Capítulo 6

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Rayder Hunter proviene de una familia que ha servido en la milicia por tres generaciones. Desde temprana edad sabía lo que quería ser de adulto: el mejor soldado de la Armada de los Estados Unidos. No fue fácil, primero por su apellido ejerciendo presión sobre sus hombros, segundo por la amistad de antaño que su padre tenía con el General. Tuvo que esforzarse el doble que cualquier soldado común para demostrar que valía por él mismo, no por su descendencia ni el vínculo amistoso con Robert Asher.

Y lo consiguió, ser de la élite de los mejores soldados no solo de Fort Lee, también del país entero. Había estado en misiones donde solo los mejores eran elegidos, ganándose a pulso el respeto y la admiración de sus compañeros y comandantes.

En medio de todo esto estaba Jade, la hija del general. La conoció cuando los Hunter se mudaron a la casa de al lado, y sin razón aparente la tomó contra él haciéndole la vida sino imposible, de alguna manera...incierta.

Siempre retándolo en cualquier cosa que se le cruzaba por la mente. Al ir creciendo más fuertes fueron sus "ideas", una vez escribió con pintura en la acera frente a su casa que Rayder era un tonto, hizo volantes con la imagen de él diciendo que buscaba su cerebro y los pegó en todas partes, lo último fue en la secundaria cuando les dijo a varias jovencitas que lo había visto desnudo y tenía el miembro viril del tamaño de su dedo meñique.

Él no se quedaba atrás, también la molestaba aunque no en igual magnitud. Le puso el sobrenombre de pecosa y en las competencias nunca le dio oportunidad de que ganara, sabía que eso la enfurecía a mas no poder. Y cuando ella fue enviada al internado por fin tuvo paz. Pero también sintió algo que no esperaba, la echó de menos. Jade era la chica que siempre que lo veía arrugaba la nariz y le sacaba la lengua y en cierta medida se acostumbró a su presencia.

Siete años después es llamado por el General Asher para pedirle que acompañe a Jade mientras estuviera en la Base.

No llevaban juntos ni veinticuatro horas, ya se habían enfrentado y le había sacado de quicio.

Y recordó lo que tenía en la mente la noche que aceptó la encomienda del General.

Esta, definitivamente, no es una buena idea.

*****


Jade tan solo tardó veinticinco minutos más de la hora que había quedado con Rayder, no era tanto tiempo, no había sido de forma intencional y definitivamente no fue para hacerlo enojar, simplemente se le pasó el tiempo conversando con Joe y olvidó checar más seguido el reloj, pero cuando se dio cuenta de lo tarde que era había salido casi corriendo del bar para evitar tener otra pelea con él.

Cuando llegó al lugar donde se supone estaría la camioneta no la encontró. Al principio pensó que él había ido a una diligencia y que volvería por ella pero al pasar los minutos y ni luces de la camioneta se dio cuenta que la había dejado varada en el pueblo.

¡MALDITO  RAYDER   HUNTER!

Como estaba hecha una furia no pensó demasiado, simplemente comenzó a caminar bufando por la nariz lanzando maldiciones en el pensamiento al tontonazo que la había dejado a su suerte. La Base según ella, quedaba como a unos siete kilómetros de distancia y como acostumbraba correr todas las mañanas y estaba en forma se le hizo fácil ir a pie.

La hija del GeneralWhere stories live. Discover now