Preparativos

95 8 0
                                    

Era una mañana fresca, el sol se había puesto desde temprano en la aldea de la hoja, a pasos lentos pero apresurados se dirigía a la mansión Hyuga, tenía días de no ver a su prometida, había estado ocupado en algunas misiones y no había tenido un día libre para verla.

Había acordado con Hiashi de que cuando apenas estuviera libre, tendrían una pequeña reunión para tomar acuerdos prenupciales.

Al llegar a la mansión pensó tanto en que su vida estaba a punto de cambiar, pensaba en cómo iba a ser tener una vida a lado de la persona que amaba. Uno de los revientes del clan le abrió la puerta dándole la bienvenida.

—Señor Uzumaki, buenos dias, adelante pase, el señor Hiashi se encuentra en el comedor principal.

Entro con algo de timidez, pero muy seguro de donde caminaba, pues ya conocía perfectamente el lugar. En eso andaba hasta que sintió unas cálidas manos que se aferraban en su pecho, un abrazo cálido por la espalda.

—¡¡Naruto-kun, por fin estás aquí!! —gritó la Hyuga mientras se aferraba a la espalda de su novio con fuerza.

Naruto se volteó rápidamente al escuchar eso y sin pensarlo le correspondió el abrazo.

—Hina, ya por fin he podido verte, te he extrañado tanto. —dijo mientras la abrazaba con fuerza. —¿Me extrañaste?

—Si, te había estado extrañando demasiado.

Naruto tomó su mentón de Hinata alzándolo, haciendo que los dos se vieran fijamente a los ojos. Le plato un beso fugaz, un profundo beso lleno de amor y cariño.

—Hmm hmm —carraspeó un hombre. —El hecho de que estén comprometidos no significa que puedan tener estas actitudes dentro del clan, y menos en mi presencia, te recuerdo Naruto, que ella sigue estando bajo mi protección hasta el día de la boda. —dijo Hiashi mientras tenía una expresión incómoda en su rostro.

—S-señor, lo lamento tanto, fue mi culpa, me dejé llevar. —dijo el rubio apenado y ruborizado mientras hacía una reverencia en modo de disculpa.

Hinata solo tenía una expresión roja en su rostro y su cabeza baja, era tan vergonzoso que su padre los viera en esa situación.

—L-lo siento padre. —dijo Hinata avergonzada y roja como un tomate.

—Bien Uzumaki Naruto, supongo que has venido a discutir los acuerdos de la boda ¿no es así?

—Así es señor.

—De acuerdo, los esperaré en el comedor, no se tarden por favor.

Hiashi se dio la media vuelta mientras fulminaba a Naruto con la mirada y a pasos lentos se dirigió al comedor.

—¡Uffff! tu padre si que da miedo cuando esta enojado. —dijo Naruto en un suspiro mientras miraba a Hinata.

La pareja se dirigió al comedor principal, ahí se encontraba Hiashi, quien los esperaba sentado en una especie de cojín. Ambos chicos tomaron asiento frente al señor Hyuga y la reunión comenzó.

—Bien, como el único adulto presente, he decidido llevar a cabo todos los gastos de la boda. Lo común es que ambas familias colaboren con la boda, pero en esta situación creo que esto es lo más viable. —comenzó a decir Hiashi.

—Señor, con todo respeto, no puedo permitir que usted se encargue de todo, sé que no puedo aportar mucho económicamente pero por favor, insisto, déjeme pagar los gastos de la boda, por lo menos la mayor parte. —exclamó Naruto

Por un momento los ojos de Hiashi miraron al rubio, veía determinación en sus palabras, sabía que no iba a poder hacerlo cambiar de opinión.

—Bien, estoy de acuerdo, pero yo, junto con el clan me encargaré de la mayoría de los gastos.

—Gracias, muchas gracias señor Hiashi.

—Dicho esto, es de esperar que la boda sea en grande, la primogénita del clan Hyuga y el héroe de las cinco naciones. La boda se hará en este lugar. —dijo señalando un folleto. El lugar era hermoso, un espacio abierto lleno de árboles y un gran espacio para todos los invitados. —Será una boda tradicional, tal y lo que se espera del clan Hyuga.

Ambos asintieron mirándose a los ojos mientras sonreían.

—Ahora, falta definir la fecha de la boda. ¿Alguna propuesta?

—¡Lo más pronto posible si se puede señor! —soltó Naruto sin pensar, al darse cuenta de lo que dijo se rascó la cabeza algo apenado mientras sonreía.

Hinata, quien estaba a lado de él, solo soltó una pequeña carcajada mientras miraba al rubio. Le parecía tierno que el rubio quisiera casarse tan pronto.

—A mí también me gustaría padre. —dijo sonriendo mientras tomaba la mano del rubio.

—Bien, analizando el tiempo que lleva planear una boda, considero que lo más pronto posible sería entre un lapso de tres meses.

—De acuerdo. —asintió la pareja.

Pasaron casi toda la mañana discutiendo los planes de la boda, hasta que el hambre se hizo presente, por lo que Naruto y Hinata decidieron salir a comer en una cita.

Tenían puesto su ropa de misión, habian quedado en entrenar juntos en lo que restaba de la tarde.

La mayoría de la gente de la aldea se les quedaba viendo, al parecer, todos se habían enterado de su reciente compromiso. Después de comer algo de ramen de ichiraku decidieron ir a entrenar un rato.

De repente tomaron un descanso, Hinata, algo agotada, se recostó en el césped mientras miraba el cielo. El rubio se quedó sentado mientras contemplaba la belleza de su amada. En ocasiones decía algo haciendo que la chica soltara algunas risas. A Naruto le encantaba el sonido de su risa, y siempre se lo decía.

 A Naruto le encantaba el sonido de su risa, y siempre se lo decía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
After The LastWhere stories live. Discover now