Regreso

113 9 0
                                    

Al llegar a la aldea de la hoja, fueron inmediatamente a dar el reporte de su misión a la torre del hokage. Después de ser atendidos, Hinata y sus demás amigos se dirigieron al hospital a tratar sus heridas.

Hinata estaba ansiosa, creía que Naruto ya había regresado de su misión en la aldea de la roca, sin embargo, no fue así. El hokage les dijo que el equipo de Naruto ya había finalizado la misión, así que tal vez en esa misma noche llegaría a casa. Con estas palabras en mente Hinata se sintió motivada.

Después de ir al hospital decidió ir a casa, estuvo con su padre y su hermana contándoles cómo le fue a ella y a su equipo en la misión. Después de eso, decidió salir de compras, estaba empeñada en ir al apartamento de Naruto a prepararle la cena para cuando el regrese. Compró lo que necesitaba y fue directo a su apartamento. La noche estaba a punto de caer así que tenía que estar preparada. Llegó y recordó la llave extra que Naruto escondía bajo el tapete.

Al entrar al apartamento, se dio cuenta de lo desordenado que estaba, así que se dedicó a limpiar y acomodar las cosas de Naruto, decidió darle un toque de ella, así que compró unas flores de lavanda y las colocó sobre la mesa.
Con el apartamento limpio, se dedicó a cocinar, hizo unos onigiris en forma de corazón, y los acompaño con un guiso de verduras.

Miró la hora del reloj, era un poco tarde ya

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Miró la hora del reloj, era un poco tarde ya. Decidió comer la porción que había preparado para ella. Terminó de comer y mientras lavaba los platos sucios escuchó un ruido que provenía desde el exterior, pudo ver como la puerta se abrió y Naruto se asomaba por la misma.

El rubio, desde que pisó la aldea, deseaba por ver a Hinata, sin embargo, por lo tarde que era, supuso que estaba dormida y optó por la opción de visitarla mañana por la mañana. Al abrir la puerta y encontrarse con todo su apartamento reluciente no pudo evitar sentir una presión en el pecho, sabía que Hinata había estado ahí, podía sentir su olor. De un momento a otro tenía a Hinata en sus brazos.

Hinata, al ver al rubio, no pudo contenerse las ganas de correr y abrazarlo. Por fin, después de algunas semanas por fin pudo verlo.

—¡Naruto-kun! regresaste.

—Hinata, ¿tú hiciste todo esto? —preguntó Marito conmovido por el gesto.

—Si, bueno en realidad...en la mañana cuando fuimos a la torre del hokage, nos dijo que debían regresar hoy en la noche, así que decidí hacerte la cena, cuando entré y vi algo de desorden decidí limpiar, espero que haya estado bien. Compré unas flores de lavanda, noté que hacen falta algo de plantas, así que le di un toque especial. Oh, también preparé la cena, acabo de cenar, pero si quieres me puedo quedar contigo.

—Hinata... —No aguanto las ganas de besarla y abrazarla. —Gracias, gracias por esto, nunca nadie se había preocupado tanto por mi. —el rubio soltó unas lágrimas, de verdad estaba conmovido. Volvió a besarla pero ahora con más intensidad, fue un beso lleno de amor y de sentimiento, ambos saciaban el uno por el otro, necesitaban el calor de su boca, al jugar con sus lenguas como lo hacían antes ambos sintieron un tipo de sentimiento, uno que ambos ya habían sentido antes al tener esa cercanía.

Durante el periodo de su relación, ambos habían descubierto la excitación. Nunca habían pensado en esas cosas hasta que ambos estuvieron juntos. Es decir, eran ninjas, estaban siempre ocupados en misiones, nunca se dieron a la tarea de experimentar ese tipo de cosas.

Naruto podía tener alguna idea, no es que nunca haya leído los libros de su maestro Jiraiya, pero podía imaginarse de lo que se trataban. Por su parte Hinata, al ser mujer, recuerda haber tenido una clase extra acerca de eso en la academia. También, en la época de su adolescencia recordó hablar con Kurenai acerca del tema.

A pesar de eso, ambos aún eran muy tímidos para ir más allá, Naruto no quería que Hinata se sintiera incómoda o que pensara que era un cochino.

Después de ese beso fugaz, por fin se separaron por falta de aire.

—Hinata, te traje un regalo, pasamos por la aldea de la arena, ahí vi esto y creí que podría gustarte. —dijo Naruto entregándole una bolsa de regalo.

—Naruto-kun, sabes que no tenías que traerme nada, estoy muy feliz con que hayas regresado.

—¡Ábrelo! se que te gustará.

Al abrirlo, los ojos de Hinata quedaron completamente abiertos, eran unos pendientes, que realmente eran preciosos.

—Naruto-kun, esto...

—Son pendientes artesanales, bueno, la última vez que salimos noté que estabas viendo unos parecidos, así que decidí por comprártelos en el mejor lugar de la aldea de la arena. ¿No te gustaron? Puedo ir a cambiarlos si gustas.

—No...no es eso, si no que, esto es muy caro, no puedo aceptar un regalo tan caro.

—Hinata, no te preocupes por eso, en realidad tuve algo de influencia por el kazekage. Además, eres mi novia, te mereces lo mejor, esto no es nada comparado con todo ll que tú haz hecho por mí, realmente yo te debo mucho.

—Naruto-kun, gracias. —Hinata rodeó su cuello con sus manos y lo besó.

Tomó la mano de su novio y lo llevó hasta la cocina. Sirvió los onigiris con una gran taza de guiso de verduras. El rubio al ver toda la comida en la mesa, no se contuvo a comer, realmente tenía mucha hambre, la comida que había ingerido en la aldea de la roca no era muy buena, pero al probar la comida de Hinata, sus papilas estaban deleitadas.

—Hinata, realmente cocinas muy bien, esto está delicioso, tu comida es la mejor del mundo.

—Me alegro que te guste Naruto-kun, ahora prueba la sopa de verduras, he notado que no comes muchas verduras, deberías darles una oportunidad.

—Usualmente no me gusta el sabor, pero sabiendo que tú lo preparaste, comeré todo lo que tus manos hagan.

Se llevó una cucharada a la boca, sorprendentemente no sabía tan mal, en realidad, estaban deliciosas, eso era claro, Hinata las había cocinado.

—¡Hinata, esto está delicioso! no soy fan de comer las verduras pero si tú las haces comería todas sin respingar.

Hinata se llevó la mano a la boca soltando una pequeña risa. Ella parecía hacerle una buena compañía al rubio, quien toda su vida ha estado solo. Este detalle, Naruto lo sentía, tener a alguien que te ama a tu lado y que amas igualmente, era lo mejor del mundo.

—Hinata, quédate a dormir esta noche. —soltó el rubio con espontaneidad.

—¿Eh? —Hinata se puso roja.

Naruto, al notar lo que había salido de su boca, inmediatamente intentó arreglarlo.

—Me refería a que, es tarde, no puedes ir sola hasta tu casa, me haría muy feliz que te quedes aquí. —dijo mientras se tocaba la cabeza

—¿Quieres que me quede? —preguntó Hinata, quería quedarse, pero sabía perfectamente lo que conllevaba.

—Si, realmente me gustaría mucho. —afirmó el rubio.

—Bien, entonces me quedaré. —dijo Hinata.

Se encontraba acostada en la cama, cuando sintió una cercanía hacia ella, era Naruto, quien la abrazaba. Hinata se volteó algo nerviosa. La idea de dormir con Naruto, era algo nuevo para ella. Ambos se acurrucaron en la cama. Naruto la trataba con delicadeza, no se podía permitir hacerla sentir incómoda, si no, jamás se lo perdonaría. Sin darse cuenta, ambos se quedaron profundamente dormidos mientras se abrazaban el uno al otro.

After The LastWhere stories live. Discover now