After The Last

Un dia perfecto para una boda

Las hojas de cerezo de los árboles caían en esa cálida mañana de marzo, los rayos del sol iluminaban la aldea con su resplandor.

Cierto rubio se encontraba corriendo por la aldea en dirección a la gran mansión Hyuga, tenía que estar ahí antes del mediodía, ya que tendrían que hacer el papeleo necesario para formalizar el matrimonio.

Todo el clan estaba despierto desde muy temprano, era un evento importante, después de tanto tiempo de organización, por fin se llevaría a cabo la gran boda de la hija del señor Hiashi Hyuga, líder del clan.

Por su parte, Hinata, se encontraba despierta desde muy temprano, se encontraba nerviosa por la boda, pero confiaba en que todo saldría bien, bajó hasta la cocina para desayunar. Al oír la voz de Naruto desde la entrada corrió inmediatamente hacia él dándole un fuerte abrazo.

—¡Naruto-kun!

—¡Hinata! —dijo mientras la abrazaba. —Moría por verte, no puedo creer que cuestión de horas serás mi esposa.

—Yo tampoco, estoy tan feliz por la boda, gracias Naruto-kun. —dijo Hinata con una sonrisa.

—Gracias a ti Hina, por ti puedo ser quien soy ahora. —contestó el rubio para darle otro beso.

Se reunieron con Hiashi al mediodía, quien los dirigió por fin al registro civil, donde por fin oficializarían su matrimonio. Con ellos se encontraba también Iruka, quien iba como el padre de Naruto, Kakashi, quien estaba encargado de custodiar por su deber como hokage y dos ninjas más del clan Hyuga.

Justamente después del registro se dirigieron al local donde se realizaría la boda, al llegar ahí, dos chicas muy amables los recibieron y los dirigieron hasta donde estaba el cuarto que iban a ocupar para vestirse.

—Señorita Hyuga, este sera su vestidor. —dijo la chica muy amablemente.

Era una habitación simple pero elegante, era espaciosa, lo adecuado para una novia.

—¡Es precioso, gracias! —contestó Hinata.

—Señor Uzumaki, este será su vestidor. —dijo la otra chica mientras le señalaba una puerta.

Después de un rato, Ino, con ayuda de Sakura, llegaron para ayudar a Hinata con su maquillaje y peinado, ellas se habían ofrecido voluntariamente.

—Listo Hinata, estás hermosa. —exclamó Ino con ternura.

—Ya quiero verte caminando por el altar. —dijo Sakura emocionada.

Cuando por fin estaba lista, se dirigió hacia una gran ventana que enfocaba donde estaban los rostros del hokage.

Hinata, alzó la mirada hasta el cielo, y por un momento se quedó pensando en todo lo que pasaron para llegar hasta donde estaban. Una persona pasó por su mente en ese momento, Neji, su primo.

—Neji-nissan...me voy a casar. —dijo la Hyuga en su mente.

Inmediatamente volteó a ver hacia su lado y sonrió con un pequeño sonrojo. Naruto se encontraba ahí, aparentemente estaba viendo a su padre, quien estaba tallado en los rostros de los hokages, parecía que en su mente hablaba con el desde el fondo de su corazón.

Una puerta de abrió y dos personas entraron, eran Hiashi y Hanabi, quien sostenía una foto de Neji.

—Nee-sama ¡estás hermosa! ¿cierto papá? —gritó Hanabi muy emocionada.

Su padre, miró a su hija con una expresión de felicidad, y con una sensación de orgullo asintió son una sonrisa en su rostro, mostrándose feliz ante los novios.

Hinata tomó suavemente la mano de su amado, quien la sujetó con fuerza mirándola inmediatamente con una sonrisa.

—Bien, ¿vamos? —dijo Naruto algo nervioso.

Hinata asintió y las puertas del gran salón se abrieron, la pareja comenzó a caminar hacia la entrada y una voz se escuchó en el fondo.

"Uzumaki Naruto y Hyuga Hinata, su ceremonia nupcial comienza ahora"

Después de la ceremonia nupcial y la entrega de anillos, prosiguieron a las felicitaciones. Todos sus amigos se encontraban presentes, así como también se encontraban las personas importantes de las aldeas, como los laves y sus representantes.

Prosiguieron a cortar el pastel de bodas juntos para comenzar con la celebración.

Bailaron, rieron, cantaron, se tomaron tantas fotos como pudieron y disfrutaron tanto de la boda.

Cuando llegó el momento de la despedida, todos sus amigos, conocidos e invitados pasaron a felicitarlos. Shikamaru, se acercó hacia donde estaba la pareja y les entregó unos pases.

Se trataban de unos pases a unas aguas termales, para que ellos disfrutaran su luna de miel. La pareja agradeció el gesto y con amabilidad aceptó el regalo.

Kakashi, junto con Yamato, se acercaron a la pareja para entregarle unas llaves, llaves que correspondían a una nueva casa, casa en la que los dos empezarían a hacer su vida como un matrimonio.

Al terminar la boda, Naruto se llevó a Hinata en brazos como su nueva esposa, se dirigieron hasta la salida del establecimiento y se embarcaron en la nueva aventura que les esperaba, la de ser esposos.