DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)

Capítulo 1 (NUEVA VERSIÓN)

¡Hola, chicos! Ya estoy de vuelta para subir la nueva versión de esta novela Dropped.

Al final me he decantado por no borrar la versión anterior, o  al menos no todavía para que aquellos que se han quedado leyéndola puedan terminarla.

Ahora, ¡disfrutad de la novela!

El coche patrulla se detiene justo frente al letrero en el que el nombre del barrio está escrito.

Ambos bajan del coche y encienden sus linternas.

-Heaven. – murmura uno de ellos. - ¿Vamos a entrar?

Se miran a los ojos con cierto miedo en ellos. Cualquiera lo tendría.

-Mejor volvamos a la oficina. Le diremos a Max que no había nada por aquí.

-Está bien.

Vuelven a subir al coche y dan marcha atrás, alejándose de esas calles que todo el mundo temía tanto. Y es que Heaven no era un sitio para cualquiera.

Siempre había vivido en Nueva Jersey, en la parte este de los Estados Unidos donde siempre hacía frío. Había vivido allí incluso después de la muerte de mi madre, cuando tenía doce años, incluso cuando mi padre tuvo que trasladarse a la parte oeste del país.

Mi hermana mayor también se marchó junto a mi padre. No le quedaba nada en casa. No tenía motivos para seguir quedándose allí, atada al recuerdo de nuestra madre. Yo, en cambio, seguía aferrada a cualquier cosa que me recordara a ella. Me quedé en Nueva Jersey junto a mis tíos, por parte de madre. Sabía que mi hogar estaba allí. Que no debía irme.

Qué idiota fui.

No fui consciente de que no me estaba permitiendo seguir con mi vida. Seguía vinculada a cualquier recuerdo viviente de mi madre, mientras que los demás lo iban superando. Mi tía se dio cuenta de ello, de que seguir allí no era bueno para mí.

Ahora llevo dos semanas viviendo en California, junto a mi padre y mi hermana. Todavía no logro sentirme como en casa. Todavía siento que mi hogar está en otro sitio, que tengo que estar con ella. Aunque ella ya no está.

- ¿En qué piensas? - Me pregunta mi hermana, mirándome cuando detiene el coche en un semáforo en rojo. -

- No quiero ir. - le digo. –

Después de las largas vacaciones de verano, hoy era el día de vuelta al instituto. Para mí no solo era eso. El día de hoy significaba ver cientos de caras que jamás había visto, sentir a los demás cuchicheando, hablando de la chica nueva que viene desde la otra punta del país.

- No tienes que preocuparte por ser la nueva, Madi. - dice con pena. - Solo se cómo tú eres y ya verás que lo demás está hecho.

- Para ti es fácil decirlo.

- Y para ti podría ser fácil hacerlo. Solo es cuestión de ganas.

Vuelve a arrancar el motor. Suspiro y apoyo la cabeza en la ventana mientras observo las calles soleadas. California es uno de los estados más calurosos de la parte este de los Estados Unidos, y eso se nota a estas alturas del año.

Quince minutos después llegamos al que, a partir de ahora, sería mi instituto. Kate, mi hermana, se dirige al parking. Es pequeño. Está situado en un pueblo de Inglewood donde apenas hay quinientos alumnos. En Nueva Jersey éramos dicha cifra multiplicada por dos.