16. Eres una caja de sorpresas

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***REVISADO***

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Francisco Lachowski (Ryan Peterson)

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- ¡Ryan, vamos a llegar tarde! - le grito desde mi habitación mientras vuelvo a meter todo en mi bolso.

Ryan ha creído que sería gracioso esconderme el contenido del bolso por toda la casa. ¡Me sacó todos los bolígrafos del estuche y los metió entre los libros de la librería! Como no encontraba nada, los chicos, se fueron a clase mientras yo buscaba mis cosas y Ryan se reía de mí.

Como venganza yo le escondí su ordenador, sus calzoncillos y las dos cajas de condones que tenía en el cajón. Me coloque un par de tiras en el cuello como si fuera una bufanda y baje a buscar a Ryan.

Al llegar al salón encontré a Ryan tumbado en el sofá y dormido. La bombilla de mi cabeza se encendió, así que fui corriendo hacia el y me senté de golpe en sus partes. Ryan se despertó de golpe soltando un gruñido e incorporándose.

- ¿Ya estas despierto, dormilón? - el me responde con otro gruñido e intenta quitarme de encima con la mala suerte de que solo consigue quitarme la bufanda de condones que llevaba.

- ¿Esto es una indirecta? – me pregunta con una sonrisa torcida.

- Ya te gustaría. - le digo- Tu guárdalos bien porque son los únicos que tienes hasta que encuentres el resto.

- ¿Qué has hecho? - pregunta con confusión.

- Tu me escondes cosas, y yo también. - le respondo dándole una palmada en la pierna y levantándome.

Voy hacia la cocina y empiezo a sacar los ingredientes para ir adelantando la comida.

- Supongo que no vamos a ir a clases. - dice Ryan mirando el reloj.

- Creo que está claro. - Las clases empiezan a las 9 de la mañana y ahora son casi las 11. Quien me manda a mi ponerme a buscar las cosas en vez de ir a clase.

- ¿Quieres que vaya contigo a buscar a tu madre? - mi respuesta es una sonora carcajada.

- Cuanto menos tiempo paséis con ella, mejor.

- No puede ser tan malo.

- Dejaré que lo juzguéis vosotros. - respondo riendo.

- ¿Qué íbamos a hacer de comida? - me pregunta Ryan

- Dijimos que comida mexicana, pero nos faltan unas cuantas cosas. Nachos, aguacates, salsa de queso, tortitas, las especias.

- En definitiva, que tenemos que ir a comprar.

Subo a mi habitación para ponerme los zapatos, coger el bolso y las llaves del coche. Al principio, en cuanto me he enterado de que Ryan me había vaciado el bolso, me he enfadado, pero no han pasado ni tres minutos y ya estaba riendo y planeando mi venganza. Desde que estoy aquí me siento sin presiones y me permito ser tal y como soy, algo que no me podía permitir en mi casa.

- ¡Vamos! – me grita Ryan desde abajo. Bajo corriendo las escaleras mientras saco las llaves. – Guárdalas. - me dice y yo le miro con confusión. El sale de la casa y me dice que le espere. Dos minutos después aparece montado en una moto negra y brillante. El se acerca a mi con un casco en la mano. - ¿Quieres que te ayude a ponértelo? - pregunta. Yo sigo con la boca abierta y sin moverme, algo que el interpreta erróneamente. En cuanto veo que va a entrar en el interior de la casa para dejar el casco le agarro del brazo y le miro con una enorme sonrisa.

Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!Where stories live. Discover now