FADE AWAY [#2]

Capítulo 16. El mensaje.

ZACK VALLEY.

—¡Buenos días! —exclama Eve, acercándose a nuestra mesa, nada más entrar por la puerta de Thousand Sunny.

Luna y yo estamos con Zeta, quien ha llegado hace unos cinco minutos. Y ahora que está aquí Eve, solo falta Michelle, que debe estar al caer.

—¡Buenos días, Eve! —responde Luna, sonriendo.

Eve se acerca para abrazar a mi hermana, antes de decir:

—¡Me alegro de que ya estés fuera!

—Gracias, no sabes el alivio que tengo —responde ella, sonriendo.

—Es una alegría que ya la hayan sacado de ahí —dice Zeta—. Cuando se la llevaron anoche, Michelle y yo nos temimos lo peor.

—Ya somos tres —respondo yo.

—Cuatro... —murmura Eve, antes de inclinarse para dejar un beso rápido en mi mejilla y sentarse a mi lado. Yo tomo su mano y dejo un beso sobre ella.

—¿Cómo ha ido la mañana?

—Genial —responde, sonriendo—. He estado en el taller de Violet, viendo los diseños, conociendo a sus ayudantes...

—¿Violet, la mujer de Martin? —pregunta Zeta, alzando una ceja.

—La misma —respondo yo—. Casualidades de la vida, amigo.

—Ya veo. Oye, Eve... ¿Y no habrá por ahí alguna chica... Interesante? —pregunta, haciendo que Luna escupa el zumo que estaba bebiendo y ambos lo miremos bastante sorprendidos.

—Vaya... —murmura Luna—. ¿Y ese cambio tan drástico? 

—Ya me he cansado de quejarme de la vida y vivir pareciendo un alma en pena. Ya va siendo hora de pasar página y si no me animo a conocer a nadie, nunca podré hacerlo.

—Conocer a alguien puede ser una buena forma de pasar página —digo, sonriendo, porque estoy feliz de que por fin Zeta haya decidido seguir adelante—. Así que, dinos, Eve. ¿Has conocido a alguna chica que creas que podría estar dispuesta a conocer a nuestro Zeta? —pregunto, riendo.

—Pues he conocido a dos chicas esta mañana. Yolanda y Aina; las ayudantes de Violet. Pero creo que las dos están demasiado ocupadas sentimentalmente hablando... Yolanda está enamorada de otro de los chicos del taller y Aina... Creo que está interesada en su compañera.

—Nooooo.... —dice Luna—. ¿Estás diciendo que hay un triángulo amoroso?

—Eso creo —responde Eve, riendo.

—De ahí podría salir un buen nombre para un libro. Algo así como; ¡Triángulo amoroso entre tejidos de seda! 

—Nah, eso es demasiado largo —responde Zeta, chistando—. Yo le pondría... —Él susurra en tono misterioso—: «Sexo entre costuras».

Eve, Luna y yo empezamos a reírnos ante eso, cuando aparece Michelle.

—¡Luna! —exclama ella, abrazándola por detrás—. ¡Qué alegría que estás bien, amiga! 

—Estoy genial, Michelle, tranquila. —Luna sonríe y Michelle se sienta a su lado.

—Casi le da algo anoche cuando apareció la policía —dice Zeta—. Se puso a gritar como una loca.

Zeta nos ha estado contando a Luna y a mí que, anoche cuando ellos llegaron a la comisaria a buscar a Luna, tuvo que tranquilizar a Michelle, ya que, al igual que yo cuando llegué con Eve unas horas más tarde, estaba bastante alterada.