Capítulo 5

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—Buenos días Rayder.

—Greta buen día.

—Estoy preparando el desayuno, gustas tomar ¿café? ¿te?— preguntó caminando a la cocina —el señor Asher se fue temprano y Jade aun no baja— en la cocina sacó una taza de la alacena y le sirvió café recién hecho —toma  ¿y esa sonrisa que tienes a que se debe?

—Gracias. No se de hablas, no estoy sonriendo— negó con la cabeza arqueando una ceja y se sentó en una banca junto a la isla.

—Sí que lo haces querido— suspiró —ésta casa había estado en silencio por siete años y ahora escucha, hay música en la habitación de Jade ¡Esa chiquilla sigue siendo un torbellino! ¿Tú que piensas?

—Aun no lo se con certeza, ella...cambió— le dio un sorbo a su café humeante —pero sigue siendo de alguna manera la misma.

Greta asintió —Y se ha convertido en una señorita muy bonita también— se dio la vuelta hacia la estufa y siguió preparando el desayuno.

Bonita, sexy, sensual. Hermosa es la palabra que se le queda mejor ¡Creo que necesito otra ducha fría! Me aprieta el pantalón en la entrepierna ¡Piensa en granadas y bombas explotando!

—¿Sabes lo que pienso? Cuando ella está cerca tuyo es imposible aburrirse.

—Estamos de acuerdo con eso Greta.

Los dos empezaron a reírse.

*****


—¡Buenos días! Cuenten el chiste que no lo escuché— dijo Jade al reunirse con ellos.

Rayder estaba sentado dándole la espalda, ella fue al refrigerador y sacó la jarra de cristal con jugo de naranja, luego a la alacena por un vaso, al darse la vuelta para ir a sentarse lo vio y se quedó boquiabierta.

Se había afeitado y no quedaba rastro de la barba que tenía como en la madrugada que se vieron, también el cabello lo había cortado, ahora lucía el típico corte  militar, reducido en la parte superior de la cabeza y casi a rape a los costados, llevaba un pantalón de vestir color crema y una playera azul claro que dejaba ver sus músculos bien definidos.

Lucía mas joven y mas guapo. Jade se quedó como estatua mirándolo por unos minutos con la jarra y el vaso a los lados hasta que la voz de Greta la sacó de su ensoñación.

—Buenos días Jade, no era un chiste. El desayuno está listo, hice huevos estrellados con chorizo y pan tostado, el café está listo.

—Mmm huevos con chorizo mis favoritos, gracias Greta.

—Mjumm— tosió Rayder —buenos días Jade.

—Rayder— lo saludó como si nada pasara —t-te ves muy bien así, sin la barba— le dio varios tragos a su jugo.

—¿Ya no parezco un ermitaño?— arqueó una de sus cejas.

—Mjumm— tosió ahora ella.

¡Ahora pareces un maldito modelo! ¡Muy caliente! ¡UFF! Creo que hasta estoy babeando.

¡Controla tus hormonas Jade!

Alzó los hombros con fingida indiferencia —Hum — pasó la lengua por los labios remojandolos y se sentó frente a él.

Greta les sirvió el desayuno.

—¿Donde quieres ir después de desayunar? ¿Otro paseo por la base?— preguntó Rayder.

—No, suficiente de la Base por hoy. Vamos a ir al pueblo— le dio una mordida al pan tostado —quiero visitar a un viejo amigo— le respondió con la boca llena.

La hija del GeneralWhere stories live. Discover now