After The Last

Pre cumpleaños

El sol entraba por su ventana, los rayos de luz que irradiaban en su cara le interrumpieron el sueño profundo en el que estaba. Se levantó de la cama al recordar que día le esperaba. Debía de organizar la fiesta del día siguiente.

Se dió una cachetada en la cara para despabilarse y arrancó manos a la obra. Desayunó algo de la despensa que Hinata había hecho y salió de su casa rumbo al clan Hyuga. Quería ver a su novia, había pasado un día lejos de ella y sentía que ya la extrañaba.

Mientras tanto, Hinata se encontraba desayunando. Pensaba en el día que pasaría en su cumpleaños, esa fecha nunca había sido tan importante para ella, realmente no esperaba algo especial, aún así, siempre tuvo la ilusión pasarla lo mejor ese día.

Escuchó un ruido que provenía de fuera, era el timbre de su casa, se preguntaba quién había ido tan temprano.

—Hinata, ahí estás —dijo Naruto mientras abrazaba a Hinata.

—Naruto-kun, ¿que haces aquí tan temprano?

—Quise verte, siento que hace una eternidad no te veo.

—Naruto-kun, a pasado un día. —dijo Hinata mientras dejaba escapar una risa.

—Lo sé, pero me he acostumbrado tanto a estar contigo que ahora no quiero dejarte. —dijo el rubio mientras agarraba su mentón de la chica. Estaba por besarla.

—Naruto Uzumaki, buenos días. —dijo un hombre mientras carraspeaba. Era Hiashi, su futuro suegro.

La pareja se separó de inmediato y ambos se comportaron nerviosos.

—Hinata, entra a casa por favor. —dijo el hombre abriendo la puerta.

Hinata, acató la orden de su padre y entró a la mansión con una cara enrojecida.

—No puede ser, d-definitivamente nos vio. —dijo Naruto en su subconsciente algo avergonzado.

—El hecho de que te diera la aprobación para estar con mi hija, no significa que pueden estar haciendo ese tipo de cosas aquí, al menos no en la mansión Hyuga. ¿Entiendes eso verdad?

—S-si, señor, entendido. —dijo Naruto haciendo una reverencia.

—Bien, adelante pasa.

Naruto entró a la mansión, un escalofrío recorrió su cuerpo al recordar que Hiashi casi lo vio besar a su hija. Al ver a Hinata ahí, la saludó con normalidad, después del regaño que se había llevado por parte de su padre, no pudo permitirse sobrepasar los límites.

Hinata lo invitó a tomar un café, y este con gusto aceptó. Mientras su novia preparaba el café, él la veía contemplando su belleza, mientras pensaba en lo que sería su vida una vez que ella fuera su esposa, el sabía que ella iba a decir que sí.

—Hinata, ¿por qué no me habías dicho de tu cumpleaños? —preguntó el rubio mientras le daba un sorbo a su café.

—Ah, eso...no lo consideré relevante. —dijo Hinata acompañando al rubio a la mesa.

—Pero Hinata, es tu cumpleaños, debemos de festejarlo. Además, es tu primer cumpleaños como mi novia.

—Es verdad, pero, en todo este tiempo, nunca he tenido una fiesta de celebración, a veces preparaba un pastel con Hanabi y lo compartíamos con Neji nissan y el equipo ocho.

—Hinata. —dijo el rubio mientras le agarraba la mano. —Pues ahora me tienes a mí, y yo te festejaré tu cumpleaños como se debe, te acompañaré en estos días. Créeme, será el mejor cumpleaños que hayas tenido.

—Naruto-kun, gracias, eso significa mucho para mí. —dijo mientras lo abrazaba.

—¿Te parece si salimos a dar una vuelta?

—Me encantaría Naruto-kun.

—Bien, pasaré por ti en un rato, primero tengo que hacer unas cosas. Pero regresaré.

—Oh, ya veo, entonces está bien.

Naruto partió de la casa Hyuga, quería pasar esos momentos con Hinata, pero necesitaba arreglar algunas cosas para su cumpleaños. Hiashi lo había apoyado con dinero para la decoración en la casa Hyuga. Hanabi, era la que se encargaría de decorar, mientras tanto, Naruto se encargó de invitar a sus amigos más cercanos.

Regreso a la casa Hyuga por Hinata, habían estado paseando durante toda la tarde por la aldea. Ambos disfrutaban de la compañía del otro, caminaban de lado a lado mientras contemplaban las estructuras de la aldea.

El equipo ocho, que pasaba por ahí, se detuvo a saludar a la pareja.

—¡Hinata! —dijo Kiba saludando a su amiga, y junto con akamaru se acercaron a ella.

—Kiba-kun, Shino-kun ¿qué hacen por aquí?

—Estamos buscando un regalo para ti. Mañana es tu cumpleaños. —dijo Shino.

—Chicos, saben que no tienen que comprarme nada.

—Pero quisimos hacerlo. Eres nuestra amiga y te apreciamos mucho. —dijo Kiba mientras abrazaba a Hinata.

—Bueno, yo también le compré un regalo a Hinata. —alardeó Naruto algo celoso. Sabía que no debía estarlo, es decir, Kiba era su amigo, pero a veces el hacía cosas para provocarlo.

—Umm, mira quien lo dice, ¿y se puede saber qué le compraste idiota celoso? —preguntó Kiba.

—Es sorpresa, pero estoy seguro de que a Hinata le encantará.

La pareja se despidió de sus amigos y comenzaron a caminar hasta la casa Hyuga.