Capítulo 27

7.1K 476 66
                                    

Madison

Terminamos de comer y Marcos se ofrece a llevarme a casa, rechazo su buena oferta, no por el hecho de que no quiera que me acompañe a casa, sino porque tengo otros planes antes de volver. Isaac y Ashley se van en el coche de Isaac, el resto se van en el coche de Marcos y va andando ya que vive a una manzana de aquí.

Como de costumbre, cojo el autobús que me lleva a Heaven. Esta última semana he usado el transporte público más que en toda mi vida. El autobús llega antes de lo que esperaba, vacío como siempre. Me subo y para mi sorpresa el conductor es el mismo anciano que el de la última vez. Me dedica una mirada.

-¿Tú otra vez? ¿No irás a volver a Heaven?

-Ahí es precisamente a donde voy. –confieso mientras saco un billete diez dólares y se lo entrego. Espero a que me dé el cambio.-

-¿Qué se te ha perdido allí? –Pregunta mientras saca un billete de cinco y tres de uno de su bolsillo.-

Más que qué, quién.

-Eso es lo que intento averiguar. –Cojo el dinero y camino por el estrecho pasillo hasta sentarme en un asiento-

El autobús arranca antes de que pueda sentarme, lo que hace que mi caída sea bruta. Los asientos están cubiertos por cuero, el cual está demasiado desgastado. No aparto de mi mente la idea de que hayan cogido de la basura lo primero que vieron para el autobús. Probablemente este autobús también pertenezca a Heaven y puede que esa sea la razón por la que siempre está vacío.

En más de cuarenta minutos la parada que tanto esperaba llega. Me bajo del autobús dándole las gracias por este aburrido trayecto. Observo como la cabina con cuatro ruedas se marcha lentamente. Entonces vuelvo mi atención a las calles apagadas, tan solo son las seis de la tarde, pero parece como si ya fuera la nueve de la noche. Una de cada diez farolas alumbra la calle, lo que hace difícil que encuentre su piso.

Diez minutos después me doy por vencida: estoy perdida. Intento buscar el camino de vuelta a la parada de autobús, pero no recuerdo cual era el camino. Todo está oscuro, todas las calles parecen iguales. Me siento como si estuviera encerrada en un laberinto. Entonces, para aliviar mi confusión escucho pasos, cada vez más cercanos. Camino todo recto intentando alejarme de los pasos, pero parecen seguir mi camino. Me giro varias veces sin dejar de caminar, pero no hay dueño de esos pasos. Los pasos misteriosos aceleran, yo acelero los míos, hasta que empiezo a correr ¿En qué pensaba cuando decidí venir aquí a estas horas? Tiro por un callejón y entonces mi cuerpo choca con otro mayor. Grito.

-¿Madison? –Escucho su voz familiar-

Le miro a los ojos, sus manos agarran mis hombros manteniéndome a una distancia tolerable.

-Dios mío, Kai.

Prácticamente siento que me he hecho pis encima.

-¿Qué pasa? –Pregunta confundido- ¿Quieres subir?

Asiento con la cabeza. Kai abre la puerta del edificio y me deja pasar. En diez minutos ya hemos subido los siete pisos y me encuentro sentada en el sillón del salón.

-¿Qué ha pasado? –Pregunta- ¿Por qué corrías?

-Tenía la sensación de que alguien estaba siguiéndome. –Confieso un poco avergonzada al contarlo-

-Puede que sea Oliver, hoy le toca vigilar las calles, y en cuanto escucha un ruido no duda en acercarse para averiguar qué es.

-¿Dropped está aquí? –pregunto entonces, recordando el motivo por el cual he venido-

DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)Where stories live. Discover now