Capítulo 14

7.8K 915 73
                                    

La pesadilla lo despertó de un sueño profundo. Abrió los ojos y lleno de aire los pulmones. El frío aire de invierno entro por la ventana abierta del dormitorio y la luna llena de diciembre iluminaba como un enorme farol.

-Solo fue un sueño– se dijo- Lamentablemente un sueño que se hizo realidad-

Siempre era igual y a pesar de los 12 años transcurridos, sus pesadillas no habían disminuido en intensidad. Revivía cada detalle horripilante y siempre se despertaba en el mismo momento, temblando de terror, sintiendo un alivio inmenso porque solo era un sueño. Ya había pasado por ese infierno, donde perdió todo y gracias al sacrificio de su madre pudo salir con vida.

Naruto echó a un lado la sábana. Había perdido todo en una sola noche. Perdió a su madre, a su padre y a todo su clan.

Volvió a sentir los temblores al recordar esa fatídica noche y se puso de pie. Camino hacia la ventana abierta y contemplo la enorme luna. La culpabilidad creció en su interior al saber que no hizo nada para ayudar.

-Estas vivo, eso es lo que importa -eso es lo que le dijo Jiraiya- Estoy seguro qué tu madre lo quería-

Poco a poco los malos recuerdos se fueron alejando y fueron sustituidos por los momentos que paso con Jiraiya. Gracias a él no cayo en una depresión o busco venganza contra las personas que mataron a su familia, Jiraiya se convirtió en su padre y en su sustento.

.-¿Naruto?.-

Se volvió al oír su nombre-¿Sí? -

.-Tu... ¿En serio quieres morir de un resfriado?- le pregunto Jiraiya en un tono adormilado.

-¿Eso es posible?-

-¡Cierra la maldita ventana! –

Naruto asintió y cerró la ventana de un golpe. Luego se acostó a lado de su padre y se cubrió con la sábana.

-A la próxima, te mandare a dormir afuera-

Naruto decidió no contestar, porque estaba seguro de qué si lo hacía, lo iban a sacar a patadas. Dejo que poco a poco el sueño llegara a él otra vez y se durmió sin pensar en lo que sucedería mañana.

Al día siguiente, empezó su rutina como siempre. Desayuno, se cepillo los dientes, se compuso el sombrero que ocultaba sus cabellos dorados e hizo una serie de ejercicios para fortalecerse.

-¿Terminaste de acomodar los pergaminos ayer?-

-Solo me falta poco-

Jiraiya lo miraba extraño- Aún con la ayuda de su majestad ¿No terminaste?-

Naruto empezó a realizar una serie de estiramiento -Oh, si no hubiera sido por él, seguiría con la mitad-

Jiraiya suspiró. – Llevas semanas con eso ¿Cómo es que no has terminado -

El rubio apoyo una mano en su hombro y estiro una pierna- Los pergaminos aumentan, vi que varios hombres entraban con varios papeles enrollados la otra vez-

Jiraiya aparto su mano de un manotazo- ¡Termina de una vez! ¡Y deja de hacer poses ridículas!-

Naruto vio su mano enrojecida por el golpe.-No son poses, son ejercicios, sirven para empezar el día con energía-

-¡¿Eres un soldado?! ¡Lo único que vas a hacer, es acomodar papeles! -

- Si, claro.-

Naruto decidió obedecer, pero antes de que diera un paso fuera, varios soldados del clan Uchiha llegaron a irrumpir.

-¿Tu eres Menma?-

Naruto asintió con la cabeza lentamente- ¿En que les puedo ayudar?-

-Vienes con nosotros -

Dos soldados se acercaron y lo tomaron de los hombros. Naruto miro hacia atrás, topándose con la mirada preocupada de su padre.

-Papá, ¡Papá ayúdame!-

Jiraiya reacciono al oír la voz de Naruto y corrió hacia los soldados.- ¡Esperen! ¿¡A dónde se lo llevan?!

.-Son órdenes del príncipe Uchiha- el soldado le entrego un pergamino a Jiraiya y este lo tomo con los nervios a flor de piel.

-Léelo y comprenderás -

Jiraiya desenrolló el papel y leyó cada palabra escrita. Lo leyó tantas veces que se lo aprendió de memoria.

-Menma-

Naruto tembló ante su llamado-¿Padre?-

-Ve con ellos, no te harán nada – 

Sus palabras no lo tranquilizaron del todo "¿Qué rayos dice esa hoja?" no pudo preguntar y dejo que los soldados se lo llevaran.

Jiraiya lanzo un suspiro de frustración – Fue mala idea, fue mala idea quedarnos- se cubrió con una mano y prorrumpió en sollozos incapaz de contenerse.

Naruto fue arrastrado hasta llegar al palacio de los Uchihas, no era un lugar desconocido para él, ya que a veces venía para entregar mensajes, aunque no había tenido tiempo de observarlo como ahora.

Los soldados que cuidaban la entrada abrieron la puerta al verlos llegar. El palacio tenía un inusual color rojo y el techo verde que daba un aspecto elegante.

¿Quién iba a pensar que detrás de esas paredes se encontraba una especie de harem que satisfacía el deseo del emperador? O ¿Qué las paredes estaban llenas de sangre?

"No quiero quedarme" pensó amargamente.

Llegaron al interior del palacio, donde lo dejaron enfrente de los escalones. Los soldados lo soltaron y se retiraron del lugar.

Naruto se acomodo el sombrero y espero a que alguien llegara.

-Menma-

La silueta de su amigo invadió su campo visual. Bajaba las escaleras con un porte elegante, característico de él.

-Majestad – inclino la cabeza.- ¿En qué le puede servir este humilde sirviente?-

Sasuke borro la sonrisa con la que había llegado-No hables así, somos amigos ¿No?-

Naruto levantó la cabeza -Oh, no me atrevería -

-Acabas de alzar la cabeza, sin que yo te lo haya ordenado -

"Demonios" cerro los ojos y volvió a bajar la cabeza.- Lo siento, majestad-

Sintió que se acercaba y como sus dedos fríos tocaron su barbilla para que alzara la mirada.

-No lo hagas, cuando estemos solos, trátame como siempre –

Naruto sintió escalofríos en su espalda, sus ojos negros eran como una trampa donde poco a poco se acercaba en caer.

Naruto miro a otro lado.- ¿Por qué me llamo, majestad?-

Sasuke soltó su barbilla y sonrió- A partir de ahora, trabajaras para mí-

El rubio lo miro sorprendido "El hijo de su hermosa madre, lo logro" sus pocas esperanzas fueron derrumbadas.





Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora