Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!

42. Amor a primer mordisco

Dos positivos, un padre disponible y un secreto.

Mi llegada fue de lo más movidita, Ryan y yo estuvimos en mi habitación durante minutos, segundos, quizás horas, para por fin conocer el resultado de esas pruebas, positivas, simplemente positivas.

Ryan estaba más contento de lo que esperaba por la noticia. Me trató como a un delicado diamante. Pidió cita a mi ginecóloga y nos fuimos a dormir mientras el delicadamente cubría mi vientre.

Al día siguiente fuimos a mi doctora y nos llevamos la sorpresa de que todo era una falsa alarma, la decepción marcaba nuestros rostros ¿Cómo podía entristecernos tanto una noticia con la que en realidad deberíamos sentirnos desahogados? ¿Cómo quitar nuestra tristeza? Pues la verdad que no hay nada que no cure una buena copa. El problema, es que no fue una sola copa y esto provoco que las palabras más temidas salieran de mi boca y ahora solo hay una duda que me atormenta ¿Cómo se lo habrá tomado?

Por otro lado, Josh decide tras haber salido del armario que debería experimentar sin tener muy en cuenta los sentimientos de Eddie, cuando Josh ya ha conseguido más números de teléfono que las páginas amarillas, Eddie decide ponerle a prueba a ver qué pasa y lo que paso solo lo saben los baños de aquella discoteca.

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Empezaba a volver al mundo real, recuperando la conciencia, muevo mi brazo para realizar mis estiramientos diarios y rozo el musculoso cuerpo de Ryan, deslizo mi mano por su pierna hasta su cintura tocando su fuerte musculatura y su marcada tableta que todavía me corta el aire cada vez que la veo. ¿Esta menos marcado o son imaginaciones mías?

Noto como se acerca a mi oído y antes de reclinar mi cabeza para sellar sus labios su voz me interrumpe

−Buenos días, princess

Salto de la cama separándome de él repentinamente, debía estar tan al borde que caigo de espalda al suelo, asomo mi cabeza por encima del colchón para ver quién es el intruso en mi cama, bueno mejor dicho en la cama de Ryan, entonces veo sobre la cama a Eddie casi incapaz de continuar en la cama por el ataque de risa que le ha causado mi reacción. Me levanto mirándole con cara de odio y me vuelvo a acostar a su lado.

− ¿De qué vas? − Le digo con un tono burlón aunque en mi reloj todavía marquen las 10:00 de la mañana.

– Ryan debe de estar contento contigo, no me extraña que últimamente se levante de tan buen humor. – me dice secándose las dos lagrimas que se han escapado de sus ojos por la risa.

–Yo también te veo a ti de muy buen humor, ¿Algo que contar? – le pregunto asegurándome de que mi camiseta lo tape todo. Es gay, pero sigue siendo un tío.

–Puede.... – dice Eddie mirándome con una sonrisa pícara dibujada en su rostro.

– ¡¿Te has acostado con Josh?! –Digo sentándome en la cama sin poder retener las ganas de saber la respuesta.

– ¿Qué? ¿Cómo lo sabes? ¿Tanto se me nota?–Responde Eddie con falsa sorpresa.

–Para nada–Digo con ironía

–Vale, si insistes te lo contaré – dice él – Pero entonces debes de asumir la responsabilidad de que te lo describa todo con pelos y señales.

–Acepto– digo sonriendo

–Nos fuimos a una discoteca por la noche y él intento ponerme celoso pero al final él fue el que acabó como un gato en celo. Solo te diré que la fiesta empezó cuando Josh me siguió al baño. Porque fue justo ahí donde le rechacé– Dice mirándose las uñas y sintiéndose orgulloso de su gran logro.