DROPPED 1 - HEAVEN (SUBIENDO NUEVA VERSIÓN)

Capítulo 38

Una semana después.

Hoy ya es el cuarto entrenamiento del equipo de animadoras, y como capitana no puedo tener el lujo de saltármelo.

Amy, la única chica del equipo que parece no ser una estirada, y yo hemos hecho buenas migas. Intento ayudarla todo lo que puedo ya que es un poco torpe.

Esta semana ha sido difícil para mí, he reconocido que siento algo por Jared, cosa que ya sabía, pero esta semana me he dado cuenta de ello. Sigo teniendo la misma opinión que la semana pasada: él no es bueno para mí, ni para nadie, así que sigo sin tener planeado volver a acercarme a él.

Marcos ha estado más cercano a mí esta semana, me ha dado todo su apoyo y su cariño. Ahora mismo no pienso en algo más que amistad con él, sí, me gustó en sus días, pero de alguna manera me recuerda a todo lo que pasé con Jared, y prefiero mantener esos recuerdos alejados.

He estado intentando convencerle a Marcos de que Brenda es una buena chica para ella, pero parece estar cegado.

Ashley ha sido uno de mis mayores apoyos esta semana, me ha hecho ver que las cosas están mejor así. También ha venido a apoyarme a cada entrenamiento, cosa que ha hecho enfurecer a las barbies –primer objetivo de Ashley.-

¿Buenas noticias de esta semana? Que Ashley e Isaac son oficialmente novios.

Nada más.

Jared

Lunes.

Las cortinas de mi habitación se abren provocando que me despierte. No recuerdo haberlas dejado abiertas.

-Hora de levantarse. –Escucho la odiosa voz de James.-

-Deja de tocarme los huevos, James. –gruño.-

-Llevas una semana encerrado en tu habitación. Es hora de empezar a hacer algo productivo.

-Tú podrías hacer algo productivo y dejar de perder tu tiempo aquí. –Me quito las sábanas de encima.- ¿Qué quieres?

-Walter vuelve a pedir más mercancía, ve a su almacén y dásela.

-Genial. –Digo sin ninguna expresión en mi cara y me levanto de la cama.-

James se marcha y yo me visto con los pantalones de deporte que están tirados en el suelo y la camisa de tirantas que está encima de la mesita de noche.

He dejado de ir a clases, he dejado de mantener comunicación con el exterior, he dejado de ser la persona que era, y sobre todo, no he dejado de pensar en ella.

No sé si para ella lo que tuvimos significó algo, pero para mí, definitivamente sí. Lo que más me duele es que no tengo ni siquiera el valor necesario para enviarle un mensaje o ir a verla como hubiera hecho tiempo atrás. Me siento como un cobarde.

¿Buenas noticias de esta semana? Que Elsa ha dejado de tocarme los huevos.

Llego al almacén de Walter. No puedo evitar recordad cuando vine en busca de él la semana pasada porque Elsa tenía a Madison encerrada a saber dónde.

Lo diviso bajando las escaleras. Se acerca a mí en cuanto me ve.

-Jared...

-La próxima vez que vuelvas a llamarme así no vivirás para contarlo. –Espeto.- Tu pedido.

Le lanzo la bolsa de plástico con doscientos gramos de marihuana y él me da el dinero correspondiente. Empiezo a contarlo para asegurarme de que está todo.

-¿Has vuelto a hablar con ella? –Pregunta.-

Niego.

-Yo la he visto varias veces por Los Ángeles, con sus amigos. –murmura.-