Capítulo 46

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Madison

Jared se encuentra en la cocina rebuscando entre los armarios y el frigorífico algo para comer mientras yo me encuentro sentada en el sofá pensando en papá, en cómo serían las cosas si mamá estuviera ahora con nosotros.

Kai entra en la cocina y me observa asombrado. Parece ser que no ha sabido de mi presencia esta noche.

-Buenos días. –dice y finalmente sonríe.-

Observa a Jared en la cocina y se sienta a mi lado en el sofá.

-No sabía que estabas aquí. –Confiesa, aunque ya lo imaginaba.- ¿Estás bien?

La verdad, me alegro de que no me pregunte cosas como ¿Qué he pasado? No me siento preparada para hablar del tema sin romperme a llorar. Sí, puede que sea un poco exagerada, pero mi madre siempre fue lo más importante para mí, y aunque sea cruel la valoraba más que a mi padre, y ver que una mujer puede reemplazar los sentimientos que tuvo por mi madre, me rompe el corazón.

Y no es que no quiera que mi padre no sea feliz, sino que me gustaría que lo fuera de otra manera que no sea con otra mujer.

-Bien. –Digo por fin.-

-Puedes quedarte todo el tiempo que necesites, a James y a mí no nos importa en absoluto. –Me sonríe y después se levanta para dirigirse a la cocina.-

Cierro los ojos y apoyo la cabeza sobre el incómodo sofá, si, no es uno de los mejores. ¿Quedarme todo el tiempo en Heaven? No suena mal del todo.

-He logrado encontrar algo de pan para tostadas. –Dice Jared mientras deja un plato pequeño con dos tostadas de mantequilla.- Lo siento, no tenemos más. –Hace una mueca y se sienta a mi lado.-

-Está bien así. –murmuro y le miro.-

Sus ojos azules me observan profundamente, sonrío y él hace lo mismo.

-Se van a enfriar. –murmura mirando el plato donde están las tostadas, sin dejar de sonreír.-

Me acerco a él y pego mis labios a los suyos en un beso que dura unos segundos. Cuando nuestros labios dejan de hacer contacto sus ojos se abren y me observan.

-Gracias, por todo. –Susurro aún a poca distancia de sus labios.-

-Tienes mi ayuda cada vez que la necesites.

Sonrío y entonces me llevo la primera tostada a la boca, dándole pequeños bocados hasta terminarla, y después hacer lo mismo con la segunda.

-¿Quieres que te lleve a algún lugar, o algo? –pregunta él.-

-Me gustaría ir a casa... quiero coger algo de ropa.

-Está bien. –Se acerca a mí y me besa la coronilla.- Ve a vestirte. –Dice y se levanta después de coger el plato para llevarlo a la cocina.-

Voy hacia su habitación y me quito su camisa para ponerme mi ropa. De mientras, analizo su habitación y me doy cuenta de que le caja de cartón ya no está, debe de haberla tirado antes de que el cadáver se descompusiera.

Recuerdo cada momento que pasamos aquí, recuerdo el día que me enseñó la cantidad de dinero que tenía. Es una pena tener tanto dinero y no poder emplearlo en prácticamente nada, no poder vivir en un lugar mejor, no poder abandonar esta miseria por un estúpido pacto... ¿A quién se le ocurriría hacer un pacto para no poder salir de una ciudad así? Quizás eran masoquistas.

DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)Where stories live. Discover now