Capitulo XX: Es tu culpa

6.6K 487 21
                                    

Todos los personajes de Percy Jackson no me pertenecen son propiedad del señor Rick Riordan GRACIAS POR CREAR ESTOS LIBROS: D

(Nico di Ángelo y tú)

POV Nico:

Estaba durmiendo cuando alguien golpeando mi puerta me despertó, pensé que sería Jasón porque solo a él se le ocurría venir a estas horas.me levante y tome una playera, Pero cuando abrí la puerta me encontré con una chica chaparrita de cabello largo...maldición ___________(t.n.)

-¿Qué? – le dije enfadado

-ya vine- dijo mirándome con esa extraña mirada caníbal suya puesta en mi abdomen, yo me puse mi playera rápidamente y le dije:

-ya me di cuenta- dije enfadado

-ah-dijo ella

-¿Qué quieres?- le pregunte viendo que no hablaba

- mi entrenamiento- me dijo sonriendo

-pero... me vienes a despertar por eso- le dije aún más enfadado

-¿eh?-dijo poniéndose nerviosa

-sabes que... podemos entrenar más tarde-le dije yo cansado

-ah... es que ya me he escapado de Percy...- dijo y me hizo recordar como Percy la había buscado ayer; le iba a decir que quizá debería entrenar con Percy; Pero ella me distrajo y me dijo acusadoramente:

-Además tú me dijiste que me ibas a entrenar!-sus ojos me demandaban que lo hiciera y me di cuenta que si la mandaba con Percy de todos modos se iría pero hice un intento

-si... yo... ah... ni siquiera he desayunado...- le dije esperando que se marchara pero no parecía tener ganas de hacerlo porque me dijo:

-bien... desayuna primero... yo aquí te espero- dijo sentándose en mi umbral yo rodé los ojos y comencé a caminar hacia el comedor... en realidad no tenía hambre solo lo había dicho para que se fuera pero igual que siempre yo no era capaz de predecir lo que ella haría.

Juguetee con mi desayuno, pero al final desayune algo de fruta; luego el comedor comenzó a llenarse de campistas, vi a Percy y Tyson entrar al comedor y decidí irme. Entonces vi a un grupo de hijos de ares parados en la entrada hablando entre ellos; pensé que era algo estúpido pero lo hice. Me transporte en un viaje sombra a su lado y se asustaron... algunos dieron gritos no tan dignos de ser hijos de ares, el dios de la guerra; pero sus caras no me agradaron, como pensé que lo harían, escuche risas de todo el comedor y yo me fui caminando de allí sin prestarles atención.

__________(t.n) tenía mala suerte parecía ser la única que ponía caras graciosas; la molestaría hasta que me quitaran este castigo, sí, eso haría.

Llegue caminando a mi cabaña y _________(t.n.) estaba sentada en mi umbral, me di cuenta que ella acostumbraba hablar sola, ahora estaba diciendo "si él se me ofreció" "y yo no soy mal educada" me reí silenciosamente de ella y me materialice enfrente de ella y le grite "ya" se sobresaltó y puso su cara asustada, con sus grandes ojos verdes saliéndose de sus orbitas, su boca se abrió pero ahogo el grito me dijo:

-si ya vi... ¿porque siempre me asustas?- me dijo poniendo cara de indignación, parecía una niña pequeña haciendo un berrinche. Era raro que alguien lograra divertirme, y más raro divertirme asustando, entonces pensé que yo tampoco era muy normal.

- es tu culpa... - le dije evitando mirarla

-si ya se...- me contesto mirándome como su bola de estambre... o como su pedazo de carne

-bueno...vamos – le dije mientras tomaba mi espada y caminaba rápido intentando alejarla de mí.

La lleve a la arena y busque un lugar adecuado, entonces me gire y comencé a explicarle de que iba la cosa:

-bueno lo básico es que aprendas a montar tus defens...- me detuve ella no tenía ningún arma quizás su arma era como la de Percy o Jasón y la llevaba guardada pensé

-¿Qué?- me pregunto ella cuando sus neuronas se dieron cuenta que yo había dejado de hablar

-¿y tú espada?- le pregunte

- ¿cuál?- me dijo ella yo suspire y fui más específico

-tu arma

-ah no tengo- dijo como si no entendiera para que necesitaba una, ella me había ido a despertar tan temprano y ni siquiera tenía un arma, de camino aquí habíamos pasado cerca de la armería y ¡no se le había ocurrido mencionar que no tenía un arma!

-y porque no me dijiste antes- le dije enfadado y comencé a ir a la armería para buscarle un arma.

-oye espera no te enojes es que no sabía... -me dijo excusándose yo seguí caminando hasta me di cuenta que no escuchaba sus torpes pisadas me detuve y voltee a verla ella estaba bastante lejos mirando el suelo como si yo la hubiera acusado de matar a mi perro yo rodé los ojos

- que haces allí parada... camina- le dije moviendo mi mano estúpidamente para que viniera tras de mí.

-emm si...- dijo mientras corría hacia mi sonriente ella era bastante fácil de poner feliz; pero también era tan fácil ponerla triste, cuando llego a mi lado tomo mi brazo y me apretó con tanta fuerza que creí que me lo iba a arrancar entonces me olisqueo de nuevo.

- ¿qué haces?- le dije un poco asustado

-vengo contigo... y no me gusta cuando me dejas atrás.- me dijo pero yo comenzaba a sospechar que no era que no le gustara ir atrás era más bien que a ella también le gustaba molestarme, invadir mi espacio, y tocarme ... ¿porque? a mí nadie me tocaba y esta era la segunda vez que ella se me colgaba del brazo.

-a mí me gusta que vengas atrás- dije enojado intentando liberar mi brazo, si nos gustaba molestarnos ella iba a perder porque yo la molestaría más.

-hay... pues que gustos tan raros tienes – dijo soltándome y parándose atrás de mí. y voy ganando pensé.

Y Entonces... Te Encontre (Nico di Angelo y tu)Where stories live. Discover now