La hija del General

Capítulo 23

Rayder había planeado pasar el día fuera de Fort Lee y del pueblo donde no tuvieran que preocuparse por nada ni por nadie. Temprano en la mañana tocó el claxon frente a la casa de Jade, salió con un bolso donde llevaba todo lo que podría necesitar. Abrió la puerta del copiloto y le dio un gran beso de buenos días.

—Hola guapo.

—¿Lista?

—¡Si!

En el camino habían hecho parada en una cafetería para desayunar, llegaron a Virginia Beach pasando del medio mañana. El día era cálido a pesar de que era ya el final del verano, el sol brillaba en lo alto con pocas nubes en el cielo, la brisa era tibia.

—La playa está abarrotada— dijo Jade mirando por la ventanilla, su cabello le revoloteaba con el aire.

—Es la última semana de vacaciones, supongo quieren aprovechar al máximo el tiempo que les queda— por un momento apartó la mirada de la carretera para verla, Jade tenía short beige estampado con flores, blusa roja de tirantes, lentes de sol, sus pies descalzos apoyados sobre el tablero de la camioneta, en el tobillo la cadena con el corazón y la llave.

Ella lo miró también y le sonrió —Tienes razón, quieren irse con un buen bronceado playero. En lo personal no soy fan del sol pero adoro el mar. Una vez vine con mis papás cuando era pequeña, tendría como cinco años. Mis papás me sostenían de las manos en el aire y yo gritaba porque no quería mojarme los pies— sonrió melancólica.

—Es un recuerdo muy bonito. Lo pasaremos bien hoy, te lo prometo— la tomó de la mano, le dio un beso en el dorso y continuo manejando sin soltarla.

***

—Esto no era lo que imaginaba cuando dijiste que lo pasaríamos bien ¿sabes?— dijo Jade con voz temerosa mirando hacia el vacío.

—¿Asustada? No tienes por qué estarlo, todo está en tu mente, te advierte que estas en peligro pero en realidad no lo estás. Relájate y disfruta, yo sé que te va a gustar.

—¿¡Relájate y disfruta!? ¡Si cómo no!

—No tienes que hacerlo si no te sientes preparada, lo entendería bien.

—¡Ah no! Eso sí que no. Jade Asher nunca dice no a un desafío, me retaste y yo no voy a cambiar de opinión, no vas a vencerme, al menos no en esto.

—¡Estaba bromeando! Los retos entre nosotros se han acabado ¡adiós! No quiero que te sientas presionada.

—Olvídalo Hunter. No vas a convencerme, voy a hacerlo.

—Eres bastante terca ¿lo sabías?

—Pues claro. ¡Es uno de mis múltiples encantos!— pestañeo varias veces coqueta.

—Y por eso estoy loco por ti— le dio un beso en la frente —¿Cómo te sientes en realidad?

Suspiró fuertemente —Bastante aterrada pero bien, hasta ahora— se le escapó una risa nerviosa.

—Oye— la tomó por la barbilla para verse a los ojos —jamás te pondría en riesgo. ¿Estás segura de esto?

Asintió —Si, completamente segura— se abrazó a él fuertemente.

—¿Están listos?— preguntó el chico luego de verificar que todo estuviera perfectamente asegurado.

—Si— dijo Rayder.

—¡No!— contesto ella.

—Jade, ¿confías en mí?— la miró fijamente a los ojos arqueando ambas cejas