37 | Demasiado para mí

1.8K 135 16
                                    

37 | Demasiado para mí


Christopher

Dormir en una silla de hospital nunca ha sido una experiencia que pueda calificarse como confortable, y mucho menos esta noche. Mis párpados no han conocido el alivio del descanso en horas, pero aún así, la preocupación por Scarlett me ha mantenido alerta. Mi único propósito ha sido asegurarme de que ella estuviera lo más cómoda posible en este entorno tan inhóspito.

Con sumo cuidado, estiro mi brazo para alcanzar un periódico cercano, procurando no perturbar el sueño de Scarlett. Una vez que mis dedos se aferran a una de las hojas, comienzo a realizar pequeños dobleces en el papel. A pesar del tamaño incómodo del periódico, logro darle forma a mi creación.

—Buenos días, dormilona —le susurro suavemente, deslizando mis dedos por su cabello con ternura.

Ella me devuelve la mirada con los ojos entrecerrados por el sueño, y aprovecho ese instante para ofrecerle mi pequeña obra de papel.

—Aquí tienes —le digo con una sonrisa, extendiéndole el papel entre mis manos.

Scarlett parpadea un par de veces, tratando de enfocar la vista, y su reacción no se hace esperar cuando se da cuenta de lo que le estoy ofreciendo. Un rubor tenue tiñe sus mejillas.

Sí, definitivamente, esta mujer me encanta.

Me giro hacia Scarlett, viendo la preocupación reflejada en sus ojos, desearía poder leer su mente en este preciso momento para entender qué está pensando exactamente.

—Tengo que ir a la comisaría para dar mi declaración, pero podemos ir a desayunar cuando regrese —le digo con suavidad, esperando calmar un poco sus nervios.

Le doy un beso rápido en la frente, pero noto que no logra relajarse del todo.

—¿Por qué tienes que ir? Tú no hiciste nada —dice ella, su voz temblorosa revelando su preocupación.

Respiro profundamente antes de responder, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.

—Le disparé a un hombre. Fue en defensa propia, pero aún así tengo que testificar —confieso, sabiendo que mis palabras solo aumentarán su angustia.

Hago una pausa, observándola detenidamente, tratando de transmitirle calma con mi mirada.

—Tenemos al hombre bajo custodia. Estará bien. Fue solo un disparo en la cadera —añado, esperando que esta noticia alivie un poco su preocupación.

Puedo sentir su mirada escrutadora, como si tratara de encontrar respuestas en lo más profundo de mi ser. Me pregunto qué estará pensando en este preciso instante.

Entonces, es ella quien rompe el silencio, su voz apenas un susurro cargado de emociones.

—Todo esto es demasiado para mí, Chris —me dice con la voz temblorosa, y siento un pellizco de dolor en mi pecho al verla tan afectada.

Me acerco a ella, colocando una mano en su hombro en un gesto de consuelo.

—Lo sé, amor. Pero tienes que creerme cuando te digo que mi vida no es siempre así, al menos no en la ciudad —le aseguro.

Scarlett levanta la mirada hacia mí, sus ojos brillando con una mezcla de miedo y preocupación.

—¿Piensas volver... al ejército? —me pregunta, su voz apenas un susurro cargado de ansiedad.

Respiro profundamente, sintiendo el peso de su pregunta en mis hombros. Es una interrogante que he evitado enfrentar desde que regresé a la ciudad, pero sé que no puedo seguir postergándola indefinidamente.

Corazones de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora