Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!

34. Alguien esta celoso

Rose y Ryan pasan una velada divertida con la familia de él. La madre de Ryan reconoce a Rose por las fotos de la revista y el hermano de Ryan empieza a ligar con ella.

Tras la cena, Rose tiene que hacer una sesión de fotos de urgencia, solo que esta vez, no la hará sola. Ryan hace de modelo por primera vez quedándose impresionado cada vez que ve a Rose con un nuevo conjunto. Lo mejor o lo peor de todo esto son las posturas comprometidas que tuvieron que hacer. Esto solo hizo que solo quisiesen olvidarse de quien estaba a su alrededor y hacer lo que deseaban hacer. Tristemente, la profesionalidad gano pero las ganas se mantuvieron. Rose y Ryan volvieron a casa por la tarde y Rose fue directa a hablar con Eddie para evitar cualquier conversación posible entre Ryan y ella.

Josh no se lo puede creer, nunca ha estado tan confundido como ahora. Eddie ha traído a un compañero a hacer un trabajo y Josh no puede parar de preguntarse el que estarán haciendo. Como solución decide utilizar un vaso para intentar escuchar lo que pasa al otro lado de la puerta, pero no funciona. Cuando el compañero se va, Josh no tarda ni dos segundos en acercarse a Eddie. La discusión está asegurada, con lo que no contaban es que el deseo también, desgraciadamente Rose les interrumpe antes de que pase algo.

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Cada día me cuesta más levantarme de mi cómoda cama, sobre todo ahora que ya hace más frio. Me encanta estar tapada por las sabanas, me siento tan calentita y segura.

Posiblemente esto lo hemos hecho todos, bueno, yo lo sigo haciendo. Cuando algo nos asustaba o teníamos miedo por la noche, lo primero que hacíamos era taparnos con las sabanas pensando que esto nos protegería. Yo lo sigo pensando, las sabanas para mí es como si fueran una burbuja en la que nadie ni nada puede entrar.

Me encuentro tapada hasta las puntas de los pelos intentando protegerme de la conversación pendiente con Ryan. No sé si el sabrá que decir, pero yo no. Por una parte quiero retrasar esa conversación todo lo que pueda, pero por otra quiero tenerla para aclarar lo que pasa entre nosotros. Una cosa tengo clara, no puedo esperar a volver a tener sus labios sobre los míos, después de la sesión de fotos no puedo sacar de mi cabeza la imagen de él besando cada parte de mi cuerpo desnudo, solo nos separaba nuestra ropa interior y fue como un castigo. Me sentía como si estuviese en el infierno, caliente hasta la medula, pero la sesión termino y yo como una cobarde corrí al camerino y a la vuelta, en el tren, me hice la dormida.

Puedo parecer una niña pequeña por el comportamiento que estoy teniendo en esto, pero ¿qué pasa si todos esos besos o sonrojos se acaban tras la conversación? Sé que es difícil que esto ocurra porque se ve que ambos nos deseamos, pero el temor que yo tengo es que solo sea deseo, que cuando se haya extinguido el deseo solo pase a ser otra más.

Cansada de estar tumbada decido hacerle frente a lo que me ponga el día y bajo a desayunar con mi pijama, es decir, una camiseta. Solo que esta no es mi camiseta, sino una de las muchas que Ryan me ha dejado.

Como cada mañana, al llegar a la planta baja los gritos de los chicos inundan la estancia. Voy a la cocina donde sé que encontrare a la mayoría ya que estarán preparando el desayuno.

La baba se me empieza a caer cuando veo el panorama. Los chicos están en ropa interior cocinando, aunque eso no es solo lo que hace que se me caiga la baba. Están preparando crepes con chocolate y gofres, veo como el chocolate se sale del crep cuando la aprietan, o como Luke lo hecha dentro del crep. Dios, esto es el cielo. Chicos medio desnudos, chocolate y gofres y crepes. Que esto no sea un sueño por favor.

-Buenos días, preciosa.- dice Jayden dándome un beso en la cabeza. Al ver que no contesto el dirige la mirada a donde yo la tengo y se ríe.- Me da de que esta señorita de aquí quiere desayunar.