CAPITULO 9

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  POV BRITTANY

Me quede mirando a Santana y Quinn y estas se sonreían entre sí. La puerta del ascensor se abrió y daba paso a una gran sala que tenía una barra con unas mesas las cuales tenían un estilo muy de nuestro estado. Tenía carteles pegados con los nombres de cada ciudad de Louisiana como si fueses placas de autos y había una gran ventana la cual le daba la vista a todo Los Angeles. Se veían las grandes casas y muy al fondo el mar, era hermoso. Me quede maravillada ya que el lugar era bastante elegante pero casual y las personas que disfrutaban del lugar estaban ahí todas muy bien vestidas. Habia bastante gente y una mesera se nos acercó.

–Hey San! Que milagro tenerte por acá a estas horas.- le dijo muy animadamente.


–Hola, hoy hice una excepción. Hay mesa para cuatro?- preguntó.

–Para ti obviamente que sí.- le dijo la mujer esa y se acercó a besarle la mejilla.

–Sabes, a veces es muy incomodo soportar esa clase de escenas.- dijo Rachel.

–Soporta, que gracias a mi tenemos mesa.- le dijo Santana. Las dos siguieron a la chica la cual les había hecho una señal. Yo me quede parada mirando el lugar y la hermosa vista de todo LA.

–Hey! Te gustó el lugar?- me preguntó Quinn mientras se arrastraba con su silla de ruedas.

–Sí, esta increíble. No me imaginaba que existiría un lugar así.

–Y eso que no lo has visto completo.- dijo Quinn dándose vuelta con su silla de vueltas y vi como Santana se paro rápidamente y la empezó a jalar hacia la mesa.

–Sorry por olvidarte.- le dijo.

–No te preocupes, se que a veces te gana el ojo amiga.- le dijo y Santana comenzó a reírse.

–Ahora ya sabes que a veces hay que ver más allá de lo que se ve.- dijo Santana mientras acomodaba a mi hermana en la mesa.

–Lo siento por ser tan terca, suelo ser muy desconfiada.- dije avergonzada por haber hecho todo un show.

–No te preocupes.- me dijo Santana con esa sonrisa ladeada que DIOS! Tengo que aceptar que me encanta esa sonrisa.

–Van a pedir algo?- preguntó la mesera.

–Lo de siempre.- le respondió Santana con una indiferencia que me hizo esbozar una sonrisa.

–Y como llegaron a este lugar?- pregunté.

–La chica que estaba abajo es una vieja amiga mía, se vino con sus padres de Louisiana y crearon este asombroso lugar.- dijo Rachel.

–Tú también eres de Louisiana?- pregunté.

–No, estoy muy cerca. Soy de Texas.

–Ah ok! Entonces por ella llegaron acá?- pregunté nuevamente ya que no me había quedado claro.

–No precisamente, cuando Rachel estaba en su proceso musical conoció al chico que estaba abajo y él la invitó a cantar.- me respondió Quinn.

–Wow! Te presentaste acá?- pregunté.

–Sí, los viernes hay micrófono abierto y canta quien desee.- dijo señalando el pequeño escenario que había al costado de la barra.

–Entonces ustedes vinieron a apoyarla?- pregunté.

–No, el lugar como te has dado cuenta es privado, no entra cualquier persona. Cuando vine no pude traer a nadie, pero tuve la suerte de encontrarme con Mercedes y ella desde ahí me permite entrar cuando desee.

–Que suerte!- dije.

–Sí, en realidad fue obra del destino.- dijo ella sonriendo. –Este lugar en serio es increíble. –Y eso que te falta mucho por ver.- dijo Santana.

–Me están poniendo nerviosa.- dije y Quinn sonrió.

–Viste que no hemos podido estar muy lejos de casa, por mucho que Santana quería olvidar, Louisiana siempre regresaba por ella.- dijo abriendo los brazos para señalar el lugar.

–Yo no tengo nada en contra de Louisiana, es la gente que vive ahí a la que quiero olvidar.

–Sus pedidos.- dijo la mesera volviendo a interrumpir. Durante todo el almuerzo Rachel y Quinn contaron muchas historias sobre el lugar pero sin revelar ningún detalle de lo que según ellas faltaba por ver, Santana de vez en cuando hablaba y la mayoría de sus comentarios eran sarcásticos o en doble sentido, muchos de ellos no lograba entenderlos lo cual me estresaba un poco. La comida estuvo riquísima y cuando pidieron la cuenta fue Santana la que la tomo y pago todo con su tarjeta.

–Gracias.- dijo Rachel mientras guardaba su billetera.

–De nada, solo no te acostumbres.- le dijo Santana guiñándole un ojo.

–Bueno, creo que llego la hora de revelar el encanto de este lugar.- dijo Quinn.

–Cuando tuvieron la idea de crear este lugar lo que querían lograr era que tú estando acá tengas los lugares más céntricos por así decirlo, de Louisiana. Lugares iguales a los de allá.- dijo Santana.

–Lugares?- pregunté.

–Exacto, a donde ibas con tus amigas después de terminar las clases?- me preguntó.

–A veces a la pista de hielo o a los bolos.- dije.

–El central bowl?- preguntó mirando a Quinn la cual esbozo una sonrisa.

–Te acuerdas de ese lugar?- le preguntó.

–Como olvidarlo, era nuestro.- dijo Santana sonriendo.

–No entiendo.- dije confundida.

–Ustedes por ponerse a recordar la están mareando!- interrumpió Rachel. –La cosa es que acá hay el "central bowl" y todos los lugares así a los que los jóvenes iban cuando eran jóvenes.- dijo Rach sonriendo.

–Eso es posible?- pregunté ya que era algo totalmente extraño, nunca me imagine que existían lugares como este.

–Aunque no lo creas sí.- dijo Quinn.

–Vamos.- agregó Santana mientras se paraba y empujaba a mi hermana hacia el ascensor.

CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Where stories live. Discover now