Capítulo 2. El Impulso.

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Estoy desconcertada.

De repente, me encuentro en un lugar que no conozco. No sé si quiera como he llegado aquí, pero, el caso es que es una especie de jardín, repleto de personas que tampoco conozco y que, además, van vestidas de forma muy elegante, al igual que yo, que llevo un vestido de color azul celeste y tengo un cóctel en mi mano, mientras me encuentro mirando todo a mi alrededor.

—¡La boda está a punto de comenzar! —exclama una voz masculina—. ¡Vamos todos dentro!

¿La boda? ¿De quién? 

No entiendo nada pero igualmente, sigo a todo el mundo hasta el interior de lo que parece una casa bastante grande. Parece... La casa de la colina de The Last Wish...

Siguiendo a todo el mundo hasta dentro de la casa, encontramos la sala repleta de sillas, con una especie de altar al fondo donde se encuentra... ¿Zack? 

«Espera... ¿Qué?» —pienso, mientras mi corazón se hunde en mi pecho.

Tomo asiento al lado de un par de personas que desconozco y cuando ya todos estamos sentados, la ceremonia da comienzo y con ella, suena una música melódica y una chica vestida de blanco que no reconozco, comienza a caminar a través del pasillo cogida del brazo de... El señor Lennox. ¡Y ella es Valeria! Y cuando llega al altar, se coloca al lado de Zack y él toma sus manos.

Siento como si mi respiración se agitara en mi pecho porque no estoy entendiendo nada, pero intento calmarme. 

Cuando la ceremonia comienza y la persona que la está oficiando, termina de dar el discurso inaugural, acaba haciendo la pregunta más obvia. Mirándola a ella, dice:

—Valeria Norton, ¿quieres recibir a Zack Valley como esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe?

Ella lo mira, con un gesto de duda. Luego mira al hombre que le ha preguntado y vuelve a mirar a Zack para decir:

—Yo... —murmura, pensativa—. Yo... —Suspira, antes de contestar—. No puedo... 

Entre toda la gente que llena la casa, se escucha un unisono «oh», cargado de sorpresa. Luego ella sale corriendo de allí, sin decir nada más.

—Bueno... —dice, incómodo, el hombre que oficia la ceremonia—. Nunca antes me había pasado algo así. Así que me veo en la obligación de preguntar... ¿Hay alguien más en disposición de casarse esta noche?

—¡Yo conozco a alguien! —exclama Zeta en voz alta, al tiempo que se levanta de una silla. Luego me señala a mí, y antes de que me de tiempo a reaccionar, él se acerca y me agarra en brazos, echándome sobre su hombro, para finalmente soltarme sobre el altar, justo al lado de Zack.

Es todo tan surrealista, que no sé que hacer o que pensar. Entonces, el hombre, vuelve a hablar:

—Zack Valley, ¿quieres recibir a Eveline Rosella Harvey como esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe?

Zack me mira y, con una sonrisa, responde:

—Por supuesto que sí, quiero. 

Pero yo, lo único que puedo pensar es: ¿cómo esta persona sabía mi nombre?

Entonces, vuelve a hablar para decir:

Eveline Harvey, ¿quieres recibir a Zack Valley como esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe?

FADE AWAY [#2]Where stories live. Discover now