Capítulo 4

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Capítulo cuatro

-- ¿Así que cree que soy la compañera de uno de ustedes? ¿A caso se ha dado un golpe en la cabeza? -- Pregunté burlonamente cruzando mis brazos sobre mi cuerpo.

-- Yo no soy un hombre lobo, cariño, soy tan humana como tú lo eres -- Dijo la mujer -- Y este lugar es especialmente para las personas que son potenciales compañeras de hombres lobos y también son humanos. Acá los cuidamos y protegemos hasta que están en la edad de reunirse con su compañero.

Así que ella era humana. Había pensado que era de los hombres lobos por su físico y lo bien que se veía, los hombres lobos nunca les faltaba nada. Pero a la vez era uno de ellos, al estar de su lado ya no pertenecía a los humanos.

-- ¿Y qué hay de usted? ¿Cómo llegó acá? -- Pregunté a la mujer.

-- Como tu hiciste cuando era un bebe -- Respondió ella -- Me rescataron de un campamento de rebeldes y trajeron acá, a los quince encontré a mi compañero y me marché con él.

-- Y cuando dices "rebeldes" refiriéndote a los de mi especia, ¿Qué es lo que estás intentando decir? -- Quería saber. Casi le daba la advertencia de elegir con cuidado sus palabras, pero decidí no hacerlo para que hablara más abiertamente.

-- Se escondían de la sociedad civilizada -- Respondió la mujer -- Al encontrarlos los hombres lobos lo sometieron a la ley y perdonaron las vidas de quienes parecerían a su mundo. Los que viven así son animales.

-- ¿Y es civilizado asesinar a personas? -- Pregunté -- Tenemos alimentación, educación, tenemos hogares y familias unidas. Todos trabajamos igual de duro. Y ustedes solo llegan a asesinarlos.

-- Eres la única en este lugar que va a pensar así -- Dijo la mujer -- Eso no te será útil para adaptarte acá.

-- No me quiero adaptar con las personas que mataron a mi familia -- Respondí con una expresión seria. Ellos habían asesinado a todas las personas que yo quería y aunque quería tirarme al suelo y llorar sabía que no podía hacerlo acá, tendría que buscar otro campamento humano y unirme a ellos.

-- Solo fueron veinticinco personas humanas, ¿Qué vida pudo tener un grupo tan pequeño? -- Preguntó ella.

En ese momento me llegó la noticia muy fuertemente. Solo habían encontrado a veinticinco personas, lo que significaba que más de la mitad había logrado escapar antes de morir en manos de los hombres lobos. Muchas de las personas que conocían podían estar con vida todavía.

-- Quiero estar a solas -- Dije. La verdad me hubiera gustado estar acompañada, pero no por ella, no había nadie en ese lugar cuya compañía me pudiera hacer sentir mejor.

Ella asintió y se dio media vuelta para salir de la habitación pero se detuvo en el marco de la puerta para dar un aviso.

-- La cena es en dos horas, mandaré a alguien para que te guíe -- Indicó e inmediatamente salió cerrando la puerta provocando un pequeño ruido.

Yo sabía que no podría quedarme en este lugar, pero no estaba en condiciones para marcharme tampoco, estaría indefensa en un mundo lleno de cosas que me lastimarían sin dudarlo. Tenía que juntar algunas cosas como ropa, comida y armas para poder dejar el lugar.

Al buscar por la habitación me di cuenta que realmente no había nada que me fuera útil, la ropa que había en el armario no era cómoda como para escapar y no proporcionaría el abrigo necesario para el frío que a veces hacía por las noches.

En la habitación no había absolutamente nada que podría ser usado como un arma eficiente, nada realmente peligroso.

La habitación era de color rosado intenso, en una de las esquinas junto a una gran ventana se encontraba una cama grande. En el otro extremo de la habitación clavado a la pared había un escritorio con una silla que podía adaptarse la altura frente a él.

Una de las paredes era usada por un armario de puerta color blanca llena de ropa ligera, faldas, vestidos, blusas, pantalones cortos y solo había un abrigo dentro.

El baño era completamente blanco y estaba equipado con distintas cosas distribuidas al aseo personal, habían perfumes de distintos olores y también muchas toallas de colores.

No había medido el tiempo así que cuando escuché unos golpes en la puerta me sobresalté y mi corazón se había acelerado. Tomé unos segundos para tomar respiraciones y finalmente acercarme a la puerta y abrirla.

Ahí se encontraba una chica de una edad similar a la mía, estaba vestida con un vestido blanco completo con escote en forma de corazón y con unos zapatos bajos de color plateado brillante.

-- Hola, mi nombre es Javiera -- Se presentó la chica estirando una mano para que yo la tomara -- Me dijeron que te llevara a cenar.

-- Si, lo suponía -- Respondí -- Mi nombre es Gwen.

Tomé su mano y ella me jaló fuera de mi habitación para luego comenzar a caminar lejos de mi cuarto por los pasillos.

-- Sabes, eres la primera chica que llega sobre los siete años -- Dijo mientras caminábamos -- ¿De dónde vienes? ¿Cómo llegaron a ti?

-- Vivía en el bosque con más personas -- Respondí -- Llegué acá después que los hombres lobos mataran a mi familia y me secuestraran con otras dos niñas, ¿No crees que eso es tierno?

-- No, no lo creo. Eso es realmente horrible -- Dijo ella estremeciéndose -- Conmigo hicieron algo similar, solo que era más pequeña.

-- ¿Puedo preguntar cómo terminaste en este lugar?

-- Claro. Bueno, hasta los once años vivía en un campamento y en una excursión para encontrar a más seres humanos nos encontramos con hombres lobos. A mí me llevaron lejos de inmediato y solo podía escuchar los gritos de las demás personas. Y luego estaba acá.

-- No pareces haberlo tomado mal -- Respondí. Me sorprendía la indiferencia con la que ella podía hablar.

-- No puedo llorar sobre algo que no volverá. Intenté escapar, pero es imposible, no hay salida. No me quedó otra cosa que aceptarlo y adaptarme a sus reglas, ellos nos cuidan como si fuéramos de la realeza, lo único bueno de este lugar -- Dijo ella -- Solo tienes que ceder un poco y las cosas se pondrán mejor.

-- No lo creo -- Respondí -- Ellos creen que soy la compañera de uno de los hombre lobos, si les demuestro lo contrario puede que me dejen ir.

-- Ellos no creen eso. Están seguros de eso. Todos los que tenemos un olor diferente al olor normal de una persona, un olor un poco más dulce, tenemos un compañero. He visto como uno a uno las chicas van desapareciendo de este lugar y se van con sus compañeros. Algún día sucederá lo mismo conmigo. Y contigo igual.

-- Pero yo no quiero tener un compañero. Ellos son monstruos que no hacen nada más que lastimar a los seres humanos -- Dije -- Yo sé lo que es un compañero y no quiero ser el alma gemela de ninguno de ellos.

-- Pero no tienes opción. Además en sólo cinco días es la próxima fiesta en la que los hombres lobos vendrán, claramente tienes más de quince años por lo que tú también tendrás que asistir. En solo cinco días podrías encontrarte cara a cara con quien podrías estar el resto de tu vida.

En solo cinco días podría estar en una situaciónpeor que esta.



Hola a todos!! ¿Qué tal el capítulo? ¿Les ha gustado? Espero que si.

Si no han leído mi historia "Luna" pasen por mi perfil y tal vez les guste, ya está completa y también está inscritas en los Wattys.

Capítulo dedicado a Ella238 ya que su cumpleaños será pronto <3 

-Valerie

CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora