Corazones de papel

32 | ¿A qué le tienes miedo?

32 | ¿A qué le tienes miedo?

Scarlett

Christopher observa unos momentos en silencio antes de comenzar.

—Cuéntame tu verdad.

—¿Sobre qué? —pregunto, sintiendo cómo la curiosidad me envuelve.

—No lo sé Sobre algo de lo que no te sientas orgullosa. Algo que me haga sentir que no estoy tan jodido por dentro.

Me quedo mirándolo por un momento, preguntándome qué podría decirle. Hay tantas cosas que me hacen sentir avergonzada, tantos errores que he cometido en el pasado. Pero ¿cuál de ellos debería compartir con él?

Finalmente, decido hablar de algo que he guardado en lo más profundo de mi ser, algo que nunca he tenido el coraje de compartir con nadie.

—Bueno... —empiezo, sintiendo la tensión en mis hombros—. Supongo que... nunca me he sentido completamente segura de mí misma. He permitido que otros me pisoteen, me traten mal, sin saber cómo establecer límites. Y... a veces siento que estoy decepcionando a todos a mi alrededor, incluyéndome a mí misma.

—¿Te refieres a tu ex? —pregunta con cautela, sus ojos buscando los míos en busca de una respuesta.

Al escuchar su pregunta directa, siento un nudo en la garganta. No esperaba que llegara tan rápido al punto. Pero, ¿debería ocultarle la verdad?

—Sí, en parte. Pero no solo se trata de Henry —respondo con sinceridad, aunque con cierta reserva—. Ha habido otras personas en mi vida que... bueno, me han hecho sentir menos de lo que realmente valgo.

Bajo la mirada, sintiendo el peso de su mirada sobre mí. No puedo decirle la verdad, no ahora. Pero tampoco quiero mentirle.

—¿Henry fue tu primer novio? —pregunta con una curiosidad evidente en su tono.

Mi mente se sumerge en los recuerdos, reviviendo momentos que preferiría dejar atrás. Asiento lentamente antes de responder, consciente de la fragilidad de mis palabras. 

—Novio, quizá no sea... la mejor manera de llamarlo —respondo con cautela, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Como ya te dije, las cosas no fueron como esperaba...

Chris parece tenso al escuchar mi respuesta, pero no dice nada al respecto. Parece que mi confesión lo ha dejado pensativo, y no sé si eso es bueno o malo.

—¿Saliste con alguien más además de Henry? —pregunta con curiosidad en sus ojos

Niego lentamente con al cabeza.

—No, él ha sido el único... —le digo con una risa irónica—. Bueno... tú. Si te cuento a ti, entonces sí.

Chris frunce el ceño, frustrado.

—Odio que no recuerdes la noche que pasamos juntos —dice con un tono de decepción—. Lo único que tienes en tu mente es a ese imbécil.

Lo observo detenidamente, encontrando difícil describir la atracción que siento hacia él. Llamarlo guapo es un insulto. No es guapo, es más que eso, es belleza en estado puro. Lo que más me gusta son los pequeños gestos que hace: el movimiento de su mandíbula, el levantar de una ceja, los hoyuelos que aparecen cuando sonríe, y esos ojos que parecen atraparme cada vez que los miro.

Y tal vez sí, empieza a gustarme un poco más de lo que quisiera.

Por un momento reflexiono sobre lo que él dijo. Henry era todo para mí porque era lo único que conocía. Pero los besos de Christopher han borrado cualquier recuerdo de los labios de Henry, ahora, pensar en él solo me provoca repulsión. Me pregunto qué pasaría si...