Capítulo 23. Nuevos encargados.

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—¡Vamos, Zoe! —exclama Naida—. ¡Vámonos de una vez! ¡Es que no sé que es lo que estamos esperando!

Zoe, Naida y yo llevamos casi una hora en su casa, esperando a que Zoe, que tiene algo importante que decirnos, decida cuando salir. Lo único que sabemos con certeza, es que vamos a ir a tomar algo al Moonlight, donde le he dicho a Zack que se pase después, cuando él y los demás acaben en el estudio.

Zoe rueda los ojos.

—¡Os he dicho unas siete veces que tenemos que esperar hasta las 6:00! ¡Y todavía tiene que llegar Derek! 

—Derek está trabajando, Zoe, él...

Pero antes de que Naida acabe su frase, el timbre de la puerta suena y cuando Zoe abre, Derek aparece en la sala, saludándonos.

—¡Hey, chicas! —dice, levantando una mano a modo de saludo mientras la otra se esconde en el bolsillo de su pantalón.

—Pero ¿cómo es que estás aquí? —pregunta Naida, en tono acusador—. ¡¿No deberías de estar terminando de programar el juego?!

Derek de encoge de hombros, antes de responder:

—Le he pedido al jefe salir antes y me ha dado permiso.

—¡¿Un permiso de dos horas de antelación?!

—Tranquilízate, Naida —dice él, sonando calmado—. Estas últimas semanas he estado adelantando muchas cosas y el señor Eliades lo sabe. Él es consciente de que dentro de unos meses CoraGames volverá a sacar otro de los juegos que revolucionará de nuevo la industria del vídeo-juego, y por eso me ha dejado salir antes.

Al parecer, CoraGames es una de las empresas de vídeo-juegos más reconocidas a nivel mundial, pero como yo no tengo ni la más mínima idea sobre el tema, no fue hasta que los conocí a ellos que empecé a entender la gran importancia que tiene en la industria del vídeo-juego.

—Y luego estoy yo, que he tenido que cambiarle el turno a Jacob para poder estar aquí ahora —dice, cruzando los brazos en frustración.

—¿Jacob el de la mañana? Eso explica porque estaba ocupando tu puesto ahora.

—¿Podéis dejar de hablar de trabajo ya, por favor? —pregunta Zoe—. ¿O es que no queréis que nos vayamos de aquí?

—¡Claro que sí! —exclamo yo, levantándome del sofá.

Los cuatro salimos de ahí y nos dirigimos al Moonlight, y una vez que llegamos allí, Zoe se acerca al chico detrás de la barra que reconozco como el camarero que Lawrence contrató el día después de echar a Marlene. Y tras susurrarle algo al chico, él sale de detrás de la barra y Zoe ocupa su lugar, haciendo que Naida me miré extrañada, al igual que yo a ella.

—¡Chicas! —exclama, mirándonos—. ¡Estáis delante de los nuevos encargados de este precioso bar! 

—Espera un momento... —dice Naida—. ¿Cómo que «nuevos encargados»? ¿Tú y quién más? 

Derek levanta la mano, haciendo que Naida y yo volvamos a mirarnos sorprendidas.

—¿Pero en qué momento os habéis convertido vosotros en los nuevos encargados del Moonlight? —pregunto yo, riendo, porque esta situación es la que menos esperaba.

—Yo he sido obligado por Zoe —dice Derek, rodando los ojos—. Y ahora, además de por las tardes, tendré que trabajar también por las noches...

—¡Tú fuiste quién me dijiste que necesitabas un poco más de dinero para comprarte un coche nuevo! Y siento haberme quedado con el horario de tardes, Derek, pero como tú bien has dicho, ya trabajas por las tardes en CoraGames.

FADE AWAY [#2]Where stories live. Discover now