DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)

Capítulo 45

Nuevas fechas de subida: Lunes, Miércoles y Viernes

Jared

Llego a las calles de Torrance y paro el coche en el instante que la arena posee el terreno. Diviso su cabaña a lo lejos y me acerco un poco más con el coche para después salir de este y caminar hacia dentro.

Como de costumbre, la cobarde de Elsa tiene a dos guardias vigilando en la entrada, los cuales me escanean de arriba abajo con la mirada en cuanto me ven.

-Vengo para hablar con Elsa.

Uno de los guardias me registra y después me dejan pasar. Busco su oficina con la mirada y entro. La encuentro sentada en su silla giratoria con el ordenador.

-Que sorpresa. –Dice mirándome.- ¿Qué quieres?

-Quiero que dejes de joderme la vida, y que dejes en paz a las personas que quiero. –espeto acerándome a ella.- No quiero que vuelvas a acercarte a mis calles, ni que traigas a personas de otros barrios heridos a el nuestro para hacernos parecer culpables.

-¿Qué? De eso último no he sido culpable. –Confiesa con el ceño fruncido.-

-Yo también sé jugar a tus juegos, Elsa, eres la que mejor sabe que si una cosa sabemos hacer en Heaven es matar a gente.

Solo unos pocos centímetros nos separan.

-¿Cómo está tu amigo? –Pregunta y sonríe.- Les dije que intentaran dispararle en el corazón pero, por unos centímetros no llegó.

Sintiendo la rabia en mis venas la cojo del cuello y estampo su cuerpo contra la pared. Gruño.

-El próximo entierro va a ser el tuyo, Elsa.

Intenta soltarse de mi agarre, pero mi fuerza es mayor que la suya, y más en estos momentos en los que la rabia me consume.

-¿Por qué no me matas ahora?

-Porque yo no soy como tú, no me aprovecho de las personas que no pueden defenderse. Más te vale preparar a tu equipo de gorilas porque lo vas a necesitar.

Y entonces la dejo caer en el suelo y salgo de la oficina echando humos. Me llevo las manos a la frente y tomo una bocanada de aire intentando recuperar mi compostura.

-¿Owen? –Digo al ver su mata de pelo negro salir de una de las habitaciones de la casa.-

Me mira al escuchar su nombre salir de mis labios.

-Dropped...

Camina hacia mí. Le miro de arriba abajo, no se parece al chico que solía ser, ahora lleva un jersey de punto y unos vaqueros que parecen costar miles de dólares.

-Mírate... -murmuro.- No llevas ni un mes aquí y ya pareces otra persona...

-Soy otra persona. No tener que vivir bajo limitaciones es lo mejor, Dropped. –Dice contento.- Sé que hay que romper un pacto que haces cuando te unes pero... esto es lo mejor.

-No, no lo es. Vives controlado por lo que los demás hacen o dicen. Piensas que llevar jerséis y vaqueros de marca te hacen una mejor persona, pero no es así.

-Puedo ir a la tienda que me plazca, incluso tengo un trabajo ahora, ¿Puedes creerlo? Un maldito trabajo en el que me van a pagar. Tener una vida normal es más de lo que una persona normal puede querer, Dropped, y sé que tú acabarás accediendo también.

-No accedería nunca. –Espeto.-

-¿Ni siquiera por Madison? –Alza una ceja.- Oh, vamos, sabes que ella tampoco querría ser de Heaven, nadie querría. Vuestras calles se van a ir al infierno, moriréis todos y no quedará nadie más.