CAPITULO 21

2K 110 5
                                    

  POV BRITTANY

No había podido cerrar los ojos, espere a Santana en el sofá de la sala hasta las 9 de la mañana. Supuse que no volvería así que fui a acostarme a mi cama. La cabeza me explotaba pero ese era el dolor más leve, me dolía mucho más el corazón. Me puse algo más cómodo para así descansar, me acosté en mi cama y solo lloré hasta quedarme dormida. Unos sonidos en la cocina me sacaron de mis sueños y cuando vi el reloj de la mesilla eran las 3 de la tarde, me refregué los ojos y me levanté rápidamente, fui hacia la cocina rogando encontrarme con Santana.

–Hola.- dijo desde la cocina

. –Rachel? Que haces acá?- pregunté desilusionada.

–Llame por teléfono y nadie me contestó, entonces decidí venir para ver cómo estaban.- dijo mientras abría el refrigerador.

–Ah ok.- dije sentándome en la barra.

–Santana no está no?- me preguntó, noté algo extraña la forma con la que me hablaba pero mi cabeza estaba demasiado ocupada como para pensar en ello.

–No, ayer discutimos y se fue.- dije agachando la mirada y rogando para que ella no preguntara más.

–Porque discutieron?- me preguntó sentándose al frente mío.

–Tonterías.- dije fingiendo una sonrisa para que ella no notara lo dolida que me sentía.

–Entiendo, oye te importa si pedimos pizza?- me preguntó levantándose.

–No tengo ningún problema.

–Ok, llamaré ahora.

–Iré a bañarme.- caminé hacia las escaleras y vi que Rachel desde la sala me observaba.

–Qué pasa?- pregunté.

–Nada.- dijo y se llevo el teléfono al oído. Caminé hasta el baño de mi habitación y cuando sentí el agua caer sobre mi cuello vinieron a mí las imágenes de lo que había pasado al inicio de ese día, volviendo con eso las ganas de llorar. Pase mis manos por mi cuello y sentí los labios de Santana, roce con mis dedos mis labios y estaba tan perdida. Nadie sabía las ganas que tenía de volver a besarla, de aunque sea volver a ver la forma con la que me miraba. Era insoportable sentir tantas cosas, por dentro sentía que moría de amor por ella pero también tenía cierta desconfianza por sus palabras, lo que me dijo destrozo mi corazón como nunca nadie lo habría hecho. Estaba completamente confundida, me había enamorado de Santana Lopez y sabía que ella sería mi perdición, desde que la vi cuando llegue supe que no me resistiría a sus encantos y así fue. Soy una más en la lista interminable que tiene y eso me destrozaba. Durante los días a su lado descubrí a la Santana atenta y amigable y ahora estaba segura que no volvería a tener ese mismo trato. La forma con la que me miro la última vez fue de arrepentimiento total, era insoportable saber que se arrepentía de todo. Cuando salí de la ducha vi mi aspecto deprimente, era notorio que había llorado toda la noche. Me cambié y puse mi mejor sonrisa fingida para estar con Rachel abajo.

–Hace unos minutos acaba de llegar! Siéntate a la mesa!- me dijo mientras sacaba platos. –Se nota que la fiesta de ayer te pego mal.- me dijo mientras agarraba una pizza. Por primera vez en mi vida no tenía mucha hambre, pero como era pizza no podía desaprovechar la oportunidad.

–Sí, hasta ahora me revienta la cabeza.

–Eso es una señal de que te divertiste.

–Estuvo buena.

–Todavía luces cansada, quizás será mejor que después de comer vuelvas a dormir un rato.- me dijo.

–Si, quizás es lo mejor.- no quería ser mala y por eso no le decía que tenía ganas de estar sola, felizmente ella lo notó. Comimos en silencio, ella me observaba de rato en rato y la situación era extraña porque parecía que ella sabia más de lo que decía.

–Bueno, será mejor que me vaya a casa.- dijo después de terminar de comer.

–Ok, nos vemos luego.

–Has hablado con Quinn?

–No, la llamaré luego.

–No te preocupes, ya hable con ella y le dije que estabas bien. Ahora está en la conferencia y no creo que pueda contestarte así que solo mándale un mensaje.

–Ok, gracias.- en serio estaba agradecida por eso ya que a Quinn no podría ocultarle nada y terminaría llorándole por teléfono.

–No creo que Santana regrese así que si tienes hambre para la cena te calientas esta pizza.- Ahí estaba mi respuesta, ella había hablado con Santana! Sabría lo que había pasado entre nosotras?

–Ok.- dije sin más. Ella se despidió y se fue. Me senté en la sala a intentar mirar tv pero no lograba distraerme así que subí a mi habitación para dormir.

POV SANTANA


Después de llorar toda la madrugada, decidí ir al único lugar donde sabía que no me preguntarían nada. Aun traía la ropa de la fiesta así que entre a un restaurante a cambiarme por la ropa de deporte que tenía en la camioneta.

–Santana? Que haces acá tan temprano?

–Disculpa por llegar así pero necesito un lugar para descansar un rato y no sabía a dónde ir.

–Todo está bien?- me preguntó y asentí. –Pasa hija, anda a descansar a la habitación de Karla.- me dijo Emma abriéndome la puerta. Entre a la habitación de Karla y me acurruque a su lado, no era la primera vez que lo hacia así que la pequeña solo se dejo abrazar y continuo durmiendo.

–Despierta San!- escuche una voz suave. –Me estás aplastando mucho.- abrí los ojos y era Karla tratando de salir de mis brazos.

–Oh lo siento mucho.- dije soltándola.

–Ya puedo respirar.- dijo agitada. Le acomode los cabellos detrás de su oreja para poder verla. Me encantaba abrazar a Karla, ella tenía unos grandes cachetes.

–Te vas a quedar a jugar con nosotros?- me preguntó.

–Quieres que me quede a jugar contigo?

–Si!!!- gritó con emoción y en ese momento la puerta se abrió.

–Santana!- gritó el otro pequeño tirándose encima mío. Karla tenía 5 años y su hermano 7.

–Buen día.- dije abrazándolo. Estaba rodeada de los dos pequeños que alegraban mi vida, cada vez que me sentía mal venía y pasaba toda la tarde jugando con ellos.

–Porque siempre duermes con Karla y no conmigo?- me preguntó.

–Porque ellas son mujeres, campeón.- le respondió Emma que estaba parada en el marco de la puerta.

–No! San me quiere más a mí.- dijo Karla empujando a su hermano y abrazándome más fuerte.

–Ella juega más conmigo que contigo.- le respondió David mientras la empujaba de mis brazos.

–Los quiero a ambos igual.- dije agarrándolos a ambos muy fuerte y apretándolos.

–Me ahogo me ahogo.- gritó David riendo.

–Pero tú eres mi madrina, me debes querer más a mí.- me dijo Karla al oído cuando David ya se había levantado.

–Por supuesto que sí, hermosa.- le dije guiñándole un ojo y poniendo un dedo en mi boca para que no dijera nada. Ella solo sonrió y se levantó.

– A bañarse.- les dijo Emma y los dos niños salieron corriendo de la habitación. –Te vas a quedar a almorzar?- me preguntó.

–Puedo?

–Por supuesto. Vamos a la cocina a conversar un rato mientras que estos dos se bañan.- dijo caminando hacia la cocina y yo solo la seguí. –Porque te tengo aquí esta vez?- estaba a punto de contarle la verdad, yo nunca le he mentido a Emma, pero esta vez no solo se trataba de mí ya que ella también conocía a Brittany.

–Por nada en especial, solo tomé un poco mucho en la fiesta y tu sabes que no me controlo así que preferí venir acá antes de hacer algo después.

–Ah ok, y porque las lagrimas? Cuando llegaste se notaba que habías llorado.

–Recordé a Demi.- mentí, aunque en el fondo no era por eso pero si la había recordado.

–Entiendo, no sabes nada de ella no?- me preguntó.

–Ella viene y se va, así es.- hace mucho que no hablaba de Demi. Ella era la única mujer con la que había estado más de una vez, se puede decir que hasta fuimos pareja. Las cosas con Demi eran geniales porque ella lo era, su forma de ser era como la mía pero era mil veces más sentimental y quizás lo que nos diferenciaba era que ella si quería enamorarse y tener una pareja para toda la vida. Por más que nunca se lo dije yo la amé y ella lo sabía sin necesidad de escucharlo de mis labios, por eso me encantaba, porque nunca me pidió más y siempre se conformaba con todo lo que le daba, lo cual no era poco ya que siempre para mí ella fue especial, no se comparaba con ninguna otra.

–Estas pensando en Demi, cierto?- me preguntó Emma sacándome de mis pensamientos. –Sí, hace mucho que no aparece.- Demi vivía en Puerto Rico pero siempre venía a Los Ángeles a hacer pequeños trabajos, cada vez que venía era como si nada hubiese cambiado y seguíamos siendo solo ella y yo. Era extraño ya que no sabía nada de ella por 6 meses y de la nada aparecía y sentía que la había visto el día de ayer. Cuando se fue después de que le dije que no quería irme con ella las cosas no fueron buenas, pasó un año para que todo se arreglara y podamos llevar la fiesta en paz. Yo sabía que cada vez que venía, ella esperaba que le dijera que se quedara conmigo o que yo iría con ella, pero eso era algo que nunca iba a pasar. –Como estuvo la fiesta?- me preguntó Emma.

–Estuvo buena.- dije recordando el final de ella que fue magnífico hasta que sonó el teléfono para advertirme que tenía que terminarlo.

–Te noto rara.- me dijo.

–Todo está bien, Emma.

–Ya estoy lista! Vamos a jugar!- dijo Karla entrando a la cocina, en serio la amaba ya que me salvo de Emma.

–Tienes que terminar tu tarea Karla.- le advirtió Emma.

–Me ayudas?- me preguntó mirándome como gato con botas.

–Dale, vamos.- dije agarrándola de las piernas y llevándola en mi hombro.

–Bajame bajame.- gritaba mientras reía.

–Yo les aviso cuando el almuerzo ya esté listo.- gritó Emma. La ayude con sus tareas, después almorzamos y en la noche nos quedamos jugando y viendo películas.

–Ya es hora de dormir.- les dijo Emma cuando terminamos de ver otra película más.

–Vas a dormir conmigo?- me preguntó Karla.

–No.- dije y ella hizo pucherito. –Vendré mañana a verte ya?

–Ya.- me dijo con una sonrisa. Los dos me besaron la mejilla y se fueron a sus habitaciones.

–Ahora sí, me puedes decir de que estás huyendo? Porque no quieres irte a tu casa?- Emma no era sonsa y me conocía demasiado bien.

–No huyo de nada.

–Paso algo con Brittany?

–No!- dije con más desesperación de la que quise transmitir y Emma me miro raro.

–Todo está bien, solo que ella tiene que hacer sus trabajos de composición y necesita concentrarse.- Emma me observaba mucho y me estaba muriendo de nervios.

–Ok.

–Creo que ya me voy a casa, ya es tarde así que supongo que ya debe haber terminado.- dije mirando la hora y eran casi las 10.

–Ok, vas a venir mañana no? Porque ya le dijiste a Karla y no estará tranquila hasta verte.

–Vendré temprano si no te molesta.

–No, te espero para desayunar.- me despedí de ella y me fui. Ahora tenía que ver que hacer ya que aún era temprano. Manejé hacia la residencial y me senté en los colchones de la piscina viendo la noche. Sabía que en algún momento tenía que hablar con Brittany, pero no estaba preparada aún. También, tenía que llamar a Quinn y para eso creo que nunca estaré preparada. Lo peor de todo era que no me arrepentía y eso era lo que me hacía sentir peor, no me arrepentía de haberla besado y jamás lo haría. Había sido un beso perfecto y estaba condenada a no recibir nunca más uno así. Ya que en mi desesperación le mentí diciéndole que jamás lo volvería a hacer cuando lo único que deseaba era volver a besarla. Le dije cosas realmente malas y no dudo que debe odiarme en estos momentos porque de seguro cree que me aproveche de ella, ahora se debe estar arrepintiendo y no podría escucharla decir eso, asi que lo mejor sería evadirla, evadirla hasta que se olvidara y así solo yo sufrir por los próximos tres meses.  


CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt