41. Si es un secreto, no lo puedes contar

66.6K 2.8K 2.3K
                                    

Tom se comportó como un buen amigo los 4 días que estuve en su casa. Mi hermano no apareció ya que todavía estaba en Florida.

Tom había conseguido que no fuera un pañuelo de mocos andante, pero no pudo evitar lo que se me venía encima.

Fue una completa y estúpida tontería el cómo me entere. Una chica me pidió un tampón, yo se lo di y me di cuenta de mi gigantesco retraso. Lo normal. Rápidamente me compre un par de test, pero como cagada que soy, no me los hice.

La vuelta a casa fue un poco...estresante. Encontrarme otra vez a Ryan, quizás estando embarazada de su hijo, ya sabes, lo que te pasa todos los días.

Por suerte cuando llegue él no se encontraba ahí. Cuando Dana llego solo pude correr y contarle lo que me pasaba. Ella me hizo el favor de guardarme las pruebas en su bolso, con la mala suerte de que Jayden las encontró y no fue muy discreto.

Total, la cosa termino conmigo gritando que eran mías y subiendo a mi habitación.

Y es por eso que me encuentro ahora mismo encerrada en mi habitación con Ryan mirándome.

------------------------

Treinta y seis minutos, habían pasado treinta y seis desde que Ryan había entrado en mi habitación para hablar. Lo único que había cambiado desde ese momento había sido que ambos estábamos sentados en la cama. Sin hablar. Sin movernos. El único ruido era el de nuestra respiración.

No sé qué prefería, este silencio o hablar de todo lo ocurrido. El que pueda estar embarazada no era nuestro único problema, la discusión de hace 4 días era el otro, aunque si quieres sumarle también el beso de Dylan.

Sabía que Ryan no se había enterado de la mejor forma de mi posible embarazo, aunque yo tampoco. Solo llegue a casa, no le dije nada desde que lo vi tras sus insistencias por hablarme y de repente...Zasca. "Hola, puedo estar embarazada. Feliz regalo de Reyes"-pienso- Si, la mejor forma de enterarte.

Durante estos treinta y seis minutos he podido pensar múltiples cosas. He pensado en levantarme entrar al baño y hacerme las malditas pruebas. He pensado en arrojarme a Ryan y besarle. He pensado en salir por la puerta y desaparecer, ya que se me da bien, ¿Por qué no hacerlo? He pensado en Ryan como padre- cosa que ha hecho que sonría. He pensado en Ryan abandonándome- y ha hecho que mi sonrisa se borrara inmediatamente. He pensado tantas cosas que me es difícil elegir alguna para hacer.

El tema es que he decidido quedarme sentada en la cama, sin hacer nada y torturándome mentalmente.

Es ahora cuando me gustaría tener esa charla de que hay entre nosotros... aunque bueno, creo que está un poco claro que no somos solo amigos. Aún recuerdo como el día en el que se jodio todo, Ryan me dijo que era su novia en un ataque de celos provocado por el veterinario de mi gatita.

Novia, suena bien.

Aunque creo que ahora solo soy Rose, posiblemente embarazada, soltera y destrozada.

Cuando llegamos a los cuarenta minutos me es imposible seguir en silencio. Es incómodo y me estoy poniendo nerviosa.

-No aguanto más, has entrado por la puerta diciendo que teníamos que hablar y no hemos dicho ni una sola palabra, yo solo....- cojo aire cuando veo que Ryan me mira- Lo siento- digo y veo como Ryan frunce el ceño.

-¿El que sientes?- pregunto el todavía con el ceño fruncido

-No sé, el que pueda estar embarazada, lo que paso con Dylan... ya sabes, todos los problemas que te he causado desde que llegue a la casa. Lo siento.- le digo dejando caer los hombros. Era verdad que me sentía de esa forma. Desde que llegue, los chicos habían tenido problemas, Ryan cambió y lo del embarazo...

Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora