56. ¿Es posible una reconciliación?

42.6K 1.9K 225
                                    

Las rupturas nunca han sido fáciles, ¿pero porque esta es tan complicada de superar? Sé que solo han pasado horas, pero se siente como años.

Cuando veo que mi despertador marca una hora razonable para levantarme voy directa al baño y me cubro con una capa de maquillaje de la que luego me arrepentiré al quitármela. No puedo evitar que me esté comportando como mi madre, en el sentido de que me escondo tras el maquillaje, pero no se me ocurre otra solución.

Durante la noche he pensado en cómo afectaría lo sucedido en la casa, si los chicos se pondrían de su lado o temas similares, pero no había pensado en que nada más salir de mi cuarto me iba a encontrar la puerta de Ryan.

Baje a la cocina y aunque tuve un momento de derrumbamiento, me prepare mi desayuno y plante una sonrisa falsa en mi cara. Ryan parece que me imito pero lo peor era que su actitud era como para pegarle un puñetazo y ver cómo le sangraba la nariz desde lejos.

Parecía contento y eso es lo que más me dolía.

Hice lo que debería haber hecho el primer día y me puse a buscar apartamento. Luke se enteró y discutimos un poco, luego Eddie me dijo cosas bonitas y blablabla. Soy una llorica, no es algo nuevo.

También me dolió el que montase una fiesta pero tras un beso bastante significativo, subí a mi habitación. Eddie llamo a mi puerta y después de decirme por quinta vez que éramos unos idiotas, me dio un papel.

Te vayas o te quedes yo te voy a seguir queriendo y no voy a parar hasta volver a tenerte entre mis brazos.

Pd: quédate

La pregunta era, ¿lo haría?

–––––––––––––––––––––––––

Había pasado una semana desde que Eddie me dio el papel de Ryan. En esos dos días había hecho la maleta, desecho la maleta, rehíce otra vez la maleta, Luke me la deshizo. Salía a correr todas las mañanas para despejarme y ver cuál era la mejor decisión que podía tomar. Quizás lo triste era que cada vez que hacia la maleta, la camiseta de Ryan estaba dentro. Quizás lo triste es que dormía con ella debajo de la almohada porque me daba vergüenza que Eddie en sus entradas nocturnas me viera con ella puesta.

Los chicos siguieron como siempre, nuestro conflicto no les cambio y tampoco eligieron ningún bando porque aunque Ryan y yo nos llevásemos como el agua y el aceite ellos seguirían siendo nuestros amigos.

Ryan y yo nos veíamos por la tarde pero poco más. Estos últimos días lo he visto por la mañana cuando yo me tomaba mi tostada y mi café para ir a correr creo que porque había visto cual era mi rutina. Tristemente esos encuentros me hacían feliz. El me miraba mientras me movía por la cocina y cuando yo me daba la vuelta para irme, él había desaparecido.

No hemos hablado, ni siquiera de su pregunta. Esto me hace recordar los momentos en los que no queríamos hablar de nuestra relación porque quizás no queríamos tener una, o simplemente nos daba miedo.

No hay día que no me arrepienta de lo que dije y aunque me gustaría pensar que Ryan no se arrepiente, sé que lo hace. En la última semana, ese beso que nos dimos... Ryan volcó todo lo que sentía al igual que yo y probablemente es por eso por lo que me fui. El saber que había roto algo que nos hacía tan felices a ambos y que quizás por nuestro orgullo estábamos destrozándonos a nosotros mismos, me hizo querer desaparecer.

Cuando eres pequeña, los cuentos solo te dicen lo bonito de la historia. El vivieron felices y comieron perdices es algo muy difícil de encontrar. En ellos solo te dicen en como el príncipe se entrega a la princesa pero en ninguno te dicen como la princesa se entrega al príncipe o como la princesa se va sola o como se siente la princesa cuando el príncipe se aleja.

Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!Where stories live. Discover now