Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!

46. A veces es mejor olvidar que castigar

Los exámenes son lo peor, no solo por tener que estudiar y eso, sino porque estoy a dos pasos de Ryan y lo único que puedo hacer es beber de mi café e intentar concentrarme en mis apuntes.

El último día de exámenes Ryan me promete echarnos una siesta juntos y es en lo único que pienso durante el día. El número desconocido me sigue llamando y no es hasta después de la siesta que lo cojo.

Mi madre está ingresada y yo como me preocupo hasta por una hormiga, me cojo un vuelo para ir a verla. Lo que más me sorprende no es ver ahí a mi hermano o al novio de mama si no saber que está ingresada por hacerse cirugía estética.

Desde un principio ni mi madre ni su novio me dan buena espina y esto se confirma cuando nada más llegar a casa, el novio de mi madre me pega y me grita que soy una zorra. Cuando está dispuesto a enseñarme una lección como él dice, aparece mi hermano y aunque me ha salvado no puedo evitar irme cuando me dice que no me cree respecto a nuestra madre.

Me alojo en un hotel y lo único que quiero hacer es llorar y desaparecer durante unas horas, o mejor, volver a estar rodeada por los brazos de Ryan.

Por suerte esto último se cumple.

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POV Eddie

Tras una larga ronda de sexo con Josh toca levantarse y comenzar el nuevo día. Queríamos haber montado una fiesta ayer pero Rose se fue a ver a su madre, cosa que me parece mal, y tuvimos que posponerla para su vuelta. Ryan también se fue horas después, según el a hacer un viajecito, según yo a seguirla.

Josh se levanta de la cama totalmente desnudo y yo solo dejo que mis ojos capten ese delicioso culo que tiene y eso solo hace que la pitón esté lista para atacar.

Cuando ya estoy limpito como un bebe bajo a la cocina para hacerme un desayuno de hombres. Tortitas con formas.

Para mi último cumpleaños, los chicos me regalaron un kit de moldes de tortitas. Pones el molde en la sarten y luego echas la masa dentro, cuando ya está hecha por una cara, le quitas el molde y le das la vuelta. Voila, ya tienes una tortita con forma de pene. De nada.

Los chicos me compraron el kit en una tienda erótica.

Entro en la cocina y me encuentro a todos los chicos en ella, ¿pero qué hora es? Josh todavía se está duchando pero en nada bajara.

Me pongo con la masa de tortitas mientras pensamos que temática llevara nuestra próxima fiesta, la verdad es que nuestras ideas son buenas pero difíciles de conseguir.

Me vuelvo a centrar en las toritas con formas del cuerpo humano cuando la voz de Josh me distrae.

– ¿¡Habéis mirado el grupo de WhatsApp?!- pregunta gritando supongo que desde la escalera.

–Todos negamos y sacamos el móvil de los bolsillos. Al abrir el grupo aparece un mensaje que hace que mis tetas se caigan.

No las mías...las tortitas.

Rose está ingresada

Está bien

Releo el mensaje como tres veces hasta que me doy cuenta de que Rose está ingresada. El grupo se llena de preguntas ¿Dónde está? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo se encuentra? Ryan nos contesta a toda y lo que más me sorprende es que diga que no sabe que ha pasado, ¿Cómo no puede saberlo?

Los chicos nos comunicamos con una mirada y todos menos Dana y Jayden suben a la habitación a hacer una maleta. Dijimos que Rose podía contar con nosotros y se lo vamos a demostrar.