CAPITULO 13

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  POV SANTANA


Pase toda la mañana revisando el proyecto de Europa, Puck ya había firmado el contrato así que ya estaba en nuestras manos. El domingo, Emma me informó que este proyecto lo llevaríamos a cabo Puck y yo así que no podía estar más feliz. Él era un arquitecto titulado y era excelente, estaba muy feliz de compartir este proyecto con él sobre todo porque nos llevábamos bastante bien.

–Ocupada?- me preguntó Emma que estaba apoyada en el marco de mi oficina.

–Algo, pero adelante.- dije mientras acomodaba los papeles de mi escritorio.

–Como vas con eso?- me preguntó.

–Bien, estoy ahora evaluando todo lo que nos haz pedido y estoy viendo como acomodarlo. Supongo que hare un mejor plan cuando ya esté acá Puck.- dije.

–Llega mañana.- dijo con una sonrisa.

–Perfecto.

–Estas emocionada no?- me preguntó mientras se acomodaba en la silla.

–Muchísimo, he apoyado en los anteriores proyectos pero esta vez es como que es mío y es mucha responsabilidad.- admití.

–Yo confió en ti y en lo que eres capaz de lograr, tú crees que te hubiese dado este proyecto tan importante si no estuviese segura de tu potencial?- me dijo.

–Sabes, ahora más que emocionada estoy nerviosa.- dije apoyándome en mi carpeta para verla mientras le sonreía.

–San lo harás muy bien.- dijo riendo.

–Eso espero.

–Antes de que comiences con todo esto, terminaste lo que te encargue?- me preguntó.

–Sí.- abrí mi cajón y saque el folder.

–Toma, acá esta todo.- dije entregándoselo.

–Perfecto, venía justo por esto.- lo reviso y sonrió. –Nos vemos luego San.- dijo mientras se paraba y caminaba hacia la puerta. –Vamos a almorzar juntas?- me preguntó antes de salir.

–No, hoy tengo que pasar por la universidad y almorzaré con la hermanita de Quinn.- le dije.

–Ah cierto! Hoy es su primer día en la academia de música no?

–Sí.

–Y que días va a venir para acá?- me preguntó.

–Creo que los miércoles y viernes.

–Ok, perfecto. La conoceré el miércoles entonces. Debe ser igual de encantadora que su hermana no?

- creo que Brittany me encantaba más que su hermana. Mierda! –Sí.- dije enterrando mis pensamientos.

–Ok, nos vemos mañana entonces. Chao Santana.- dijo y salió de la oficina. Me acosté en mi escritorio mientras recordaba que pasaría toda una tarde con ella.

POV BRITTANY

Había sido increíble mi primer día, me habían puesto en los niveles superiores y estaba tan contenta. Ya había acabado con todo así que salí a esperar a Santana. Me senté en las bancas que estaban en la entrada y a los pocos minutos sonó mi celular. "Me demoraré 20 minutos, por favor no te vayas a ir. Santana." Me reí ante su mensaje ya que, a donde me iría? "Santana, no sé ni donde estoy parada así que no me moveré de este lugar. No te preocupes." Se lo mande y saque mis audífonos del bolso y me acomode en la banca para esperar tranquilamente los 20 minutos. Cerré los ojos para sentir la música. No se cuanto tiempo había pasado pero sentí un empujón en mi hombro. Abrí los ojos y era Santana así que me quite los audífonos rápidamente.

–Te quedaste dormida? Esta bien que me haya demorado pero no te parece un poco mucho dormirse?- me dijo mientras me ayudaba a levantarme.

–No estaba dormida y hola.- dije ya parándome bien.

–Hola!- dijo y me beso nuevamente la mejilla, Dios esta mujer iba por la vida dando besos en la mejilla así a todo el mundo acaso? Era demasiado encantadora. –Deje la camioneta al frente porque te toque el claxon mil veces y no me hiciste caso.

–Lo siento, cuando me pongo los audífonos no escucho nada.- dije avergonzada no sé si por haberla hecho bajar o por el beso que aún sentía en mi mejilla.

–Ah ok, yo pensé que te habías quedado dormida.- dijo mientras que con el control abría las puertas. Entramos y cuando me senté me hizo un gesto hacia el cinturón.

–No, solo estaba escuchando la música y como me gusta concentrarme cerré lo ojos.

–Entiendo, igual discúlpame por la demora. Me quede revisando un proyecto nuevo y se me paso la hora sin darme cuenta.- dijo por fin arrancando la camioneta.

–No te preocupes.

–Como te fue?- me preguntó rápidamente y note que en serio le importaba mi respuesta ya que giro a verme por unos segundos.

–Bien, me pusieron en los niveles superiores.- dije sintiéndome orgullosa de mi misma.

–En serio?- preguntó asombrada y afirme moviendo mi cabeza. –Que geniall Brit-Brit!- dijo y sonrió de lado. –No te molesta que te diga Britt-Britt verdad? Ya se me metió a la cabeza el apodo y me vuelvo un poco repetitiva.- dijo y en realidad amaba que me dijera Britt-Britt, solo ella me decía. Nunca a nadie se le había ocurrido y me parecía tierno.

–Me encanta, a ti no te incomoda que te diga Tana no?- pregunté y aproveche, si ella me podía llamar Britt-Britt porque yo no podría llamarla Tana?

–No, con la condición de que no lo digas en frente de mis compañeros de trabajo.- dijo alzando una ceja.

–Trato hecho.- sentí que se estacionó y cuando me percaté del lugar estábamos en un centro comercial.

–Que hacemos acá?- pregunté.

–Vamos a comer, llego la hora de ponernos de acuerdo.- dijo sacándose el cinturón.

–Yo como de todo, me gusta todo tipo de comida.- dije.

–Pero tienes alguna en especial! Vamos dime!- dijo sonriendo.

–En serio Santana, no quiero incomodarte! Tú decide.- Santana se apoyo en el timón y puso una expresión pensativa dejándome estúpida.

–Se me está viniendo a la mente!- ella hablaba consigo misma. –Sushi es de Patricia.- dijo y me quede asombrada. Se acordaba cuales eran nuestras comidas favoritas? –Alicia es vegetariana y a ti te gusta mmmm.- ella estaba tan concentrada y yo no podía dejar de sonreír, se acordaba que Alicia era vegetariana y que Patricia amaba el sushi? No podía creerlo. –A las Ojiverde de la casa comida mexicana y a ti Dios santo Brittany que difícil se me está haciendo.- dijo mirándome y regresó a su concentración.
- Quinn y Johana aman la comida mexicana cosa que no tengo idea como sabe Santana ya que cuando aún vivía en Louisiana, Johana era muy pequeña y no conocía mucho de comidas.

–PIZZA!- gritó y me sacó de mis pensamientos. –A ti te encanta la pizza cierto?- dijo girándose y estábamos tan cerca que sentí su respiración.

–Lo recordaste.- dije mirando sus ojos marrones que ahora estaban muy intensos.

–Tengo buena memoria.- dijo y sonrió antes de cortar nuestro pequeño encuentro de miradas. –Vamos.- dijo bajándose de la camioneta.

–En serio no tienes que hacer este esfuerzo por mí, si no te gusta la pizza podemos comer otra cosa.- dije caminando a su lado mientras entraban en el centro comercial.

–Te volviste loca? Yo amo la pizza!- dijo y siguió caminando, esta mujer caminaba rapidísimo prácticamente tenía que correr para estar a su lado. –Bienvenida a la mejor pizzería de Los Ángeles.- dijo señalando un restaurante que parecía todo un local de souvenirs de Italia.

–Wow! Eso se ve genial.- dije.

–Y sabe genial.- dijo antes de entrar.

–Hola Santana, que te trae por acá un lunes?- le preguntó una chica rubia apoyándose en su hombro mientras le besaba la mejilla. Era estresante ir a un lugar y ver como siempre había alguien que le coqueteara.

–Me trae a este lugar una pizza, creo que es lógico.- respondió Santana de mala gana causándome gracia.

–Mesa para cuantos?- le preguntó una mesera acercándose a nosotras.

–Mesa para dos.- le respondió Santana y en ese instante la chica rubia levantó la mirada y se quedo prendida en mí, no puedo negar que me intimidó ya que era bastante imponente y sentía que me aniquilaba con la mirada.

-Espérennos un momento.- dijo la mesera retirándose rápidamente.

–Porque siempre eres tan desconsiderada Santana?- le preguntó separándose y parándose al frente de ella.

–Y ahora que he hecho?- preguntó Santana sin entender nada.

–Ya sé que no quieres nada serio conmigo, pero en serio es necesario que traigas a tu nuevo accesorio de noche a MI restaurante?- preguntó la rubia claramente molesta y yo estaba totalmente sorprendida. Los ojos de Santana estallaron y pude notar el fastidio que estaba acumulando y Dios mío se veía tan sexy!

–Me importa un carajo que este sea tu restaurante Hanna.- dijo, así que la rubia esta se llamaba Hanna.

–Yo vengo a comer pizza a este lugar solo porque es la mejor de la ciudad, no vengo por ti. Y aparte, es obvio que no quiero tener nada serio contigo!- dijo señalándola con las manos. –Mirate! Eres una engreída de papa que cree que puede pasar por encima de los demás solo por tener billetes en el bolsillo, estas vacía en la cabeza y mujeres como tú no me interesan ni para una noche.- le dijo y me quede sorprendida. Nunca había visto así a Santana. No pude evitar que se me escapara una sonrisa y lo peor de todo es que la tal Hanna lo notó.

–De que te ríes? Ella te tratará así mañana.

–Basta!- dijo Santana interrumpiéndola. –Ella es la hermana de Quinn, estúpida. Puedes empezar a respetar?- dijo y Hanna quedo asombrada.

–Ya tenemos lista la mesa para dos.- dijo la mesera que al parecer noto la discusión ya que tenía una cara de espanto.

–La sigo.- dijo Santana jalándome del brazo y siguiendo a la señorita. Nos sentamos en la mesa y la mesera nos alcanzó la carta.

–Disculpe por la discusión con la señorita Hanna, ella siempre hace lo que quiere y no respeta a nadie. Pido disculpas en nombre del local.- le dijo la mesera a Santana y ella levanto la vista para verla.

–No se preocupe, la conozco y sé como es. Yo tendría que disculparme contigo ya que estoy muy segura de que te regañara cuando regreses a la cocina.

–No se preocupe, acá todos ya estamos acostumbrados a que venga una vez al mes y nos gritonee.- le dijo la mesera sonriéndole y dejándonos espacio para que decidamos lo que iríamos a pedir.

–Hundí mi mirada en la carta pero de rato en rato vi como Santana trataba de respirar hondo para controlarse, pedimos nuestras pizzas y ninguna decía una palabra. Se le veía enormemente sexy pero en serio estaba demasiado alterada.

–Puedes dejar de hacer como si la escena de hace un rato no hubiese ocurrido?- dijo y quite mi mirada de la pizza para mirarla por completo.

–Disculpa, solo no sabía qué hacer.- admití.

–Tú me pides disculpas?- dijo irónicamente. –Yo tendría que pedirte disculpas a ti! Te acaban de tratar como si fueses una puta!- dijo indignada.

–No te preocupes.

–Deja de actuar como si la escena hubiese estado bien. Estaba a punto de golpearla!- dijo y vi que hablaba muy en serio.

–No me molesta, se lo que soy y aparte es obvio que lo dijo porque estaba celosa de ti.

–Pero igual no está bien y te pido perdón por hacerte pasar un mal rato. Te juro que no sabía que ella estaría aquí, escuchaste a la mesera, viene una vez al mes y no pensé que tendría tanta mala suerte como para encontrarla.- vi como Santana en serio se sentía mal y me dio tanta pena por ella. No entiendo que tiene esa tal Hanna pero trato a Santana como si fuese una basura completa y la Santana que yo he visto hasta ahora no era así.

–Ya paso, no te preocupes.- dije con una sonrisa y ella intentó sonreír pero creo que la rabia le ganaba.

–Te traje aquí para pasar una linda tarde y para comer una buena pizza y lo arruine todo, nunca nada me sale bien.- dijo indignada y me quede observándola. Quería pasar una linda tarde conmigo?

–No es tu culpa, Tana.- dije y ella por fin sonrió.

–Me gusta Tana, ya te lo dije pero me hace sentir tierna.- dijo mientras me miraba.

–Eres tierna, la Santana que estoy viendo ahora, así triste por lo que acaba de pasar, solo irradia ternura.- dije sin pensarlo.

–Gracias. – dijo sonriendo.

–Desean algo más?- preguntó la mesera de hace un rato amablemente.

–Te gritó o no te gritó?- preguntó Santana.

–Creo que esta vez el que se ganó su furia fue su papá, está encerrada con él en la oficina.- le dijo la mesera y Santana y yo reímos.

–Perfecto! A ver si por fin se da cuenta del monstruo que crió.- dijo Santana y la mesera estallo en risa. Santana pidió un vino y seguimos almorzando muy tranquilamente ya que la tal Hanna no volvió a aparecer, y a Santana se le fue toda la cólera que sentía después de esa pequeña conversación y de la llegada del vino. Era la primera vez desde que llegaba que hablaba así con Santana, era tan increíble verla reír y verla conversar sin intentar hacer todo el tiempo bromas sarcásticas. Por alguna razón en ningún momento se burlaba de mí como lo hacía con Rachel y Quinn constantemente, ella solo se divertía contándome sus cosas y escuchando las mías. Hasta me contó porque Hanna la trataba así lo cual me causó un sentimiento parecido a los celos, pero no, no eran celos. Era más seguro la incomodidad del momento. El almuerzo había sido excelente, nos habíamos divertido y habíamos comido muchísimo.  


CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Where stories live. Discover now