La hija del General

Capítulo 14

Rayder había sido llamado al cuartel general para organizar papeleo que tenía que ver con la próxima ceremonia de promoción de rangos y pensó que pasaría todo el día encerrado en las oficinas. Se comunicó por teléfono con Jade y quedaron de verse en la noche para charlar.

Trabajó a marchas forzadas desocupándose pronto de sus deberes pensando en ir a buscarla. Ella le había confesado que jamás había estado en la cama con un hombre, eso lo había dejado helado, sin palabras, sorprendido y anonadado.

Lo que no esperaba era que su padre lo llamara pidiendo verlo y no tuvo remedio que obedecer al Coronel Hunter. Al llegar a su casa lo estaban esperando Philip y Teresa para ir al brunch.

Con Megan.

La razón por la cual Rayder había salido con ella fue porque Teresa y la madre de Megan son amigas y tenían la intención de emparejarlos.

A él no le interesaba, no necesitaba de la ayuda de su madre para conseguir citas, había tenido amantes ocasionales, nada serio como para presentarlas a su familia, en ese aspecto era reservado. Pero Teresa le insistió a tal punto que se convirtió en una verdadera molestia y terminó accediendo para que desistiera del tema de una buena vez.

Megan Wagner a simple vista era una mujer atractiva, buen cuerpo y guapa de rostro pero en cuanto abrió la boca se dio cuenta que era superficial, engreída y pedante, simplemente no congeniaron en nada.

La trató con amabilidad y con claras intenciones de no tener otro encuentro pero al contrario ella tenía planes que distaban a los de él. No quitó el dedo del renglón, llamándolo constantemente, llegando a los lugares donde él iba, asediándolo hasta que él cedió de nuevo con un solo objetivo y fueron a The Bucket Trade.

Esa noche cuando la fue a dejar a su casa y Megan lo invitó a pasar la noche, Rayder le dejó en claro que no llegaría a más al declinar su oferta, le pidió desistiera de buscarlo y se olvidó por completo de ella.

En su pensamiento ya estaba Jade. Su forma de ser, su físico, su hermosa locura.

Ver a Megan en su casa y con su madre supo que había caído en una trampa pero que no estaba dispuesto a soportar. Fue al brunch con la intención de dejarlos ahí en cuanto tuviera oportunidad, pero no se imaginó que Jade estuviera ahí.

*****

Maldijo en sus adentros al verla salir del edificio con el rostro contrariado, sabía el motivo que había provocado que se fuera, y sin hacer caso a las palabras de su madre ni las de Megan que le insistían en permanecer en el brunch fue tras ella, al salir se encontró con Sam.

—Teniente Hunter.

Se detuvo pero sus ojos la buscaban en la calle —Malone, ¿no has visto a Jade?

Asintió —Venía de camino para acá, la vi subirse al auto de Kane.

Hunter respiró profundo, los orificios de la nariz se agrandaron por el coraje que sintió —Me tengo que ir Sam.

Asintió con la cabeza y cada quien siguió su camino. Subió a su camioneta y la llamó a su celular, lo mandaba a buzón, aun así no desistió. La buscó primero en su casa, no había señales de ella; dio una vuelta por la Base y luego a las puertas, los soldados le dijeron que habían visto a Kane salir acompañado, sus manos se hicieron puño y no lo pensó, como alma que lleva el diablo fue a buscarlos. En el pueblo no le costó trabajo encontrar a Stevens, frente a un restaurante italiano vio el auto estacionado. Entró dispuesto a llevarse a Jade con él pero cuando vio que no estaban juntos sintió alivio y a la vez preocupación.