro de su presupuesto. Preguntó un par de veces a la encargada del establecimiento si no tenían un poco más baratos. A lo que la encargada solo se reía con gentileza.
Vio un anillo, el anillo perfecto para Hinata, parecía que estaba bañado en oro con un diamante de color lila en el centro, tenía ligeros detalles que parecían ser flores. No necesitaba ver más, ese era el anillo perfecto para ella.
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Al ver que excedía de su presupuesto, salió de la joyería con el propósito de regresar por el. Iba ir directo a la oficina del hokage a pedir algo de trabajo para ganar algo más de dinero, pero no estaba muy seguro de si podría hacerlo, pues el cumpleaños de Hinata era en dos días.
Decidió ir a pedirle un consejo a Iruka, anteriormente el le había ayudado a pedir la mano de Hinata, ahora necesita un consejo de él.
Iruka, conmovido por lo que su ex alumno de la academia le decía, decidió prestarle dinero a Naruto, era cierto que ahora Naruto ganaba muy bien en sus misiones, de hecho, había estado ahorrando para llevara cenar a Hinata en aquel lugar donde le prometió. Pero ahora, tenía otros planes destinados para ese dinero.
Volvió a la joyería, la encargada, quien ahora era alguien diferente, al ver que el héroe de konoha estaba ahí, decidió hacerle un descuento, gracias a esto, Naruto pudo por fin comprar ese anillo que tanto le había gustado para su novia.
Iba saliendo de la tienda cuando se encontró a su amiga Sakura, quien estaba yendo rumbo al hospital. Le platico la idea que tenía pensado y también le pidió ayuda para organizar el cumpleaños de Hinata, ella con gusto aceptó.
Llegó a su casa e inmediatamente se metió a la ducha, tenía que dormir temprano ya que al día siguiente realizaría las compras de lo que necesitaría para celebrar el cumpleaños de su novia. Se tumbó en la cama y después de pensar un largo rato lo que sería su vida con Hinata, se quedó profundamente dormido.
