Capítulo 19. El regalo.

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EVELINE HARVEY.

Es domingo, son las diez de la noche y justo está empezando a anochecer. Zack y yo estamos en su coche de vuelta a casa, ya que hemos pasado todo este fin de semana en la casa de la colina. El objetivo de esta pequeña escapada, era estar a solas, relajarnos y hacer como si todo lo malo de las últimas semanas, jamás hubiera pasado. Y lo mejor, es que creo que lo hemos conseguido porque me siento mucho más tranquila y creo que Zack también.

Él está tarareando una canción mientras conduce y sus dedos dan suaves toquecitos sobre el volante al ritmo de su tarareo. Es una melodía que no he escuchado, así que imagino que debe ser una de las nuevas canciones de las que, además de los nombres y algunas letras, no conozco mucho más.

Estar así, con Zack tarareando una de las nuevas canciones, mientras veo el anochecer a la distancia a través de la ventana del coche un domingo por la noche, hace que me sienta en paz.

Jamás pensé que algo tan simple pudiera darme tanta felicidad.

Entonces, su teléfono comienza a sonar con una llamada de Luna que sale reflejada en la pantalla de la radio del coche. Zack responde a la llamada y automáticamente la voz de Luna suena a través del altavoz del coche. 

—¡Buenas noches, hermano! —exclama ella.

—Buenas noches, Luna —responde él, sonriendo—. Te oigo animada.

—Es que lo estoy —responde Luna—. ¿Estáis ya de vuelta en la ciudad?

—Estamos de camino, ¿por qué?

—Porque estoy con Michelle en Thousand Sunny y quiero que Eve y tú vengáis también. Tengo algo importante que deciros.

—Uhm... —murmura Zack—. Si no fuera por lo animada que estás, me temería lo peor —bromea, riendo.

—Déjate de tonterías. Os quiero aquí en diez minutos.

—Tranquila, Luna, hace un rato que hemos salido, pero aún así creo que nos queda una media hora para llegar.

—Vale, lo que quieras, pero no tardéis mucho.

—A sus ordenes, capitana —vacila él—. En cuanto lleguemos a la ciudad, vamos directos a Thousand Sunny.

—¡Genial! ¡Nos vemos en un rato!

—Hasta ahora —dice Zack, negando con la cabeza, antes de colgar. Luego me mira y dice—: ¿Vamos a Thousand Sunny?

Yo me río, antes de responder:

—Vamos a Thousand Sunny.

Cuando volvemos a la ciudad, Zack conduce en dirección a Thousand Sunny. Y una vez que entramos, nos sentamos con Luna y Michelle.

—Buenas noches, chicas —digo, una vez que nos sentamos con ellas.

—¡Buenas noches, Eve! —responde Michelle—. ¿Cómo os ha ido el fin de semana en la casa de la colina?

—Bastante tranquilo —respondo, soltando un pequeño suspiro.

—Sí, tal y como se esperaba —dice Zack, riendo—. Por cierto, ¿dónde se ha metido Zeta? Me hace sentir demasiado rodeado de chicas que él no esté aquí —bromea él y Luna rueda los ojos.

—No sé donde demonios se ha metido Zeta, lo único que sabemos de él, es que está con Leticia —responde Luna—. Al parecer han congeniado bastante bien.

Al principio me extraña un poco el hecho de que Zeta esté con Leti, pero luego, recuerdo que ella me dijo que solo puede salir por las noches y, en caso de no poder, al parecer ella tampoco tiene problemas con escaparse por la ventana.

FADE AWAY [#2]Where stories live. Discover now