18 | Calmar mis demonios

3K 200 49
                                    

18 | Calmar mis demonios

Christopher

Despierto lentamente, sintiendo una suavidad reconfortante debajo de mi cabeza. ¿Mi almohada está más suave de lo normal? Sí, demasiado suave. Comienzo a mover un poco el rostro, se siente tan bien. Es como si flotara en dos globos de agua. Definitivamente no es mi almohada. Abro los ojos lentamente y me encuentro recostado boca abajo sobre un par de... ¿pechos?

No puede estar pasándome esto otra vez. Instintivamente, verifico si estoy vestido, sin moverme demasiado para no despertarla. Sí, estoy vestido. Eso me asegura que no ha pasado nada.

¿Dónde estoy? ¿Con quién estoy?

Reconocería ese olor en cualquier lado, esa mezcla de flores con vainilla. Mi niña problemas.

Amigo, tienes que controlarte.

No quiero que Scarlett se despierte y me encuentre así, pero es imposible resistirme. Jamás creí que podría estar tan cerca de sus...

Basta, Chris.

Respiro profundo. Trato de recordar cómo llegué aquí. Lo último que recuerdo es haber subido al escenario en el bar de Joel para tocar la guitarra como en los viejos tiempos. No entiendo cómo terminé aquí.

Siento la suave respiración de Scarlett bajo mí y quiero levantarme para verla, imagino lo adorable que se debe ver así, pero el miedo a despertarla me detiene. Una parte de mí no quiere que este momento termine. Estoy tan cómodo aquí, durmiendo tan bien entre sus...

Es totalmente inapropiado. Le prometí que me iba a comportar. Además, tengo un horrible dolor de cabeza. Bebí demasiado anoche, eso es evidente. La resaca se apodera de mí, y siento cada latido de mi cabeza como si fuera un martillo golpeando contra mi cráneo.

Ella tiene sus dedos enredados entre mi cabello, acariciándome suavemente mientras descansamos. Es una sensación embriagadora, pero al mismo tiempo peligrosa. La camiseta que lleva puesta me está volviendo loco, apenas una telita la separa de su sostén. Mi mente divaga hacia lugares prohibidos, deseando arrancársela y sentir su piel contra la mía. Pero me reprendo a mí mismo, luchando contra mis impulsos.

De repente, escucho que Scarlett suelta un bostezo. Mi corazón se hunde un poco ante la idea de que este momento está llegando a su fin.

—Un rato más, por favor —susurro, esperando que no despierte completamente y me vea en esta situación.

Entonces, ella se trata de levantar de golpe, como si hubiera sido despertada de un sueño profundo. La observo con atención, su cabello todo enredado, sus pecas resaltando en su rostro somnoliento. Y ahora que la estoy mirando, también me doy cuenta de esa camiseta con encaje que lleva puesta y su short de pijama. Mierda...

No hay nada que pueda hacer para evitar que mi cuerpo reaccione ante la vista tentadora frente a mí. Tengo que disimular, así que me quedo boca abajo, intentando ocultar el bulto que se forma en mi pants.

—Creí que todo había sido una pesadilla —murmura.

¿Una pesadilla? ¿Cómo que una pesadilla? ¿Nuestra noche juntos fue una pesadilla?

—Hola dormilona. —Mi voz suena ronca, mientras hago todo el esfuerzo por mantener mi vista lejos de ciertos lugares.

—¿Estás mejor? —me pregunta.

Niego con la cabeza.

—Estoy por morir —contesto mientras hundo la cara entre las sábanas, tratando de controlarlo.

Corazones de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora