CAPITULO 6

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POV SANTANA


Escuche el maldito despertador y sentí que no había pasado ni diez minutos de sueño. Si bien me dolía un poco la cabeza, no había tomado como otras veces. Recuerdo exactamente todo lo que hice, hasta cuando Brittany me recostó en mi cama lo cual sirvió para opacar todo la hazaña que hice en la fiesta para supuestamente no pensar en ella. No había servido de nada besarme con esa tipa, creo que lo único que había olvidado era su nombre. Levanté la mirada y vi en el despertador que eran las 8:00 de la mañana, Quinn se despertaría a las nueve así que tenía una hora para recomponer mi cuerpo y recargar energías para la lucha interna que iba a vivir mi mente ese día. Me levanté, me cambie de ropa ya que aún seguía con la ropa de la fiesta y baje con unos shorts y una polera a caminar un rato por el parque para despejarme y respirar aire fresco. Cuando regresé me serví un café totalmente cargado y me tome el "remedio Pierce", el cual siempre preparaba para quitarme la resaca e ir a trabajar, era una especie de jarabe que nos dio una vez la mamá de Quinn cuando nos vio llegar en un estado tan deprimente que tuvo lastima de nosotras. Me tomé hasta el último sorbo, era realmente asqueroso pero servía. Vi la hora y eran las nueve de la mañana así que fui a despertar a mi bella durmiente. Abrí la puerta de su habitación y estaba envuelta en sus sabanas, estaba a punto de lanzarme sobre ella cuando recordé que aún traía ese yeso, así que la lastimada sería yo.
-Rubia!- dije moviéndola. -Ya son las nueve, despierta.- dije sentándome a su costado.

-Oh mierda Santana! Que haces despierta? A qué hora llegaste?- me preguntó somnolienta.

-Llegue como a las 4 de la mañana y te prometí que estaría bien, así que acá estoy

. -Tomaste el remedio no?- dijo sentándose mientras se estiraba.

-Amo a tu madre.- dije sonriendo.

-Yo también.- al parecer ya se había estirado lo suficiente y ya estaba sentada sin pesadez en su cama.

-Iré a darme una ducha, salimos a las diez así que despierta a tu hermana.- dije levantándome de su cama.

-Ayúdame.- me dijo estirándome la mano. La jale y lleve hasta la habitación de Brittany.

-Anda a bañarte.- dijo mientras abría la puerta. Tengo que admitir que me desilusiono el no poder verla recién levantada. Caminé hasta mi habitación y me metí a la ducha. Estando en ella me di cuenta que tenía que dejar de pensar así. "Vamos Santana, puedes tener a la mujer que desees, no te estanques en algo imposible." me repetí varias veces. Salí de mi baño y me alisté, me puse ropa cómoda y suelta ya que manejaría casi todo el día y por como venía siendo la mañana habría mucho sol. Ya estaba lista así que baje a alistar el desayuno.

POV BRITTANY
-Brittany.- escuche decir en mi oído. -Brittany! Despierta.- volví a escuchar. -Dale Brittany.- escuche por tercera vez pero esta vez vino acompañada de un leve peso encima mío.

-Auch Quinn.- dije con la voz aun ronca.

-Tu voz sigue siendo ronca cuando te levantas.- dijo Quinn mientras me acomodaba los cabellos que caían por mi rostro.

-Hay cosas que no han cambiado.- dije estirándome.

-Sigues teniendo pesadillas y ataques?- me preguntó.

-Ya lo tengo más controlado.- dije ya que si bien estaba casi en totalidad controlado no lo tenía aún por completo.

-Sabes que si necesitas algo puedes pedírmelo no? Si necesitas seguir con tus clases de yoga y terapia podremos buscar por acá.- me dijo.

-Lo tomaré en cuenta.- dije sentándome en la cama.

-Te estoy hablando en serio.- dijo con un tono de voz más serio.

-Lo sé, en serio lo estoy controlando. No creo necesitar más terapia, ya estuve asesorada varios años, me toca vivir sola. El yoga si lo voy a necesitar pero ya aprendí bastante así que podría practicar yo sola en el parque, no hay problema.

-Ok, como quieras. Igual ten en cuenta que si necesitas algo, solo tienes que pedirlo.- dijo sonriendo y levantándose.

-Ok. A qué hora salimos?- pregunté

. -En 50 minutos. Date una ducha y nos vemos abajo. El clima acá es caluroso, así que ponte ropa fresca.- dijo mientras salía cojeando de la habitación. Me di una ducha, me puse unos shorts con una blusa y baje como Quinn me había dicho. Ella ya estaba sentada en la barra que separaba la cocina con la sala conversando con Santana que estaba en la cocina.

-Dale cuéntame, quien fue la victima.- le decía Quinn y Santana solo reía.

-Buenos Días.- dije mirando a Santana y sentándome al lado de mi hermana.

-Buen día! Dormiste bien?- me preguntó animadamente. Como era posible que este tan bien parada después de lo de anoche? Solo había dormido unas cuantas horas sin contar que estaba borracha.

-Sí, esa cama es enorme y muy cómoda.- dije ocultando mi admiración ya que nunca había visto a alguien tan parada después de una fiesta.

-Que bueno que te guste! Esa era la idea.- dijo sonriendo.

-Siéntense a la mesa. Ya sirvo.- dijo removiendo algo en la sartén. Ayude a Quinn y caminamos hacia la mesa de la sala. Nos sentamos y ya estaban las tazas y los vasos con jugo de naranja, y un montón de cosas más. Había pasteles, pan, queso, jamón, había de todo.

-Wow! Hay de todo.- dije admirada ya que en serio la mesa alcanzaba para todo un batallón de personas y solo éramos tres mujeres.

-No recordaba que te gustaba así que Santana dijo que compráramos de todo.- dijo Quinn antes de beber su jugo.

-Acá hay tortilla.- dijo Santana colocando un plato grande con tortillas en la mesa.

-Puedes servirte lo que desees.- dijo regresando a la cocina y volviendo al instante.

-Gracias, esto luce increíble.- dije sirviéndome de la tortilla ya que era lo único que no podíamos guardar así que decidí empezar con eso y también quería probar lo que era capaz de hacer Santana en la cocina. No es que una tortilla sea muy difícil pero no me la imaginaba preparándolos.

-Brittany, se que comes mucho así que estas en la libertad de comer lo que deseas, no te sientas mal.- me dijo Santana sonriendo.

-Gracias.- El desayuno fue silencioso de parte mía y Santana, Quinn era la que no paraba de hablar. Siempre supe que mi hermana tenía mucha ansiedad de comunicación pero realmente nunca se callaba, era asombroso ver como dos personas tan diferentes vivían juntas tanto tiempo. Santana era mucho más reservada, creo que sus ojos hablaban mucho más que ella. Note durante todo el desayuno que Santana me miraba de reojo como si quisiese acordarse de algo. Recordara lo que pasó en la madrugada? No lo creo pero igual así actuaba extraño. Terminamos de desayunar y estaba completamente satisfecha, nos fuimos a cepillar los dientes y salimos de la casa. Quinn se sentó al lado de Santana y a mí me dejaron atrás.

-Primera parada?- preguntó Santana.

-Music Paradise.- dijo Quinn animadamente. El trayecto fue muy cómodo ya que prendieron el estéreo y Quinn y yo le hicimos un concierto privado a Santana, la cual no paraba de reír y de vez en cuando se tapaba los oídos pidiendo piedad. Lo cual hacia de broma ya que realmente Quinn y yo cantábamos muy bien solo que nuestra emoción nos embargaba y cantábamos lo primero que se nos venía a la mente.

-Llegamos.- dijo Santana estacionándose en una casona la cual tenía en la entrada afiches de recitales.

-Y esto qué es?- pregunté.

-Será tu segunda casa por los próximos tres meses.- dijo Quinn abriendo la puerta y bajando con mucho cuidado de la camioneta. Entramos y nos recibieron con mucha amabilidad, nos sentamos en una oficina esperando a la señorita que daba los informes.

-Buenos días, en que puedo ayudarlas?- dijo la señora mientras nos tendía la mano a las tres.

-Buenos días, hace una semana vinimos y separamos cupo para las clases que empiezan la semana que viene. Ya mi hermana llego, así que queríamos cerrar todo para poder ver los horarios.- dijo Quinn y la señora me sonrió y empezó a buscar en su computadora. Ellas ya me habían inscrito?

-Ya me inscribieron?- pregunté despacio para que la señora no me escuchara.

-Sí, si no te inscribíamos ahí te quedarías afuera y ya no empezarían clases hasta el siguiente ciclo.- dijo Quinn.

-Elegimos los cursos que pensamos que te iban a ayudar.- completó Santana.

-Ok, no hay problema.- dije mirándolas, en realidad no había problema, yo estaba completamente agradecida ya que se habían tomado el tiempo de averiguar para tener todo listo cuando yo llegara.

-Su nombre es?- preguntó la señora.

-Brittany Pierce .- dije.

-Ok! Perfecto, señorita Pierce. Usted está inscrita en cuatro cursos: Apreciación Musical, canto, composición musical y interpretación. Usted tiene estudios anteriormente o es la primera vez que estudia algo relacionado con la música.

-He estudiado en el colegio y he llevado clases de canto.- dije.

-Ok, entonces me tiene que acompañar para que tome las evaluaciones de niveles.- me dijo mientras se levantaba.

-Evaluaciones de niveles?- preguntó Quinn.

-Sí, es que si ya tiene conocimientos no podemos mezclarla con gente que quizás nunca ha estudiado, si lo haríamos nunca avanzaría. Así que los separamos por niveles, así el grupo es parejo en talento y conocimiento.- le contestó la señorita.

-Y podemos acompañarla?- preguntó Santana.

-Por supuesto.- respondió. Caminamos atrás de ella y yo estaba muriendo de los nervios ya que no tenía idea de que tenía que hacer una prueba o algo parecido. Entramos a una sala la cual tenía una cabina de grabación, supongo que fue un profesor el que me puso unos audífonos y me dijo que tenía que escribir que clase de música era cada canción que me ponían. Tengo que admitir que fue divertido, me ponían música de todo tipo, desde música clásica hasta pop. Cuando dejaron de sonar las canciones me quitaron los audífonos y me preguntaron si sabía tocar algún instrumento y les dije que sí, que sabia tocar guitarra, piano y un poco de batería. Me llevaron a otra sala llena de instrumentos, era como el paraíso. Me dieron unas hojas con notas y dos profesores se sentaron a escucharme tocar cada instrumento. Me sentía en la gloria, la música me daba paz, me hacía olvidar de todo, era como mi boleto a un lugar mágico, un lugar donde no existía nada más.


CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Where stories live. Discover now